Capitulo 1

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Recuerda mis palabras cariño, sangre quedó grabada para siempre en piel.

A.L~

—Amor, despierta llegaras tarde al trabajo

Jennie soltó un quejido mientras se estiraba bajo las sabanas. Odiaba levantarse temprano, si fuese por ella se quedaría para siempre en esa cama

—Amor, vamos

Volvió a gruñir ¿porque simplemente no la dejaba dormir en paz? Entreabrió los ojos asomandolos levemente sobre la sabana para dedicarle una mirada asesina a quien acababa de arruinar su sueño

—Buenos días princesa

—¿Kai, realmente era necesario? Estaba soñando tan bien...— bostezó somnolienta

Kai rió inclinándose para depositarle un suave beso en los labios

—Vamos dormilona, es hora

—¿Dormilona? ¿Joder, acaso se te olvida quien me mantuvo despierta anoche?

—Anoche no te quejabas

Jennie rodó los ojos. Obviamente no se quejaría de eso, el sexo era placentero y su novio la mantenía satisfecha. Desde que se había mudado con Kai todo parecía tomar estabilidad en su vida. Kai era dulce y la hacía feliz y ella se sentía cómoda a su lado. Si, vivir con él fue la mejor decisión. Tomó su móvil para comprobar la hora y amplió los ojos al ver lo tarde que era

—¡Maldición!— gruñó poniendose de pie como un rayo y corriendo de un lado al otro por la habitación en busca de su uniforme— ¡mierda, mierda, mierda  llegare tarde! ¿¡Porque demonios no me avisaste que llegaría tarde al trabajo!?

—Yo...

—¡Joder!— volvió a maldecir mientras se cepillaba los dientes y se apresuraba a ponerse su ropa interior

Kai rodó los ojos y sonrió mientras la veía correr en ropa interior

—Eres imposible Jennie Kim— con eso se ganó otra mirada de odio que lo hizo tragar en seco. Sin duda Jennie era muy intimidante cuando estaba enojada

❇❇❇

Suspiró algo agitada cuando por fin llego a la estación. Llevaba 15 minutos de atraso y sabia que con eso se llevaría un buen regaño de su superior. Tomó una bocanada y finalmente tocó la puerta con los nudillos. Jurado, hoy me despiden.

—Pasa Jennie— Tragó con nerviosismo y obedeció

La coreana notó a otra chica uniformada pero la ignoró centrando su atención en el hombre al otro lado del escritorio.

—¿Quería verme señor?

El hombre de mediana edad mantenía sus dedos entrelazados sobre la mesa dándole un aire misterioso. El jefe de la estación 54  no solía llamar a los chicos sin una buena razón, y esa mañana Jennie ni siquiera pudo tomar su café mañanero cuando Seulgi, la secretaria del jefe, le informó que la esperaba en su oficina

—Llegas tarde ¿acaso olvidaste cual es tu hora de llegada Kim?

—Yo...

—Sin excusas, vamos al grano— la interrumpió de forma tosca. Jennie apretó los puños indignada. Si debía reprenderla lo aceptaba, sin embargo humillarla delante de otros miembros de la estación era inaceptable— Te preguntarás porque te mande a llamar— continuó ¿Ya conoces a tu compañera?— Finalmente se atrevió a mirar a la chica quien ya se había puesto de pie. Era quizás de su estatura y pelinegra. Era muy guapa sin duda aunque ella tampoco estaba nada mal— Como sabrán agentes Kim ustedes son las mejores de Seúl, de toda Corea quizá. Han puesto tras las rejas a unos miles de desgraciados— Sonrió satisfecho— su trabajo es excepcional

Jennie asintió un tanto fastidiada de tanto alardeo. Obviamente había oído hablar de ella. Kim Jisoo, de la agencia 61, la mejor sin duda. aunque nunca habían estado tan cerca como para dirigirse la palabra.

—Disculpe señor, sigo sin entender el motivo de su llamada

—No me interrumpas Kim— la hizo callar su jefe— Se que han oído hablar del caso Manoban

La castaña amplió los ojos sorprendida, por supuesto que había oído sobre el caso, pero fue la pelinegra quien se apresuró a hablar

—Por supuesto, la psicópata serial que dejó decenas de cuerpos sin vidas en un tiempo récord. Sin mencionar lo mucho que les costo a las autoridades dar con ella— frunció el ceño. Ella misma había estado tras su rastro

—Así es, la cual no se pudo meter tras las rejas por su más que evidente problema mental. Por lo tanto la tiene restringida en el hospital psiquiátrico Santa Maria, pero recibimos una llamada del director que exige que sea trasferida al Cicilia

—¿El manicomio de alta seguridad? Esta a las afueras de la ciudad si no me equivoco

—Así es, y es ahí donde entran ustedes dos

Jennie tragó en seco

—¿Quiere decir que nosotras...?

—Se encargaran de trasladarla al centro mental

—¿Y no necesitaremos más respaldo? La tipa esta desquiciada— preguntó la pelinegra no muy convencida

—Por eso les he dado este caso a las mejores agentes— Miró su reloj y se puso de pie— bueno, se me hace tarde para una reunión — tomó una carpeta manila más gruesa de lo habitual y se lo entregó a la castaña— este es su caso, si necesitan información allí la encontraran. deben trasladarla el viernes a primera hora sin peros ni errores. Tiene libre hasta entonces para prepararse. Suerte

Ni siquiera pudieron responder, el hombre ya había salido de la oficina dejandolas con la palabra en la boca. Las dos intercambiaron miradas sin mencionar palabra

—Esto es una locura— comento la pelinegra pasándose las manos por el pelo con inquietud

—Esto es estúpido— gruñó la más baja en respuesta

Jennie se aclaró la garganta captando su atención, y por un momento se arrepintió de haberlo hecho

—Soy Jennie, Jennie Kim. Creo que si vamos a trabajar juntas al menos debemos saber nuestros nombres — La castaña se giró hacia la pelinegra en espera de su presentación. Se podía notar que la chica no se fiaba de ella, tenia el ceño levemente fruncido y la miraba como si intentara descifrar alguna cosa en Jennie— ¿Y tú eres...?

Sabía que ser arrogante con ella no mejoraría la cosa, pero no iba a permitir que la menospreciara por ser de otra agencia, era tan buena como ella y la pelinegra lo sabia

—Kim Jisoo— Saludo finalmente — Me estaba preguntando... ¿por qué nos asignaron a la hija del jefe de la estación 54 para este trabajo y no a alguien mas experimentado de mi agencia?

La castaña se encogió de hombros, era evidente que su poco tiempo en la agencia era una desventaja, pero tenia una idea de porque su padre la había asignado a ese caso, y ese era su mayor temor

—Creo que se debe a que fui yo quien la atrapó

las facciones de Jisoo estaban muy lejos de mostrar admiración por sus palabras

—¿Sabes lo que significa?— hizo una pausa y continuó al ver que ninguna respondía— Al parecer al jefe no le importa demasiado la vida de su hija

Jennie frunció el ceño

—¿Qué quieres decir?

—Eres la última persona que debería hacer este trabajo... ¿No lo ves?, Eres la distracción

—¿Distracción?

—En el menor descuido si Manoban intenta escapar sera a ti a quien ataque, tú eres una carnada, eres el blanco y el jefe sabe bien que antes de escapar, Manoban intentara matarte y eso solo nos dará tiempo para pegarle un tiro

El silencio de Jennie se alargaba. Su mente seguía sin procesar lo dicho, Pero finalmente comprendió las palabras de la pelinegra. Era casi seguro de que esa psicópata le torciera el cuello incluso antes de notarlo

—Sera mejor que nos pongamos a estudiarla. Si queremos seguir con vida tendremos que idear un par de planes por si acaso. Tenemos solo dos días— añadió Jisoo con el semblante serio, aquello no tenía sentido

Psycho Love (Jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora