♦️"Lazos de Sangre"♦️

Capítulo 5 [ Primera Palabra "Mamá", La amenaza de Roy ]

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[ Un Mes Después]

Volkov caminaba tranquilo por las calles de Los Santos con Gustabo y Horacio en un carrito especial para gemelos.

Gustabo jugaba con un muñeco entreteniendo a Horacio quien reía con el juego de su gemelo.

Una dulce sonrisa se le escapa al Ruso, amaba a esos niños más de lo que Imaginaba.

- Я люблю их - susurraba en su natal idioma a los pequeños, estos simplemente inclinaron su cabeza hacia la izquierda en señal de Confusión pero sonrieron al sentir la cálida mano del Omega acariciandolos.

- Ahg! Mocoso Ven Aqui!- gritaba un hombre enojado.

Volkov se dirigió al lugar donde provenía los gritos y vio a un robusto hombre acorralando a un niño de no más de cinco años.

Reconoció rápidamente a ese niño, varias veces le habia robado tanto a él como conway, era un niño muy problemático pero no era malo lo sabia porque lo único que le robaba era dinero o aveces alimento, pudiendo robarles la pipa no lo hacía. . . ese niño no era malo.

- Al fin te tengo Mocoso del demonio- exclamaba el hombre agarrando al niño de su maltratada camisa dispuesto a golpearlo.
Volkov no podía permitirlo, corrió rápidamente hacia el hombre y lo noqueo de un fuerte golpe en la nuca.

¿Lo había matado? Poco le Importaba, solo le Importaba el niño.

- ¿Estás bien?- le pregunto Volkov.
El niño, azabache y de azulados ojos no respondió, simplemente agarró el sandwich y la bebida que le habla robado al hombre y salió corriendo del lugar.

-ESPERA! - llamaba Volkov, tomo el carrito de sus cachorros e intento seguir sigilosamente al menor.

Lo siguió hasta debajo de un puente donde vió que le daba alimento a un niño que aparenta tener cuatro años o menos.

Se le estrujó el corazón.

Lo sabía, ese niño no Robaba porque quería, lo hacía para alimentar a quien parecía ser su hermano menor.

Un mal movimiento suyo reveló su ubicación y ocasionó que los niños escaparan del lugar.

-No! Esperen!-  Intentaba detenerlos Volkov, pero no hubo caso, está vez esos niños se le habían escapado.

Un suspiro frustrado se le escapo, no entendía porque pero esa situación le afecta más de lo normal.

En Ese aspecto se sentia más sensible.

¿Por qué?...

Gustabo empezó a balbucear, vio su reloj y notó que ya era tarde.

Sonrió.

Gustabo sabía cuando era hora de su alimento.

- Vamos a casa Саженцы- les decia dulcemente.

Ya después buscaría a esos niños e Intentaría ayudarlos.

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Ya en su Hogar.

Debido al ataque que habían recibido en el departamento del mayor, el alfa los había mudado a una casa un poco más hogareña.

Tenía un amplio patio con piscina incluida y un lugar de juego para cuando los niños crecieran.

Un pequeño sonrojo se le apodero en el rostro a Volkov.