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Ruby, Anne y yo nos dirigimos a donde estaban realizando la reconstrucción.

- Hola ministro - dijo Anne al llegar - estamos aprendiendo a hornear ¿Gusta un bollo?

- Gracias - dijo levantándose de la silla donde estaba sentado para luego sentarse de nuevo - esta construcción es agotadora.

Fruncí el ceño al darme cuenta el no hacia nada.

- Pero si es zanahoria y su ayudante - dijo Billy - y Ruby

- Si traen comida no importa si es Cuasimodo - respondió Gilbert.

Mientras caminábamos Ruby se tropezó provocando que Billy riera.

- Las niñas son unas inútiles - volvio a hablar Billy - ¿Por que no se quedaron en la cocina?

- ¿Quien te crees para decir eso? - le reclamo Anne

- Vayanse a hornear galletas

- No lo vez - hablo Gilbert - ya las hornearon

- ¡Esta es la propiedad de Ruby por si se te olvido! - le grite yo a Billy

- ¿Por que no se van? - grito Billy - no estorben a los hombres.

- Por que mejor no me das ese martillo para terminar el trabajo yo si tu estas mas ocupado con tus insultos - le grito Anne ya molesta igual que yo 

- Nosotras podemos hacer lo mismo que los hombres y mas. - Apoye a mi amiga.

- Te ayudo Ruby - dijo Gilbert quien había bajado del tejado.

- Gracias Gilbert - le dijo con los ojos brillosos.

- Denada - volteo a nosotras - gracias por venir a alimentar a las bestias.

Mis ojos conectaron con los de el, tenia su caracteristica sonrisa en los labios, esa sonrisa que podía enamorar a cualquiera... Digo, a Ruby.

- Vamonos - les dije a las chicas sacudiendo mi cabeza y nos fuimos de ahí.

- Gilbert es muy caballeroso - dijo Ruby suspirando

- Bueno, de que es algo, es algo - dije con una sonrisa viendo a Anne, ambas reimos discretamente y seguimos en nuestro camino.

Antes de volver a nuestras casas fuimos a una pequeña cabaña en el bosque que Anne nos había enseñado, era realmente hermosa.

- La reunion inagural de la casa de historias de Avonlea entra en sesion - hablo Anne, nos había dado unas bellas coronas de flores 

- Ay Anne, esto es tan... tan... - intentaba decir Diana.

- ¿Deliciosamente secreto y exquisitamente emocionante? - respondi a Diana

- Wow, son tan habiles con las palabras - respondió con una sonrisa

- Muchas veces ni siquiera se lo que dicen - dijo Ruby causando que rieramos.

- Antes de empezar nuestro club, debemos elegir nuestro seudonimo - hablo Anne

- Vez, otra vez no te entendí.

- Un seudonimo es un nombre para mantener el anonimato - le respondi

- Yo estare bajo el seudonimo de Rosamund Montmorency - dijo Anne - una vez a la semana nos leeremos nuestras historias en voz alta y las comentaremos.

Comenzamos a escribir, pero Ruby no tenia ni idea de que escribir.

- Que tal si escribes un tragico y bello romance - le dijo Anne

Ella sonrio y comenzó a escribir, igual que las demas, sin duda era un gran lugar para nosotras.

Ella sonrio y comenzó a escribir, igual que las demas, sin duda era un gran lugar para nosotras

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Luego de una semana de construcción regresamos a la escuela.

Camine y al entrar me di cuenta de que Anne había vuelto.

- ¡Anne!

Me acerque a ella y la abrace

- Te extrañamos mucho - dijo Diana

- Estoy de acuerdo contigo Diana

- Señorita White sientese - exclamo el señor Phillips, a veces luchaba por contenerme y no golpearlo con algo en la cabeza.

Tome asiento y como si fuera de instinto voltee a ver a Gilbert, para mi sorpresa el se encontraba mirandome tambien.

Le dedique una sonrisa para luego volver a voltear la cabeza y concentrarme en mi pizarra.

Tal vez si eres un buen amigo.

Una sonrisa se escapo de mis labio y volvi a concentrame en la clase.

Mudarnos a Avonlea no había sido una mala idea despues de todo.

OTRO CABELLO DE FUEGO | Gilbert BlyhteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora