IV CAPITULO
}{EL COMIENZO}{
[PAMELA]Eran las 04:17 al de la madrugada y unos insistentes golpes en la puerta me habían hecho levantarme, me removí en la cama sintiendo mis, aún mojados, muslos e hice un puchero. Había tenido sueños tan húmedos que a lo largo de la madrugada terminaba levantándome a masturbarme. Los golpes eran tan fastidiosos y constantes que si no iba a pararlos los vecinos podrían salir y quejarse. Me coloque una bata con pereza y torpeza, sin arreglarme siquiera suspiré comenzando a arrastrar los pies con pesar.
—¡Ya voy!— gruñí enojada y sin siquiera ver tras el huequito de la puerta quien era la abrí, estaba tan colérica que no me lo pensé. A una velocidad impresionante un cuerpo me introdujo hacia dentro y con apuro estampó sus labios con los míos, fue tan brusco que se me salió un gemido de molestia. Un sabor a alcohol y esa sensación conocida pero tan familiar me hizo saber de inmediato que se trataba de Javier. Jadee en medio del beso y sentí como cerró con brusquedad la puerta, me volteo empotrandome en ella, volví a gemir por el golpe y quise reprimirlo, aún así no pude, no me dio chances de hablar. Segundos después se separó de mis labios tomando aíre y subiendo mis manos a su cabeza. <<¿Que haces>> quise decir, pero antes de siquiera hablar fui callada nuevamente por sus labios, apretó mi cadera cuando trate de moverme. Me volteo levantando con su mano libre mi bata, gruño dando un fuerte azote en mis rojizas nalgas (gracias a sus contantes nalgadas en la fiesta hacia pocas horas).
—¿Como eres capaz de atender la puerta sin bragas?— Él apoyo su verga tras su pantalón en mi culo y yo Incincientemente lo menee, ¿Que paso? Apartó su miembro y me azotó tan fuerte que me hizo chillar, bajo su mano traviesa a mi feminidad donde comenzó a tocar muy despacio, fuertes suspiros salían de mi junto a lagrimas de mis cuencas por el momento—, es que quieres polla—, confirmo mi deseo en un murmullo arrasador, que me hizo retorcerme un poco y jadear en respuesta junto a una risilla nerviosa, quito su mano de mi coño empapado—, oh pequeña—, hablo con cinismo mientras podía escuchar que quitaba si cinturón para bajar su cremallera y sentir el rebote que dio su pene en mis nalgas, me interrumpió el gemido invadiendo me por completo en una fuerte estocada, esta vez atónita me quedé y viendo salió para volver entrar de golpe grite—. ¿Cuantas veces fueron?—Pregunto muy bajo comenzando a entrar y salir de mi con más rapidez.
—Tres—, balbucee al decirlo, él negó dejando besos en mi cuello.
—La verdad—, su pastosa voz me erizó la piel y con ello aumentó su vaivén de una manera tan exquisita haciéndome gemir, jadear y casi delirar, no permitiéndome pensar en absolutamente nada.
—¡Muchas!—Confese—, ¡No lo sé!—Chille por cada embestida, la puerta sonaba fuertemente ya que el movimiento de sus empaladas me hacía chocar contra la puerta. Gemía leve o eso trataba, pues ser escuchada para luego ver a mis vecinos al día siguiente sería muy bochornoso, me estaba intentando tragar casa uno de mis gemidos pero Javier junto a su polla no colaboraban en nada, mi vagina por instinto trataba de absorber su pene y apretaba fuerte intentando de mantenerlo un poco más en mi interior.
—Mas—, pedí chillando sintiendo como mis piernas flaqueaban y mi coño humedecido se encontraba—, ¡Más por favor!—Pedi, Rogue y le suplique, el solo me hacía caso empotrandome con ganas, llevándome al éxtasis del placer infinito. Al llegar en mi orgasmo él no pago, siguió cogiéndome, haciendo que sonara fuertemente la puerta, me sentí desfallecer en el suelo sino fuera por sus fuertes manos sujetando me de la cadera. Minutos después con un orgasmo múltiple recorriendo mi cuerpo, el semental tras de mí me lleno por completo, me hizo sentirme en el cielo y el infierno al mismo tiempo por solo sentir esa tibia leche en mi interior. Salió de mi poco después y sentí su semen con mis jugos combinados deslizarse por mis labios inferiores y llegar a mis muslos internos mojando me más aún. Me tomo en brazos y nos guíe a mi habitación donde me quito la bata tirándola al sofá de esta y quito por completo su ropa acostándose a mi lado y atrayendome luego a su fornido cuerpo desnudo. Su polla al igual que mi coño seguía empapada, no pude evitarlo y baje a ella para lamerla, limpiarla y probarnos. Subí nuevamente a su pecho refregando mi coño en su pelvis.
—Más como eso, por favor...— Él, aún en silencio, me beso la frente y asintió, nos arropó y con eso me dormí otra vez, ahora bien satisfecha y con un poco de su leche aún en mi interior.
Ll.
ESTÁS LEYENDO
ERÓTICO
Teen FictionSexo, pasión, silencio y ¿Amor? ¿Acaso eso estaba en su acuerdo silencioso? ¿O era obra del destino presentarlos? G. Javier, un silencioso magnate queda encantado por una carismática jovencita. Quien mas de un problema tanto sentimental como legal...