-Jung Hoseok, ¿verdad?
Jungkook asintió lentamente mirando hacia abajo. No tenía ninguna lágrima en su cara, todas las había gastado ayer. Por otro lado, Jimin tenía la cara roja, sus cachetes hinchados y las manitos hechas puños.
Jimin era fiel creyente de las parejas predestinadas, había crecido soñando en encontrar a su media naranja, en poder hallar la otra parte que le hacía falta para estar completo. Pero, cada vez que Jungkook le contaba cómo se sentía con Taehyung, sus ilusiones bajaban. ¿Y si su alfa también era así? ¿Si no lo quería?
Aunque se mostrara con un omega fuerte, realmente tenía su corazoncito de cristal. Era muy sensible, no le gustaba que la gente se lastimara, ya sea con palabras o acciones. Ni a él ni a su lobo le gustaba eso. Las películas tristes le hacían llorar, le gustaban los mimos y le gustaba dormir abrazado a alguien.
Cada noche le rezaba a la Diosa Luna que su pareja lo quiera mucho, porque él amará con todo su corazón a su pareja. Claro, si este se portaba de buena manera con él. Su mamá le había enseñado que ni siquiera tu pareja predestinada tenía el derecho de lastimarte. Por lo que, aunque su corazón esté rompiéndose; él demostraría cuánto vale.
Pero ahora, en lo que tenía que concentrarse es en ayudar a su mejor amigo. Pues no piensa igual que él, sigue pensando que Kim cambiará, que lo escogerá. Dos años escuchando como Kim traía omegas, como solo tocaba a Jungkook en su celo, como no le había importado que era la primera vez del omega…
Pero Jimin había tenido suficiente de esa situación. Para él, Jungkook era la persona mas tierna y de buen corazón que había conocido, quería lo mejor para él.
Y Kim Taehyung no lo era.
Por otro lado, Jung Hoseok. Había oído hablar de él, un omega de la facultad de arquitectura. Incluso había chocado con él en algunas ocasiones, no podía negar que era un omega bonito y con una personalidad muy atrayente. Siempre amable y risueño, pero eso no significaba que aceptaba a cualquier alfa. De hecho, el omega era conocido por eso, por rechazar alfas. ¿Entonces por qué ahora andaba con Kim?
Pero es que, aunque fuera la peor persona, él no tiene la culpa del daño que estaba recibiendo Jungkook. Él no tenía ningún compromiso con Jungkook, no eran pareja. Y estaba casi totalmente seguro que Taehyung no le había dicho nada sobre que ya había encontrado a su pareja.
-Ese maldito... -Jimin susurró.
-Minnie... ¿Por qué a mi nunca me ha mirado así? -Jungkook miraba a suelo y arrancaba llano del suelo-. No entiendo, ¿es por qué no soy tan bonito como él?
- ¿Pero de que estás hablando Kookie? -Jimin hizo que lo mirara-, eres un omega precioso, tienes buen humor, buen cuerpo, una maravillosa voz, eres divertido, tu aroma es dulce. Eres lo que todo buen alfa busca en un omega.
- ¿Entonces por qué Taehyung prefiere a ese omega?
-Dije, buen alfa. Ese es un intento de alfa -Jimin acarició el cabello de Jungkook-. Hay muchos alfas que morirían por una cita contigo, alfas que estoy seguro cuidarían tu corazón como un tesoro
-Pero no son mi alma gemela.
Jimin se quedó callado, joder. No sabía que decir, sus palabras quedaron estancadas en su mente.
-Jungkook... ¿Y si quizá hubo un error? -Jungkook lo miró-. Puede que la Diosa Luna haya enredado sus destinos, o quizá... No es su momento, puede que en un futuro tú y ese tarado lleguen a estar juntos. Además, antes de todo estás tú, no necesitas a nadie para ser feliz, ni siquiera tu alfa tiene el derecho de lastimarte, aunque sea un poco.
ESTÁS LEYENDO
No Soy El Único
General FictionDesde que vio a Jungkook en los brazos de aquel alfa, Taehyung maldijo el momento en el que puso esa estúpida regla de no ser exclusivos, de no ser el único que podía estar con el omega.