Continento.

CAPÍTULO FINAL

SIN POV

Alba sentía sudar sus manos, todo el mundo estaba prácticamente en silencio y la observaba a la espera de aquello que tuviese que decir, contentos por que tenían un ratito más con ella y tristes al mismo tiempo al ser conscientes de que el concierto estaba a punto de llegar a su final. Frotó con nerviosismo sus muslos y miró a Natalia una última vez antes de decidirse a hablar.

Natalia por su parte, agarraba con fuerza la mano de su mejor amiga Ici, estaba nerviosa por saber si Continento aparecería en algún momento, Ici, estaba al tanto de todo casi desde el principio y era quien finalmente, la había alentado a disfrutar de lo que tuviese que venir y darle la oportunidad de redimirse a su chica anónima. Tenía a Alba Reche a menos de dos metros de distancia y podía observarla perfectamente, era preciosa. Se había percatado de que la miraba muy seguidamente durante todo el concierto, suponiendo que quizá, se acordaría de ella de Sevilla, o al menos esa ilusión tenía ella. Tenía toda su atención puesta en su cantante favorita.

-No tenía intención de enseñaros esto hoy. En realidad, no ibais a tener noticias hasta final de mes. -habló con una sonrisa nerviosa en el rostro Alba- Llevaba un tiempo pensando en versionar una canción fantástica que seguramente conoceréis casi todos los que hay aquí hoy y de verdad, espero que la cantéis conmigo. -pasó un mechón de pelo detrás de su oreja- Esta canción me ha recordado desde el principio a alguien que puedo presumir de conocer un poquito. Aunque unos meses no han sido suficientes. -miró directamente a Natalia, ésta, sonrojada por que lo hiciese no se enteraba de la misa la mitad, pero Ici, a su lado y la menos ilusa de las dos, empezaba a ser un poco consciente de por dónde iban los tiros, aunque no podía creérselo- A veces, tomamos decisiones que hacen daño a uno mismo y a los demás.

Alba mordió su labio, no paraba de observar a Natalia y el público, había empezado a girarse en busca de aquella persona que captaba toda la atención de su cantante. La rubia se levantó de donde estaba y caminó hacia el lado donde se encontraba su chica favorita, decidida a darle la disculpa que se merecía, se acuclilló y la miró directamente a mas o menos un metro de distancia, desde allí observó que llevaba el colgante de la pluma que le había regalado también, se sintió con una esperanza inesperada, le sonrió todo lo que pudo justo antes de empezar a hablar, con la mano en el pecho, agarrando el micrófono con fuerza y temblando, estaba a punto de desnudarse el alma.

Natalia la observaba emocionada, le devolvía la sonrisa y esperaba a escuchar lo que tuviese que decir, sabía que la miraba a ella pero no entendía el por qué.

-A veces, es la persona, pero no el momento. -se encogió de hombros sin dejar de mirarla, Natalia era ahora el centro de muchas miradas más de las que le gustaría- A veces, es la persona, el momento y no somos nosotros. -mordió su labio y negó con la cabeza, recordando algo que siempre le decía su morena- A veces, sólo a veces, las cosas son un poco más complicadas de lo que pueden parecer para una persona que ve la vida de otra desde fuera. -citó Alba una de las frases que había escrito en la carta a Natalia- La siguiente canción.. -se volvió a incorporar, esta vez volviendo al centro del escenario y mirándolos a todos un momento, soltando de golpe el aire de sus pulmones- ...se la dedico a una morena. -miró de nuevo a la pamplonica y se encogió de hombros, observando la cara de circunstancia de una Natalia que intentaba atar cabos con todo aquello- Una morena que me ha hecho sentirme la heroína de mil aventuras. -volvió a sonreir, estaba al borde del llanto, quemando de verdad su último cartucho y pidiéndole a gritos que la entendiese y la perdonase- Me ha hecho sentir un único continente de un mundo muy loco. -hizo referencia a su nombre de Wattpad, esperando que eso la hiciese darse cuenta de una vez que le hablaba directamente a ella- Me ha sacado de quicio mil veces y me ha hecho entrar en razón otras mil. Te dije que te buscaría, ojalá decidas encontrarme. ¡Esto se llama, Morena mía!