06 | Periodistas

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El lunes por la mañana la primera en despertarse fue Sofía. Eran las siete y su turno comenzaba a las nueve, por lo que no se apuró en levantarse. Se sentía un poco cansada ya que la noche anterior habían hecho la típica videollamada con sus amigas y como consecuencia tanto ella como las otras dos se habían acostado tardísimo.

Se quedó en la cama al menos quince minutos replanteándose su completa existencia hasta que decidió levantarse. Se dirigió al baño hizo sus necesidades, se lavó las manos y el rostro y se miró al espejo. Había algo raro, sentía algo extraño en el ambiente pero no podía descifrar qué era. Volvió a mojarse el rostro, esta vez con agua fría, e intentó ignorar esa opresión que sentía en la boca del estómago.

Caminó hacia la cocina, puso a calentar agua para hacerse un té y mientras esperaba a que hirviera decidió hacer tostadas para el desayuno.

La segunda en despertar fue Rocío. Tenía que estar en la escuela a las ocho pero no se preocupó en levantarse más temprano porque la institución quedaba a un par de cuadras. Dirigió su mirada hacia la cama de Valentina, su amiga dormía plácidamente con una almohada sobre la cabeza y un brazo estirado hacia afuera de la cama.

Rocío decidió dejarla dormir, al fin y al cabo Valentina no tenía que entrar a trabajar hasta la una y media. Se quitó las frazadas de encima y se levantó. Se dirigió hacia la cocina donde vio a su amiga de pie frente a la mesada untando manteca en dos tostadas. Se acercó a Sofía y la saludó con un beso en la mejilla.

— ¿Cómo dormiste? —Preguntó Rocío mientras agarraba una taza para hacerse un café con leche.

—Más o menos. —Respondió Sofía—. Siento como algo raro acá, algo va a pasar, yo te lo digo...

—Ay pero ¿por qué?

Sofía se encogió de hombros y le dio un sorbo a su taza de té. Tomó su celular y entró a twitter, le gustaba revisar las redes sociales como si fueran algún tipo de diario matutino. No había nada que aconteciese en el mundo que no estuviera en Twitter.

Estaba bajando por su timeline cuando un tweet con cuatro fotos le llamó la atención. Le dio click y en el momento en que las fotos se agrandaron, Sofía sintió el té irse por su nariz. Comenzó a toser haciendo que Rocío se acercara a ella un poco preocupada.

— ¿Qué te pasó?

—Decime que esta no es Valentina.

Rocío acercó el rostro hacia la pantalla del celular de su amiga y observó con detenimiento las fotos que le mostraba. Abrió los ojos desmesuradamente y luego volvió a mirar a Sofía.

En la casa Di Tomaso se respiraba un aire de tranquilidad, ya todos habían desayunado y los chicos se estaban cambiando al uniforme para ir al colegio. Fabio estaba encerrado en su escritorio revisando unos papeles de la compañía cuando sintió la puerta de su escritorio abrirse bruscamente.

No fue mi intención amarte [FDT]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora