Lizzie Saltzman, Matchmaker

Capítulo 22: Hurgando

Alaric nunca fue muy creativo cuando se trataba del castigo.

Técnicamente, supervisar el castigo era una de sus responsabilidades como director. Pero se había acostumbrado a hacer constantemente malabares con otras responsabilidades, como evitar que se comieran a sus estudiantes.

Como resultado, tenía el hábito de tomar un enfoque de talla única. Para delitos menores como faltar a clase, daba una detención. Para delitos más graves, como iniciar una pelea en un partido de fútbol, daba servicio comunitario.

Resultó que ir a una misión no aprobada y terriblemente planeada sin decirle a nadie era algo importante para él, así que Hope y Lizzie se vieron condenadas a hacer servicio comunitario.

Lo ideal sería que Hope se hubiera encerrado en su habitación durante las dos semanas siguientes y evitara interactuar con Lizzie por completo. No se le ocurrió otra forma de evitar que Lizzie se enterara de su nuevo estado de relación.

A veces, Hope se preocupaba de que Lizzie pudiera leerle la mente. Le recordaba un poco a Dark Josie. Lizzie podía entrecerrar los ojos sospechosamente, y Hope sentía que toda su psique había sido analizada sin piedad.

Desafortunadamente para Hope, el servicio comunitario significaba que tenía que estar a solas con Lizzie tan pronto como saliera de clase el lunes. Su único consuelo era el hecho de que podría salirse con la suya fingiendo estar interesada en la basura durante unas horas.

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—No puedo creer que mi padre nos haga hacer servicio comunitario otra vez —Lizzie se quejó, frunciendo el ceño ante cualquier cosa que cayera en su línea de visión al segundo de salir del coche.

Hope miró a Lizzie por el rabillo del ojo. Ella simplemente suspiró miserablemente en respuesta.

Hope lo había pensado cien veces desde que Alaric les contó su castigo esa mañana. Al final decidió que su mejor estrategia sería evitar hablar por completo.

Lizzie no podría atraparla en una mentira si no decía nada, después de todo.

Lizzie frunció el ceño.

—Entonces, ¿cuál es el plan de juego, Mikaelson? —le dijo a Hope, que seguía escaneando el área. Cruzó los brazos sobre su pecho—. El grafiti no me fue muy bien la última vez —murmuró, frunciendo el ceño al recordarlo.

Hope se mordió el labio nerviosamente. Demasiado para no hablar en absoluto. 

—Bueno, la basura me fue bastante bien la última vez —respondió rápidamente, cogiendo un palo y una bolsa de basura.

Hope recordó específicamente a Lizzie diciendo que no "hacía basura". Si Hope tuvo suerte, Lizzie podría hacer algo más y dejarla en paz.

Hope tuvo cualquier cosa menos suerte, por supuesto. Lizzie ni siquiera dudó antes de recoger su propia bolsa de basura. Hope la miraba con recelo, no estaba segura de que fuera prudente dejar que Lizzie sostuviera algo tan puntiagudo.

—Por supuesto que la basura fue bien para ti la última vez —respondió Lizzie con un giro de ojos—. La última vez estuviste hurgando en la basura con tu posible amante. Estoy segura de que fue uno de los mejores días de tu vida, tanto como mi padre pretendía que fuera un castigo.

Hope apretó la mandíbula, mirando a Lizzie por el rabillo del ojo.

—Cállate, Lizzie —murmuró, apuñalando un trozo de papel con demasiada violencia y metiéndolo en la bolsa de basura.

—Hablando de tu posible amante —Lizzie dibujó—. ¿Estuvo contigo anoche o fue a que la secuestraran de nuevo?

Hope se tensó, echando una mirada fugaz en dirección a Lizzie.