}{PUEDE SER}{
[PAMELA]—¿Que haces?— Él se encogió de hombros—. ¿Por qué nunca hablas Javi?— Rodee mis ojos. Estábamos en una cena de gala, justamente me tocó quedar al otro extremo en una mesa con Javier y un montón de hipócritas. Muy bien podía ignorarlos, ¿Cuál era mi problema? El pelinegro tenía a la par a una linda pero hueca rubia, miéntras que yo me encontraba frente suyo siendo ignorada y aunque habíamos acordado que solo éramos amantes no me estaba gustando para nada lo que presenciaba. No la estaba besando o tocando, pero si estaba como su pareja de esa noche y me hervía la sangre ¿Como pude caer tan bajo?
Esta noche había rechazado la oferta de uno de mis compañeros de trabajo solo para venir sola, en mi opinión él solo quería follar y entendía que no estaba entre mis parámetros cogermelo, pues, si... Habíamos acordado eso también; <<No relaciones sexuales con terceros>>. Aunque el destino no estaba tan a mi contra esa noche me había topado en la entrada a James; un querido amigo de la infancia. Con quien casualmente por obra y gracia del destino había quedado a mi lado en la mesa de hipocritas. Nosotros nos conocimos hacía mucho tiempo ya y eso se notaba a leguas, a esa altura creía que era lo único bueno que me había pasado en lo que llevaba ahí, pues, ambos estábamos más que aburridos en la dichosa fiestesita. Al verlo mis ojos se iluminaron ¡Por dios una distracción! No sólo de la posible muerte por aburrimiento, sino también por la distracción que me otorgaba James con sus anepdotas, al menos así ignoraba un poco a Javier y me ponía al corriente con mi mejor amigo de la infancia. Cabe destacar que este era muy guapo y de un físico candente, se cargaba unos espectaculares orbes marrones, hermosos, hacían un fantástico juego con su cabello castaño claro. Él paso su brazo por el respaldo de mi silla y sentí una mirada penetrante asechando, no quería ni voltear para confirmar mis sospechas de quien podía ser. Aunque debo decir que no nos habíamos ni siquiera saludado o cruzado palabra; Javier no había tomado en cuenta mi presencia o eso era lo que creía.
—Mira como me ve—, dijo James en un tono burlesco y bajo en mi oído haciéndome encrespar—. Quiere arrancarme la cabeza ¿Acaso es tu novio?— él río, beso mi mejilla para alejarse un poco y tomar de su trago—, no lo creo—, meneo el vaso de whisky escocés haciendo chocar los hielos casi inexistentes y el sonido se escuchó muy débil. Quizás fue por la música o el murmullerio de las personas que amortiguó el sonido. Tomo del trago y luego dijo—: No lo creo, hubieran venido juntos y él... Es mayor—, dijo pensativo. Apreté mis labios y miré de reojo a Javier, sonreí cínica por cómo observaba a James sin ningún disimuló ¡Cualquier que siguiera su mirada vería el odio que le enviaba! ¡Entonces comprobé que era cierto lo que decía mi querido amigo! ¿Pero que hacía? Éramos amantes, compañeros de sexo, nada más, no debía mirar lo de esa manera. Muy dentro de mí se removió algo, pero me regañe, él jamás dijo que sentía algo y yo menos lo admitiría, nuestro acuerdo era solo sexo y solo eso. Claro que hubo un tiempo en el que quise dejarlo, pero no salió como esperaba.
Suspiré y le dije a mi castaño amigo que iría al tocador, dicho y hecho tras un par de disculpas y saludos termine al frente del lavabo enjuagando mis manos. La puerta se abrió y cerró con seguro muy rápidamente, miré confusa a esa dirección encontrándome con Javier. Trague saliva al ver sus ojos inyectados de ira, retrocedí nerviosa.
—¿Que haces aquí Javier? Es el baño de mu...
—Callate, maldita sea—, su voz aspera, profunda y gruesa me dijo muda de inmediato, eran contadas las veces en las que él pronunciaba palabra—, ¿Cuando entenderás? ¿Eh?—Gruño, movía sus manos haciendo señas y comprendía lo que me decía a medias—, ¡No te quiero junto a nadie que no sea yo!—Abri mis ojos alarmada, nerviosa, ¿Que era lo que estaba diciendo? Con cada palabra que soltaba y con cada una que expresaba con sus manos se acercaba más, lento y coordinando, como si él fuese un depredador y yo su débil presa. Trague grueso otra vez y cuando estuvo lo suficientemente cercar me atrajo hacia sí y me llevo consigo acorralandome en la pared, frotó su mejilla contra la mía, estaba algo rasposa por una leve barba que le crecía, jadee porque raspo mi piel, él me alzó ambos brazos y sujeto mis muñecas dándome la vuelta. Su aliento chocaba violentamente contra mi mejilla izquierda, que para ese momento estaba más que sonrojado—, voy a follarte y no vas a ver a acercarte a ese jodido pelele—, jadee en cuanto sentí su mano libre subir mi vestido y enrollarlo en mi cintura dejándole acceso libre a mis nalgas, a mi vagina.
—Javier, no, no pue...—Trate de decir pero fui callada por un fuerte azote en mi nalga derecha, gemí.
—Silencio—, estaba excitada, si, me recriminaba porque lo unico en que pensaba en ese momento era en ser follada y me mojaba muchísimo más de solo imaginar que estábamos en un lugar público, prácticamente me follaria a la "fuerza" y cualquiera podría entrar al tocador y terminar viendo el espectáculo. Javier me sujeto fuertemente de mis muñecas en cuanto me lo quise sacar de encima, me dolió. Chille por el jaloneo que comenzó tratando de romper mi braga ¿Pero que hacía? Escuche un leve sonido de la tela ir rompiéndose de a poco y el elástico me comenzó a lastimar las caderas. Quise detenerlo pero él no me dejó, las rompió, lo reprendi y lo que recibí por respuesta fueron dos azotes más en cada nalga. No paso mucho cuando sentí su pene en la raja de mis nalgas y como comenzaba a empujar entre ellas llegando a tocar mi ano, lo punteaba, jamás había sido follada por ahí, no quería, en esos momentos no, él mejor que nadie sabía que me dolería. Pero justo cuando fui hablar desvío su recorrido y manoseo mi húmedo agujero, apenas lo tanteo para saber de mi evidente humedad y sin algún aviso o preparación me invadió y comenzó a bombear brusco arrancandome jadeos de placer.
Estaba siendo cogida en el baño por un semental ardiente a la fuerza y me estaba gustando, me encantaba tanto que en apenas susurros ahogados comencé a pedir más, más y más.
***
Suspiré incómoda caminando por el pasillo hacia mi mesa llena de leche en mis entrañas, mordí mis labios, esperaba que nadie se diese cuenta de aquello o sería el hazme reír de ls velada. Apenada me disculpé con James, aunque solo pude decir palabras atropelladas con aquel líquido amenazando llegar más allá de mis muslos internos, rápidamente tome mi cartera de mano.
Aunque Jam quiso llevarme le negué que ya me esperaban. Javier al otro estremo de la mesa me sonreía burlón.Maldito cínico...
¡Quería matarlo! Negué llena de ira y salí rápido del lugar consiguiéndome al taxi que había pedido minutos antes, pite de ahí dejando en el bolsillo del pantalón de Javier mis bragas rotas junto a mi dignidad en ese baño.
Llegue a casa minutos después, estaba exhausta, pero eso no quito que me hechara en la cama desnuda e invadiera mi vagina una vez más, una vez más haciéndome llegar en un potente orgasmo, no me duche, no lo hice. Apenas el placer me dejaba respirar, al poco rato caí rendida impregnada de su corrida, de las mías, de mi brotaba una leve vamos de sudor. Me dormi sintiéndome usada y aún así... Satisfecha.
Ll.
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ERÓTICO
Novela JuvenilSexo, pasión, silencio y ¿Amor? ¿Acaso eso estaba en su acuerdo silencioso? ¿O era obra del destino presentarlos? G. Javier, un silencioso magnate queda encantado por una carismática jovencita. Quien mas de un problema tanto sentimental como legal...