Seguía sin poder verle la cara y estaba bastante frustrada, pero era mi culpa por no mirarle en el baño...
Caminábamos a la vez, pero separados por un metro de distancia, por los pasillos del hotel de camino a la recepción...
-¿Por qué ocultas tu cara? ¿Tan feo eres?-Oh mierda, maldita sinceridad la mía. No había pensado lo que había dicho y ahora se enfadaría y me torturaria con mi peso, o con que soy una enana, o con que dormiriamos en la misma habitación si él quería...
-Deja que lo piense...¡tengo frío! -Dijo en medio de una carcajada. Definitivamente no era como yo pensaba sino todo lo contrario. Cualquier chico que conociera de un día me habría mandado a la mierda, pero él no lo hizo.
No sabía que decir, había quedado como una estúpida. Claro que tenía frío...yo estaba congelada.
-¿Me vas a decir tu nombre o debo esperar a recepción? -Saltó de golpe.
-Vicky. ¿Tú?
-Asier. Pero nadie me llama así.
-¿Y entonces como te llamo?-Sonreí.
-Asier está bien. No hay tanta confianza.-Estuve tentada a recordar que ya lo había visto desnudo, pero podría reprochar que la cara no, así que cerré la boca.
-Quiero ir a fumar.-Dije, aunque en realidad sólo quería pensarlo.
-¿Fumas?-Preguntó incrédulo. Yo flipé.
-¿Qué pasa que por no ser una malota que se folla todo lo que pilla no puedo fumar?
-Relaja Victoria que no he dicho eso.-Escuchar mi nombre en sus labios me hizo sonrojar. Miré al frente y divisé la puerta.
-Ahora vuelvo. Puedes ir hablando si te ves capaz.-Y caminé hacia la salida con paso firme. Necesitaba un cigarro, no había fumado en todo el día. Cosa rara en mi.
Salí a la calle y ya era prácticamente de noche, no había comido desde el desayuno y tenía mucha hambre pero me urgió más fumar. Me apoyé en la pared de la derecha y saqué un cigarrillo de la caja que tenía en mi pantalón.
-Mierda, el mechero.-Siempre me pasaba igual, traía el tabaco y no el mechero o de al revés. Mi cabeza no está tan bien como debería...
-Toma.-Dijo una voz a mi lado. Era Carlos.
-Gracias.-Cogí el mechero que tenía una moto y se lo devolví después de encender mi cigarro.
-Dame uno anda que no tengo.-Le di un cigarro y miré en la cajetilla, quedaban 14. 2 por día, no está mal. (Intento dejarlo)
-¿En qué habitación estás? -Pregunté sonando indiferente, pero la verdad es que quería saber si yo era la única que estaba con alguien del sexo opuesto.
-En la 125, con Iván. ¿Tú? -Le di una gran calada al cigarro y expulsé el humo despacio.
¿Qué le voy a decir? ¿Qué duermo con un tío? No creo que eso ayude en nuestra..."relación".-Quiero cambiarme. No me gusta.-Estaba nerviosa y esperaba que no se diera cuenta pero una voz grave y jodidamente sexy lo empeoró.
-Dicen que no nos van a cambiar. Que no hay habitaciones libres. Ah, y eso duele.-Bromeó mientras se apoyaba junto a Carlos. -Soy Asier. Tú debes de ser Carlos.
¿Cómo cojones sabe quien es?-Si, ¿cómo lo sabes?
-Vicky me ha hablado de ti.-Sonrió y encendió su cigarrillo.
Mentira, mentira, mentira. ¿Me espiará o qué?-Bueno ¿de qué hablabamos?-Preguntó Carlos algo enfadado.
-De que quiero cambiarme de habitación.-Repetí mientras sonreía con desgana.
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Tras las apariencias
Teen Fiction¿Qué pasa si tu vida da un giro de 180 grados? ¿Qué pasa si tus estúpidos padres deciden cambiarte de instituto a uno a muchos km de tu hogar? ¿Qué pasa si tienes que dejar al chico que te gusta y al que le gustas para irte lejos? ¿Y si allí te encu...