Capítulo 4 Always Mine

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Al llegar a la cabaña Jeff the Killer miro de forma extraña a los jóvenes que parecían estarlos esperando. Slenderman nunca dejó de sujetarlo con fuerza ocasionando que el pelinegro se removiera incómodo.

-Y bien, ¿Quién era el forastero?- El de la máscara pregunto y de inmediato una voz en la cabeza de Jeff apareció.

No lo sé, ni me interesa...

- ¿Cómo haces eso?- Pregunto Jeff de forma brusca y algo alterada, giro su rostro a los demás jóvenes y espero una respuesta.

-...T-tu...lo escu-escuchas...¿Cierto?- El pelíngro abrió la boca para preguntar porqué hablaba de forma tan estúpida, pero el de la máscara volvió a hablar interrumpiéndolo.

-Es una comunicación cerebral, son como ondas magnéticas que envía a tu psiquis. *Por cierto, yo soy Mazky, el pequeño es Ticcy-Toby y él de la capucha se llama Hoody- El joven asesino extendió una mano hacia Jeff sin embargo Slenderman atrapó esa mano con un tentáculo y lo arrojó hacia un árbol. Todos se quedaron estáticos y no movían ni un músculo.

- ¡Demonios!...agh...¡¿Eso por qué fue?!- Mazky grito, levantándose lentamente del suelo y sacudiendo sus ropas.

-Nunca nos habías dañado- Acusó Hoody viendo a la figura alta que se encontraba imperturbable.

Aléjense de él...es mío...

La afirmación retumbo en el cuerpo de Jeff que se estremeció y por unos segundos no supo que contestar. Hasta que un ceño fruncido apareció en su rostro, la cólera subía por su sistema; usando su agilidad logró soltarse de los brazos del larguirucho y cayó de forma fina sobre las hojas de otoño que crujieron bajo su peso. Estaba bastante cabreado no había porque negarlo, sin embargo otra parte suya estaba confundida, tratando de entender el verdadero significado de esas palabras.

- ¡No soy nada tuyo para que me trates como una puñetera mujer!- Él gritó con voz ronca, mirando especialmente al ente que estaba en frente.

- ¿Él no es un simple proxy?- Hoody pregunto con cuidado, dándose una idea de lo que el joven asesino podría significar para el operador.

Él es...mío, sólo eso...

Eso dejó en estado catatónico a todos ahí, los proxys no podían recordar alguna vez en la que Slender titubeara en una decisión. Toby se puso algo nervioso, no le gustaba la inseguridad de esa plática, lo hacía sentirse vulnerable. Como si volviera a su antigua vida. Camino lentamente hacia atrás y se recargo en un árbol, esperando que sus compañeros decidieran irse de ese lugar.

-...¿A qué te refieres con eso? - La parte confundida le ganó a las ganas de aniquilar a ese ser. Jeff ladeo la cabeza dejando que su chamuscado cabello cayera hacia el lado izquierdo y miro de forma inquieta a Slenderman.

¡A lo que quieras entender con eso!

La voz causó escalofríos a todos los que estaban ahí, repentinamente Masky se aproximó hacia Hoody tomándolo del brazo.

- De acuerdo, entonces, nos vamos- Con una seña hacía el más pequeño los tres jóvenes caminaron en dirección al bosque adentrándose en la oscuridad. Jeff siguió sus movimientos hasta que sus ojos no fueron capaces de distinguirlos entre las sombras.

Slenderman tenía un debate en su cabeza. Sintiéndose más humano que incluso antes de su "accidente".

¿Es qué ese chico tenía algo de especial? Por el momento no quería saber nada, lo único que le importaba era mantener esa fina figura cerca de él, que no hubiera espacio existente entre sus cuerpos. Slenderman alzó una mano hacía el joven asesino, sin embargo este ya no estaba en el lugar donde lo había visto.

The blood and usDonde viven las historias. Descúbrelo ahora