Era una lucha de miradas; uno contra uno. El resto de personas a su alrededor habían desaparecido. Uno con el ceño fruncido y, el otro, cansado del show que siempre ocasionaba su amigo cuando hablaban de ese tema en específico.
─Beomgyu, te gusta. ─afirmó el pelinegro, sin dejar de observar a su molesto amigo.
─No es así, Soobin ─respondio con un tono notablemente molesto, para después, finalmente, revolear los ojos─. Además, tú ni siquiera lo conoces, ¿cómo estás tan seguro de que me gusta?
Soobin lo siguió observando, con una ceja levantada y un gesto recriminatorio.
─¿Qué? ¿Por qué me miras así, idiota? ─cuestionó el castaño, que ya estaba a la defensiva.
─¿Qué tiene que ver que no lo conozca? Eso no hace falta ─aseguró, llevandose una cucharadita de helado a su boca. Se tomó el tiempo de saborearlo y, después, continuó─. No hace falta conocerlo cuando estás, literalmente, todo el día hablando de ese tal Yeonjun hyung.
─¡Pero eso no quiere decir que me guste! ─exclamó, cayendo rendido en la mesita. Cubrió su cabeza con sus brazos y sintió un peculiar dolor en su pecho.
─No siempre, pero contigo es más que obvio ─Comió lo último que quedaba en el pote y lo dejó a un lado, para prestarle atención única y exclusívamente a su dolido amigo─. Es obvio que lo amas, pero no lo aceptas. Intenta recordar sus momentos juntos, recuerda lo bien que me dices que te hacía sentir. Entonces, podrás entender lo mucho que lo quieres.
Beomgyu lo pensó, lo recordó y, cuando terminó de hacerlo, la realidad le cayó encima como un balde de agua fría. Se sonrojó y su corazón se agitó, mas esa sensación de enamoramiento se vio opacada por un persistente y molesto dolor en el pecho, el cual le impidió sentirse a pleno.
─Bueno, es probable que me guste, pero... ─Suspiró, acomodándose en su lugar y sintiendo como el dolor se intesificaba al recordar que esos momentos con su hyung ya no podrían volver a ocurrir─. Hace mucho que no hablamos. Ni siquiera nos decimos hola. Siento que... todo es parte del pasado, ¿sabes?
─No, no lo sé, y tú tampoco ─respondió Soobin, encogiéndose de hombros─. Intenta hablarle, digo, ¿quién sabe qué podría pasar?
─La última vez que le hablé me dejó en visto... ─comentó, apenado─. Y ahora vive muy lejos como para ir a reclamarle como antes. Desde que se mudó anda muy distante y eso fue hace como un año.
─Beomgyu, insiste ─Posó una mano en el hombro de su amigo para darle apoyo, pero al instante volvió a su lugar y suspiró, por décima vez en el día─. En serio, a veces pareces una quinceañera enamorada.
─Bueno, en efecto, lo soy.
Y así, esa noche al llegar a su casa, refugiado entre las sábanas de su cómoda cama, le escribió un simple "hola" a su amigo. Ese que se había mudado lejos y con el que había perdido el contacto, pero que, aún así, seguía apreciando como el primer día, o incluso más.
Un simple "hola" que le dio la remota pero existente esperanza de que, algun día, todo volvería a ser como antes.
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Stickers || Yeongyu
Любовные романыEn donde un sticker aparece en tu rostro por cada persona que está enamorada de ti. Yeonjun era muy popular y tenía muchos de ellos, pero, de la nada, uno más grande que los demás apareció. ─¡Beomgyu, deja de llorar por él! ─Usted no lo entiende, hy...