𝙚𝙭𝙥𝙚𝙧𝙞𝙢𝙚𝙣𝙩: 𝙩𝙝𝙚 𝙘𝙪𝙧𝙚 [Leon S. Kennedy & Tú]

Five

❏ ❐ ❑ ❒ ❏ ❐ ❏ ❐ ❑ ❒ ❏ ❐

NARRADORA.

Luego de aquel incidente en la sala de boxeo, ________ permaneció todo el día en la sala de disparos.

Sandra le había dicho que descansara un poco, que fuera a su recámara y que se quedara allí, pero no podía. Mañana sería el día en el que tendrían que ir a esa base militar, y en otros días más.. quizás matar personas.

Soltó un largo suspiro, cerrando sus ojos por unos momentos para después, apuntar con su pistola 9mm hacia su objetivo, el cual era una persona de madera, el cual tenía dibujado puntos rojos, los cuales eran los puntos débiles a los que debías disparar.
Comenzó a disparar a aquellas maderas, dando perfectamente en el blanco, destruyendo las partes rojas. Estaba sumamente concentrada, imaginando que esas personas de madera, eran los asesinos o el asesino de su padre.
hasta que por alguna extraña razón, otra vez volvió a su mente aquel policía..

❏ ❐ ❑ ❒ ❏ ❐ ❏ ❐ ❑ ❒ ❏ ❐

________.

Vamos ________, sólo han pasado dos días de aquel incidente de la tienda de música, ¿como puedes seguir pensando en eso? ugh.

Aparte, debería odiar a ese policía, ¡Casi me lleva a la cárcel! ¡Hasta me hirió! no podía ir a ese lugar, nop. Definitivamente no podía ir a la cárcel.
Aún que no podía negarlo, era bonito. Aún recuerdo sus profundos ojos azules, los cuales me miraban enojado, vaya, hasta enojado se veía realmente hermoso.
Usualmente es raro ver policías tan lindos, casi todos son unos viejos feos.

Ah.. Sus cabellos cenizas, los cuales se mecían de un lado a otro con el leve viento que corría esa noche. o sus labios, que se veían tan suaves y con un tono rosa pálido, o su voz.. La cual aún recuerdo perfectamente, una voz ronca, fuerte, demandante, dura.. Muy masculina.. y su-

— ¡________!

— ¡Diablos! Oh.. Leyla, me asustaste. no vuelvas a hacer eso. — coloque una mano en mi pecho, dejando la pistola de lado, mirando de mala manera a Leyla, quien al parecer le había parecido graciosa la escena.

— Oye, no era mi culpa que estés tan sorda. Estaba llamándote hace unos 5 minutos. ¿tan concentrada estabas? — alzó una de sus delgadas cejas, mientras se cruzaba de brazos.

— bueno, obviamente hay que estarlo, sí no podría fallar. Y yo nunca fallo en un tiro. — hablé, inflando mi pecho de orgullo, claramente haciéndolo de broma. Leyla y yo reímos, y esta me dio un leve golpe en mi hombro. — bien, ¿que necesitabas?

— ¿enserio no sabes que horas son?

Fruncí mi ceño levemente, desviando mi mirada hacia el reloj que se encontraba colgado en una de las paredes del lugar.
Eran las 10:11pm, a las 09:00pm es la hora de dormir de todos aquí. Diablos, ¿tanto rato me había quedado aquí?

— oh cielos, no me había dado cuenta. Gracias por avisarme, ¿como sabias que estaba aquí? — pregunté, guardando la pistola en su lugar, para después, ambas caminar hacia la salida de la sala de prácticas, apagando la luz y cerrando la puerta.

— los disparos, los oí cuando iba a la cocina, tenía hambre.

ambas reímos y comenzamos a caminar hacia nuestras habitaciones. Leyla.. jamás hable con ella, es decir, nos llevábamos bien ya que siempre éramos oponentes en boxeo, pero jamás llegué a entablar una amistad o una conversación más a fondo con ella. Es agradable, y bonita también.
Tenía unos ojos verdes, cabello largo y un poco rubio, una tez blanca, una nariz perfilada y una estatura más alta que yo. por lo que sé, es que Leyla tiene 24 años, es muy simpática conmigo, a comparación de las otras chicas, las cuales veía que a veces se querían acercar a mi, pero luego descartaban esa idea de su mente y se iban por donde venían.