Jungkook y Jeongguk...

Epílogo

El silencio entre los espectadores estaba sepulcral, las miradas llena de ternura y emoción perduraban en el ambiente.

Pequeños murmullos a penas y eran reconocibles sobre la música que hacía embellecer más el ambiente, viendo a las dos personas que estaban a punto de unir sus vidas.

Aunque el lazo ya se había formado entre ellos dos.

Yoongi respiró profundamente, observando con majestuosidad a su hermoso omega de ojos claros y mejillas sonrojadas, sonriendo plenamente ante él.

El mayor tomó con cuidado un papel en cual se hallaban sus votos matrimoniales,  con sus manos temblorosas sujetando el papel con un toque de nerviosismo.

Se dispuso a decir lo que tanto había anhelado desde que decidió iniciar algo con el menor, y estaba tan feliz de haberlo hecho, porque le era muy difícil si quiera pensar en el arrepentimiento.

- Cómo un rayo de luz que corta mi sombra, tu volteaste mi oscura vida al revés. Tal vez yo fui nada antes de conocerte, solía ser insignificante antes de aquel suceso. Solías tener prisa por pasar el día, así es, nuestro día, nuestra noche. Sí, esa es nuestra vida. Tú eres mi luz. Antes éramos amigos que se apoyaban mutuamente, y ahora seguimos siendo el ancla, el que sujeta uno del otro...Siempre preguntándome cuándo vas a despertarte entre mis brazos, con la cabeza en mi pecho y mi corazón latiendo de amor por ti.

La felicidad abrumaba mucho a los invitados, mirando la ceremonia tan ansiosos por el gran festejo de lo que sería una nueva vida

observando con detenimiento como de un momento a otro el famoso anillo con un diamante azul fue dejado en el dedo anular de omega, mientras este no dejaba de sonreir tan precioso, con sus ojitos brillando por las gotitas traicioneras.

Todo estaba siendo tan hermoso, tan inigualable y muy especial.

Compartiendo ese amor con las personas que estaban viendo la unión, convirtiéndolo en algo que podría ser simplemente un sueño hecho realidad.

Por otro lado estaban los gemelos, observando la ceremonia sin creer lo que estaban mirando.

Jeongguk grababa lo que podía con su teléfono, y su hermano comía de los bocadillos que pudo tomar de la mesa de centro, antes de que iniciase todo.

Parecía mágico el momento, todos ansiosos por ver como sus vidas darían un nuevo ciclo.

Los gemelos seguían mirando, sin nada más que hacer. Digo, era especial y todo, pero que pereza estar sentados y sin comida.

Lo único que podían hacer era esperar a que la ceremonia terminase, y su hyung y su padre ya fuesen oficialmente esposos.

Bien, faltaba poco ¿Verdad?