Lizzie Saltzman, Matchmaker

Capítulo 3: Luchando

Hope mantuvo el contacto visual con Josie alrededor de las chispas de los hechizos que chocaban violentamente en el aire entre ellas. Los ojos de Josie eran de un negro profundo, y su sonrisa parecía que finalmente estaba consiguiendo todo lo que siempre había querido. Hope se sorprendió por la implacable determinación de Josie. Se sorprendió al darse cuenta de que estar en el extremo receptor de esa mirada le daba una extraña emoción.

Oh, mierda, Hope pensó para sí misma. Estoy jodida. La concentración de Hope vaciló y Josie atacó, haciendo que Hope se desmayara y cayera de espaldas con un ruido sordo.

Hope se quedó en el suelo por un segundo, sin aliento y generalmente temiendo lo que estaba a punto de suceder. Sintió al Nigromante arrodillarse a su lado, demasiado cerca, comenzando su burlona cuenta regresiva. Deseaba poder prenderle fuego, al estilo de Josie, pero tuvo que conformarse con una mirada furiosa y un comentario sarcástico por el momento.

—Esto no es divertido —gruñó Josie—, ni siquiera te estás defendiendo —Josie caminaba de un lado a otro del ring frente a ella, irritada porque la tríbrida no le proporcionaba la pelea con la que claramente había estado fantaseando. Hope notó que sus ojos eran calculadores, como si tratara de pensar en una forma de convencer a Hope de que peleara sin piedad. Hope sabía que no había nada que Josie pudiera decir para convencerla de luchar de esa manera. Casi se sintió reconfortada al pensar que nunca podría lastimar a Josie, hasta que se dió cuenta de que su moderación probablemente no era un buen presagio para su propia seguridad.

Hope cubrió su incipiente ansiedad con una mirada acalorada

—Tú tampoco. Sé que estás ahí, Josie —escupió Hope, en algún punto entre una súplica y una orden. Prácticamente le rogaba a Josie que se calmara en ese momento. Hope estaba bastante segura de que esto no terminaría bien de otra manera.

—Ríndete, Hope —dijo Josie furiosa.

Hope se puso en pie mientras Josie silbaba un insulto particularmente enérgico, claramente enfurecida por el intento de sacar su lado bueno. Entonces, Hope se vio obligada a esquivar un hechizo de fuego que partió en dos uno de los postes de la esquina. Recordó la época en que Josie casi la había asado por arrojar a Penélope contra una pared.

Hope notó que las cosas no iban exactamente según lo planeado.

Reflexivamente, lanzó una patada a la cadera de Josie que la lanzó a la esquina opuesta del ring. Josie miró hacia arriba sin pararse, pero Hope vió que apenas se veía gradual por el impacto. Trató de convencerse de que esto se debía a que Dark Josie era particularmente robusta, y no porque Hope hubiera ejecutado el movimiento lo más suavemente posible.

Hope la miró fijamente y suplicó que la verdadera Josie saliera. Y estaba casi tan sorprendida como todos los demás cuando funcionó.

Josie gritó para que todos se callaran. Hope deseaba que le dijera a todos que se fueran mientras ella estaba en ello. Pensó que tendría mucha más suerte si lograba comunicarse con Josie en persona.

Por unos segundos, Hope estuvo mirando a la verdadera Josie de nuevo. Sintió un gran alivio.

Sin embargo, duró poco, porque Dark Josie recuperó rápidamente el control y volvió con todo su descaro.

—Ni siquiera creo que le gustes —se burló Dark Josie. Hope habría puesto los ojos en blanco si no fuera por la gravedad de la situación.  No dudó ni un segundo que la verdadera Josie se preocupaba por ella, a pesar de todo lo que habían pasado.

Estaba contenta de saber que su Josie seguía ahí dentro en algún lugar, en cualquier caso.

Con el susurro de un hechizo, Hope se encontró flotando en el aire. Josie casualmente se acercó a ella y permitió que el cuerpo de Hope descendiera por el aire hasta que estuvieran cara a cara.