En menos de veinte minutos desde que había llegado la casa se había quedado en silencio, Regulus había escuchado los susurros amortiguados de su hermano y sus amigos desde su habitación, espero aún diez minutos desde que la última persona en la casa se hubo marchado para salir de su cuarto, ¡Qué cambiado estaba todo! Nunca había sido particularmente una casa hogareña pero ahora recordaba un poco a las que se muestran en esas películas muggles que pasan por navidad... lo odiaba, se paró frente al tapiz del árbol genealógico de los Black, el mismo que su hermano había tapado con un árbol navideño, levantó la varita y murmuró.
- Fiendfyre - era un hechizo excesivo para el molesto árbol, pero ver a la serpiente de fuego consumirlo de un bocado tenía cierto encanto.
Luego de haber vivido tantos años en el mundo muggle, Regulus había aprendido a celebrar la navidad, incluso a veces visitaba a algunos amigos en estas fechas, pero una cosa era ver el mundo muggle vestirse de forma navideña y otra muy diferente era ver un árbol de navidad tapando la historia de su familia.
Cuando el árbol de navidad desapareció convertido en cenizas, Regulus observó el árbol genealógico de su familia, allí, más allá de los nombres de sus padres, estaba su nombre y el de su hermano, el de Sirius debajo de una mancha negra sobre el tapiz, el suyo, con fecha de muerte, levantó la varita y murmuró el viejo hechizo que anulaba el que hace tiempo Severus había puesto sobre su nombre cuando fingió venir a buscarlo, ese había sido un favor que Regulus siempre le debería.
Su nombre brilló de nuevo anunciando que estaba vivo, ahora no podía huir, tendría que enfrentarse a aquellos de los que había estado escapando y quién sabe si pronto no habría una fecha real de muerte debajo de su nombre.
Recorrió la casa caminando con cuidado, sin hacer ruido, no se sentía realmente suya y se sintió como un intruso, luego de haber visto los nuevos cambios que habían hecho Sirius y sus amigos, reviso el primer piso, luego el segundo, apretó los puños cuando se encontró un hipogrifo en el dormitorio de sus padres, aunque luego se relajó y se acercó al animal para acariciarlo, Sirius era muy extraño en sus venganzas, al fin camino hasta la puerta de la entrada y se paró frente el cuadro de su madre.
- Madre - llamó retirando las cortinas del cuadro, la imagen de Walburga Black se despertó y lo miró en silencio -. Ya se han ido.
- ¿Los traidores de sangre? - pregunto emocionado el retrato, Regulus asintió y levantó la varita.
- Me parece que fue mala idea colocarte aquí madre, te moveré a una habitación donde no tengas que ser la primera en enterarte si entra alguna persona indeseable a la casa.
- Aquí puedo alertarte - dijo su madre, Regulus ya había comenzado a levantar las maldiciones y sonrió un poco ante esas últimas palabras.
- Pondré salas en la casa para que no tengas que hacerlo madre - le aseguro cuando ya la tenía completamente descolgada -. Pero no me gusta verte molesta, lo sabes, vamos, creo que puedo ponerte en una de las habitaciones que Sirius no ha tocado demasiado.
- ¡Por Salazar, ese hermano tuyo! Lo destrozó todo y boto a la basura sin medirse muchos de los tesoros familiares - sollozo su madre, Regulus levitaba el cuadro mientras la escuchaba con tranquilidad -. Hay que devolver las pinturas de nuestros familiares a sus lugares, Sirius las quitó diciendo que no quería verlos ¡Vaya desgracia que tuve con él!
- Descuida madre, encontrare algún lugar donde colocar todos los cuadros - murmuró Regulus antes de susurrar un hechizo para poner a dormir de vuelta el cuadro de la señora Black, lo dejo en la azotea, en un extremo se veían apilados uno contra otro todos los viejos cuadros que había en la casa, al igual que a Sirius a Regulus no le apetecía que le reclamarán y criticaran todo lo que hiciera, por eso los cuadros se quedarían allí, donde no serían los espías que en su juventud habían sido; colgó el cuadro de la señora Black en la pared, merecía un lugar especial a pesar de todo y regresó a su habitación con las manos en los bolsillos, se dejó caer sobre la cama, su cabeza caía por el borde y veía al revés el escritorio de su cuarto, podía ver allí los libros que se había dejado cuando se marchó de la casa después de la muerte de su madre y los esferos desordenados y llenos de polvo.
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Palabras calladas y medias verdades
FanfictionHuyo del mundo mágico antes de que Voldemort pudiera matarlo y aunque regreso después de que la guerra terminara, muchos todavía lo creen muerto. Regulus Black decide volver a casa luego de haberla abandonado después de la muerte de su madre, la gue...