No fue mi intención amarte [FDT]

14 | Háblame de ti

14 | Háblame de ti

— ¿Estás seguro que querés que ella sea nuestra modelo?

Fabio levantó la cabeza levemente y centró su mirada en la mujer que estaba sentada frente a él. Agustina ojeaba los documentos que sostenía con ambas manos, fingiendo interés e intentando disimular su desagrado ante la mujer que había elegido Fabio para el próximo desfile.

Ella dejó un par de papeles sobre el escritorio y tomó la taza de café que Andrea les había traído hacía unos minutos atrás. Le dio un sorbo a la bebida caliente y miró de reojo a su socio. La palabra socio era una mera formalidad, porque en realidad ya eran amigos. A pesar de que Agustina había comenzado siendo una simple empleada, se había sabido ganar su lugar y se había ganado el puesto de asistente personal. Había escalado lo suficientemente alto como para que Fabio dejara de verla como una simple asistente y comenzara a verla como una amiga, como su mano derecha, a tal punto de ofrecerle ser parte del nuevo proyecto de su empresa, no como asistente sino como socia.

Ahora que el proyecto ya era un hecho y que iba viento en popa, lo único que les quedaba era elegir a las modelos para presentar la nueva colección de prendas. Hacía un tiempo atrás Agustina se había encargado de seleccionar unas cuantas mujeres y se las había presentado a su socio para que él diera el visto bueno. Sin embargo, Fabio se había mostrado poco convencido ante la elección de Agustina y había decidido continuar con la búsqueda por su cuenta. Esto no le había molestado a la mujer ya que significaba menos trabajo y, por lo tanto, menos estrés. No obstante, al ver a la mujer que el hombre había elegido como el nuevo rostro para la colección, deseó haber podido seguir siendo ella la encargada de buscar a las modelos.

— ¿Qué pasa? —Fabio preguntó suavemente—. ¿No te convence?

—No le veo rostro de modelo. —Contestó ella—. Pero bueno, si es la que vos querés...

—Sí, sí... —Él asintió, bajando la pantalla de la laptop luego de haberla apagado—. Es muy natural, es justo lo que tenía en mente para esta colección. Te pido por favor que te contactes con ella y te encargues de que todo esté listo para la semana que viene.

Agustina asintió sin decir nada más. Guardó los documentos dentro de las carpetas correspondientes y recargó la espalda contra el respaldo de la silla. Miró a Fabio por un momento, hilando las palabras en su mente para que su boca pronunciara oraciones claras y no tartamudeos estúpidos. No solía ponerse nerviosa con él, pero de vez en cuando se encontraba con que le era difícil expresarse.

— ¿Tenés pensado hacer algo el lunes?

Estaban a Sábado y faltaban solo dos días para el cumpleaños de Fabio. Todo lo que él tenía planeado era tomarse el día libre y pasar tiempo con sus hijos, seguramente Fernanda, su hermana, iba a ir a la casa a saludarlo y sus padres probablemente lo llamarían para darle las felicidades. Hacía bastante tiempo que no festejaba su cumpleaños, ni siquiera cuando su mujer vivía se daba el gusto de festejar. Esas cosas las dejaba para Florencia y los niños que les gustaba vivir de fiesta en fiesta. Él se conformaba con un abrazo apretado de sus hijos y los mimos de su esposa.