Modern Love - Luimelia

La parte de atrás del jardín

- ¡¡Luisita, por Dios, sal ya de la ducha!! - Manolita grita desde el salón del piso de Luisita y Amelia, desesperada. Se dedica a mirar el reloj que hay colgado en la pared y caminar de una punta de la estancia a otra. A los pocos minutos, ve aparecer a su hija con una toalla enrollada en la cabeza y una amplia sonrisa. - Pero hija, ¿tú ves normal que estés todavía así? ¡Que tenemos que salir en una hora!

- A ver, mamá, tranquila, tengo muchísimo tiempo.

- ¿¡Muchísimo tiempo!? Ya tendrías que estar maquilladísima y casi vestida.

- Mamá. - Luisita intenta captar la atención de su madre pero esta sigue dando vueltas de un sitio a otro y mascullando cosas sin sentido. - ¡Mamá! ¡¡MAMÁ!!

- Ay, Luisita, ¿qué quieres, por Dios?

Luisita se acerca a su madre y la agarra por los hombros mientras la mira con una sonrisa.

- Que entiendo que estés nerviosa, pero va a ir todo bien. ¿Me crees o no? - Manolita asiente. - No tienes que preocuparte por nada. Voy a estar lista a tiempo, te lo prometo. María ya está llegando para maquillarme un poco, que se le da muy bien, ya sabes. - Le da un beso en la frente. - Venga, hala, voy a desenredarme el pelo. Ahora vengo.

***

- ¿ Y si papá no llega a tiempo para vuestra boda? Es tu padrino, ¿no? No podríais casaros y entonces no os dejarían tener al bebé y tendríais que dárselo a otra familia y entonces yo no voy a ser tía y...

- Eh, Catalina, a ver, yo creo que es mejor que te calles un poquito y vayas a jugar con Ciríaco, ¿vale? Que tenemos que terminar aquí. - Marisol está ayudando a Amelia a prepararse. Lleva ensayando toda la semana con tutoriales de YouTube para hacerle un maquillaje y un peinado decentes a su cuñada. - Yo no entiendo por qué no habéis cogido cita en la peluquería o algo, no sé...

- Anda ya, pero si no es necesario. - Responde Amelia, intentando sonreír, aunque realmente está bastante preocupada porque no ha tenido noticias de Marcelino, que salió por la mañana para recoger a su madre de Zaragoza. No estaba completamente segura de que todo fuera a salir bien.

- ¿Estás bien? - Le pregunta Marisol. Amelia asiente intentando aparentar tranquilidad. - Oye, que no te preocupes, eh. Que mi padre va a llegar a tiempo con tu madre, no tengas duda. Menudo es. Ja, ja.

***

Luisita llega la primera a la pequeña finca que habían alquilado para la ocasión. Bueno, la primera antes que Amelia, porque realmente en la finca ya están algunos de sus amigos y amigas terminando de prepararlo todo. Les habían pedido encargarse de la decoración del sitio, y aunque Luisita y Amelia no querían mucha parafernalia, les pareció buena idea dejar eso en sus manos (es decir, quitarse un peso de encima) y ocuparse de otras tareas. Uno de sus amigos era decorador, así que estaban tranquilas. Luisita entra con Manolita, Lola y su marido, y se queda impresionada por lo que ve. El jardín está lleno de bancos y los bancos llenos de guirnaldas de flores. Al final de la fila de bancos, en el centro, Luisita ve un arco blanco también repleto de flores de distintos colores, todas en tonos pastel. En la parte derecha, donde queda una gran zona de jardín despejada, han colocado mesas redondas y sillas para los asistentes, y algunas otras mesas con aperitivos, bebidas y cosas varias.

- Madre mía, Luisita, pero qué bien os han puesto esto, está precioso. - Luisita sale de su ensimismamiento porque Manolita le da una palmadita en el brazo, emocionada. De hecho, observa que tiene los ojos un poco llorosos.

- Mamá, no vayas a empezar a llorar desde ya, por favor, dame un poquito de tregua.

Luisita se adelanta para hablar con sus amigos y agradecerles todo el esfuerzo que han hecho para decorar la finca con tan poco margen. No le da tiempo a mucho más, porque la puerta se abre y empiezan a entrar los primeros asistentes: algunos amigos de la universidad y de la compañía de teatro de la que forma parte Amelia. Han decidido no invitar a mucha gente, únicamente a los amigos y familiares más cercanos. Además, Amelia no tiene apenas trato con su familia, así que solo vienen una tía y unos primos de Zaragoza con los que tiene muchísima relación.