Capítulo 4

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A ellos no se les dijo nada, los adultos de la Orden parecían decididos a que eran demasiado jóvenes para enterarse de las cosas importantes, aun así no fue difícil para ninguno de los presentes averiguar que la llegada del hermano de Sirius era una mala noticia; Sirius lo había recibido con frialdad, Hermione pensó que esa no era la reacción adecuada cuando descubres que tu hermano está vivo, había resentimiento entre los dos, eso saltaba a la vista, Hermione se negó a sacar conclusiones todavía, las palabras con las que se habían recibido no eran agradables pero Sirius parecía estar molesto con su hermano, no nervioso o furioso porque alguien (según Sirius un asesino) pudiera entrar al cuartel de la Orden del Fénix, eso era un punto a favor de Regulus contra todos los que se había apuntado en contra los diez minutos que duró su entrada a la casa.

- ¿Qué hacemos? No es seguro tener a los niños aquí - dijo la señora Weasley asustada.

- Regresen unos días a la Madriguera - propuso Sirius con seriedad mirando hacia el lugar donde se había marchado su hermano -. Consultare que hacer con Dumbledore y luego veremos cómo solucionamos esto.

- Si... sí - murmuró la señora Weasley -, es lo mejor, cuanto antes, todos vayan hacia la chimenea.

- ¿Las cosas que tenemos en las habitaciones? - preguntó Hermione sosteniendo su libro entre los brazos.

- Yo me encargare de eso luego de hablar con Dumbledore... mi hermano no quemara la casa, a diferencia de mí a él le encantaba todo lo que tuviera que ver con nuestra familia - aseguró amargamente Sirius, Hermione asintió de mala gana.

- Vamos chicos, todos a la chimenea - dijo la señora Weasley y todos los adolescentes algo reacios caminaron hacia la chimenea.

- Tú también Remus, yo me encargo de hablar con Dumbledore - dijo Sirius y cuando pareció que Lupin iba a replicar, aclaro -, es mi asunto, es mi hermano después de todo.

Lupin asintió y uno por uno entraron a la chimenea para ir a La Madriguera.

- ¿Tú sabías que Sirius tenía un hermano? - le pregunto Ron a Harry mientras iban a sentarse en uno de los sillones de sala, Harry asintió.

- Me habló un poco sobre él, una vez, cuando me hablaba de que se escapó de casa...

- ¡¿Se escapó de casa?! - pregunto sorprendida Hermione, Harry noto que Ginny y los gemelos también se habían unido al grupo y habló un poco más alto para que todos lo escucharan.

- Sí, verán, Sirius odiaba a su familia porque creían en la supremacía de la sangre, sus padres eran firmes creyentes de esto y su hermano también, a Sirius le recordaban todo el tiempo que era inferior a su hermano porque él no aceptaba esta ideología, por lo que me contó, entonces Regulus se unió a los mortífagos...

- No lo dirás en serio - dijo Hermione.

- Tiene sentido - comentó George, sin rastro de su habitual comportamiento bromista.

- Por eso Sirius lo llamó asesino - completo Fred, también con un aura de seriedad.

- Exactamente - estuvo de acuerdo Harry -. Los padres de Sirius no eran mortífagos, pero creían que Voldemort tenía razón, por lo que estaban encantados de que Regulus se les hubiese unido, pero entonces a Regulus le entró miedo e intentó echarse para atrás, y alguno de los mortífagos lo mató por órdenes de Voldemort, Sirius dijo que no era un mortífago de alta jerarquía como para que el propio Voldemort lo matara en persona...

- Pero algo falta en esa historia porque obviamente logró escaparse con vida - dijo Hermione.

- Sí, pero no puedo decirles más hasta que Sirius nos lo explique - dijo Harry encogiéndose de hombros.

Palabras calladas y medias verdadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora