INQUIETUD

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Intentó abrir sus ojos, pero sus párpados no respondían. Hasta que pesadamente los pudo abrir, al abrirlos, lo primero que vio, fue el cuerpo fornido de Zee abrazándolo, admiró la belleza de aquel hombre, sus ojos, sus labios, sus cejas... No sabía de las horas que había estado durmiendo entre los brazos de Zee, pero la necesidad de ir al baño lo despertó. Se removió entre esos brazos, pero en cuanto más se movía, más fuerte era el agarre de Zee hacia Saint.

(suéltame, mi vejiga me está matando) piensa Saint mientras forcejaba para poder escapar de ese abrazo. No quería despertar a Zee, mucho menos despegarse de él, pero era necesario.

Se escuchó un gruñido de parte de Zee al sentir aquel cálido y suave cuerpo apartarse de él.

Saint, ya libre de esos brazos, intentó ponerse de pie, pero lo único que obtuvo fue caer al suelo.

- ¡ah! - gimió por el tremendo dolor que sentía en sus caderas y espalda. Con sus piernas flácidas caminó torpemente hasta el cuarto de baño, a cada paso que daba, giraba la cabeza para ver a Zee, no quería perturbar su sueño.

Después de tirar de la cadena, se vio al espejo y vio a un Saint con una sonrisa tonta de oreja a oreja; observó su cuerpo y ahora tenía más marcas, pero eran de Zee, mordiscos y chupetones, pasó sus manos sobre ellos, recordando cómo llegaron a su cuerpo, inconscientemente esbozó una sonrisa.

- ¿Qué estoy haciendo? - dice llevando su mano al corazón. - ¿Qué es este sentimiento? - continua al sentir a su corazón palpitar como loco, últimamente su corazón reacciona como loco al pensar en Zee, cosa que no entendía Saint.

¿Qué hice? - se pregunta viéndose a los ojos en el espejo, desapareciendo la sonrisa de su rostro.

- Saint, no te reconozco, ¿era necesario hacer eso? - se dice agachándose sobre el lavabo, con frustración pasa sus manos entre su cabello, derramando una que otra lágrima.

- lo disfruté. - susurra, no niega haberlo disfrutado, pero haberlo disfrutado le hacia sentirse más culpable, sentía haberle faltado al respeto a su madre, a su padre y Perth. Se recostó sobre la pared, trató de calmarse, pero fue inútil, lágrimas y más lágrimas de frustración caían sobre sus mejillas.

- no debí haber cruzado el límite, perdón... perdón. - sus pensamientos no lo dejaban en paz.

Su madre le había dicho que tener sexo era algo íntimo con su persona especial, con la persona que amara, pero en esos momentos no entendía nada ni sus propios sentimientos. Era confuso, acaso ¿Saint se había enamorado de Zee? Eso no era posible, trabaja para su secuestrador, por lo tanto él es su secuestrador.

Se limpió las lágrimas y se retiró del cuarto de baño; al salir vio las sábanas desordenadas, buscó a Zee con la vista, pero claramente ya no se encontraba en aquella habitación. Saint soltó un gran suspiro, no entendía sus sentimientos ¿estaba triste porque Zee se había ido? No lo sabía, lo único que sabía en ese momento era que quería llorar y así lo hizo, se acurrucó en la cama, hundiéndose dentro de las sábanas,  comenzó a llorar. Pero no era su intención amar a su enemigo.

*

- la entrega se hará este fin de mes, tenemos poco tiempo... debemos movernos rápido - dice Tharn recogiendo un arma.  

- ¿Cuál es el plan? - pregunta Zee cruzado de brazos cerca de Tharn.

- ya que mi padre ha escogido, ya no podemos llevarlo como uno más... ese era mi plan. - dice Tharn.

- ¡dijiste que tenías un plan! - reclama Zee al escuchar las palabras de Tharn.

- nunca dije que no lo tenía, solo que ha cambiado. - dice Tharn volteando a ver a Zee. 

- de la zona blanca tienes más conocimientos que yo, ¿verdad? - pregunta Tharn, obteniendo un "mmm" como respuesta. - llevaremos a unos cuantos chicos nuevos como escoltas, entre esos chicos estará Saint, le diremos a Pawan que es parte del entrenamiento. - 

- ¡claro! por su puesto que nos creerá. - dice Zee con una sonrisa. - no seas idiota, Tharn. Nunca hemos llevado a nuevos como escolta ¿por qué ahora lo haríamos? - continua 

- suena raro, pero Pawan nunca sospecharía de su mejor hombre, además yo estaré ahí y creo que mi padre tampoco sospecharía de mi. - explica Tharn arqueando la ceja. - y para no tener problemas con el control de salida y entrada, buscaré la forma de burlarla. - Tharn chasqueó la lengua.

Tharn tenía razón, Zee era el mejor hombre de Pawan, desde que era pequeño, el más eficiente y leal, aunque había cambiado desde que Saint apareció, no dejaba de serlo para Pawan. Zee estaba consciente que era difícil burlar la seguridad y podría perder la vida si Pawan se entera, pero morir por Saint, valía la pena.

- después de la entrega y estemos afuera... ya es tu problema. - dijo Tharn al ver que Zee había quedado en silencio.

- ¿ y si no funciona? - pregunta ansioso Zee. Estaba preocupado, era demasiado riesgoso escapar de las manos de Pawan.

- tú solo recluta a los mejores chicos. -  

SEDUCIR AL ENEMIGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora