OTRO CABELLO DE FUEGO | Gilbert Blyhte

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—¿Y una palabra o frase que especifique el significado de otra palabra o frase? —preguntaba el señor Phillips, pero nadie contestaba. —Tal vez el doctor nos pueda dar la respuesta —dijo en direccion a Gilbert.

—La respuesta es modificador señor —contesto el pelinegro —y pude aprender eso sin tener que malgastar su tiempo.

Algunos reimos ante la cara de indignacion del profesor, quien simplemente continuo la clase.

Mire a Gilbert y el me miro a mi, me dedico una sonrisa que correspondi sintiendo un leve sonrojo para luego volver mi atencion a la leccion del dia.

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Al dia siguiente nos encontrabamos Anne, Diana, Ruby y yo en la casa del bosque, Ruby nos platicaba como le habian pedido matrimonio a su hermana.

—Creo que es una propuesta bastante aburrida —dije, ganandome un asentimiento de Anne —Pudo hacerlo mejor.

—Prissy —comenzo Diana —casate conmigo o morire asfixiado por mi amor eterno.

—No —dijo Ruby —tendre varios novios que lo propongan varias veces para volver loco a Gilbert Blythe, tu turno Anne.

La peliroja se levanto y aclaro su garganta —Por ti voy a construir un castillo y cada piedra sera forjada en mi corazon con el fuego de mi cariño, ¿aceptas este diamante, querida? ¿Que dices?

—¡Si! —Exclamó Ruby.

Las cuatro reimos ante la respuesta de Ruby. 

—Estoy segura de que quisieras que Louis se te declarara asi, Anne —le dije con una sonrisa coqueta.

—Claro que no —dijo la pelirroja —no estoy nada interesada en Louis.

—Lo que tu digas —rei junto a Diana y Ruby —debo irme chicas, mamá me espera en casa.

—Nos vemos luego _______ —corearon las tres.

De camino a mi casa, el ambiente estaba pacifico, pero los sucesos que acaban de pasar me pusieron a pensar, ¿como quiero que mi novio me pida matrimonio?

Me gustaria que fuera intimo, si, solo nosotros dos. Tal vez una flor blanca, un tulipan. Que se arrodille y me mire con el amor mas grande que sus ojos puedan expresar y me diga: ¿podemos ser marido y mujer el resto de nuestras vidas?

—Si, Gilbert... —susurre ante la ensoñacion

—Si Gilbert, ¿que? —la voz de Louis interrumpio mis pensamientos, ¿en que momento habia llegado a casa?

—Nada.

—Soñabas despierta, ¿cierto?

—Para nada, oye, ¿donde esta mi hermano?

—No lo se, no lo he visto en todo el dia.

—Que raro, lo buscare mas tarde, ahora con permiso Louis.

Subi las escaleras y entre a mi habitacion, me lance a la cama y solte un largo suspiro.

Pero no paso mucho antes que la intriga me invadiera.

Me levante, y lentamente camine al cuarto de mi hermano, entre en silencio y vi que estaba vacio.

—¿Donde estas Jason?

Me adentre en la habitacion cerrando la puerta detras de mi.

Analice la estancia, la cama destendida, la ropa en el suelo, muchos papeles regados en el escritorio. Me acerque a el y comence a hojear los papeles.