ו Cincuenta y siete •×

681 75 29
                                    

tardo unos 10 minutos en ducharse. Relajando su mente y tratando de mentalizarse de lo que iban a hablar hoy.

Tal vez ya muchos lo saben, pero Jimin puede ser considerado cobarde, desde el principio hasta el fin, él siempre ha sido un cobarde en las situaciones que sabe que van a salirse de sus manos cuando llegan a un momento crítico.

Fue un cobarde cuando su madre le dijo la verdad.

Fue un cobarde por no querer hablar con Hoseok por un complejo de inferioridad.

Fue un cobarde por no reconocer que Yoongi era más importante de lo que él creía.

Fue un cobarde por jugar a algo tan barato como un stalker (en lo cual sin duda no tenia talento)

Todos sus pasos fueron medidos en cierta medida, hasta que tocaban su linea de fondo y los clasificaba en su mente como "momentos críticos", queriendo huir de las consecuencias, ya sean leves k graves.

Él no pensó tanto en los momentos críticos que tendría con su relación con Yoongi.

La única relación seria que él había tenido alguna vez, era tan inestable como la cuerda tensa en las que se balanceaban los acróbatas, tan tensa que podría llegar a romperse, pero no lo suficientemente floja para dejarte caer. Siempre en la pendiente.

Caer o no caer.

Caer no se veía como una opción a seguir, pero no caer le era tan difícil.

Jiyeon era de sentimientos intensos, esos sentimientos se los transmitió a él a lo largo de los años. Esa vena obsesiva de su madre adoptiva estuvo estrechamente ligada al él. A veces, seriamente se preguntaba si lo que sentía por Yoongi era realmente amor. Pero si no era amor ¿Qué era?

Obsesión.

Su madre dijo amarlo, pero no quería dejarlo, encerrarlo en una pequeña jaula como un ave con las alas rotas parecía la mejor opción que la confianza.

¿y si él era así? ¿Y si su deseo más profundo era romper las alas de Yoongi y no dejarle escapar de su lado?

Que tan cruel seria él...

No.

Yoongi no era un propiedad, ni un objeto. Tenia sus propios pensamientos, ideas y contradicciones. Jimin tenia en claro, que en una relación, el apoyo y confianza era lo más importante, lo peor de todo es que él recibía ambas cosas ¿Pero qué hay de Yoongi? ¿Alguna vez confió lo suficiente en él? ¿Lo apoyó en todo, absolutamente todo momento? Jimin mordió su labio con fuerza, la culpa arrullando sus sentidos mientras el tiempo se hacía más largo.

Y luego su cadena de pensamientos se cortó cuando escuchó la puerta de los vestidores abrirse.

Él acababa de salir de la ducha y la toalla afelpada blanca solo cubría sus partes intimas, porque no había necesidad de cubrir las otras, después de rodó estaba solo, hasta ahora.

Yoongi se detuvo abruptamente en la entrada, mirando fijamente al rubio.

-...Tardaste demasiado...- susurró el azabache, desviando la mirada del cuerpo semidesnudo del rubio y sus orejas se coloreaban en carmín.

Jimin se sonrojó furiosamente, mientras rápidamente buscaba la camiseta blanca que pensaba ponerse.

-N-no me di cuenta...- tragó saliva nerviosamente, mirando a Yoongi de vez en cuando asegurándose de que no lo observaba mientras se ponía apresuradamente los pantalones deportivos.

-Si, yo... ¿Ya estas vestido?

-¡Vestido y cubierto, señor...! - trató de bromear el rubio.

-Mmh.

♠STALKER♠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora