No fue mi intención amarte [FDT]

11 | Quiero verte

11 | Quiero verte

El Sábado había llegado más rápido de lo esperado. Valentina se había levantado feliz porque el jueves por la noche le habían llamado para confirmarle que sí podría ser ella la cantante. No perdió tiempo en mandarle un mensaje a Luca, su mejor amigo y, curiosamente, uno de los mejores guitarrista que conocía. Sí bien ella tocaba la guitarra, le gustaba tener alguien más en quien apoyarse.

Se subió al auto de los Di Tomaso y saludó a Manuel con un beso en la mejilla. El chofer no pudo evitar preguntarle por qué se veía tan feliz y sonriente, cosa que hizo que Val sonriera aún más si es que eso era posible. Le contó sobre su nuevo trabajo de los sábados por las noches y de como aquella noche sería su debut en el escenario del restaurante.

Manuel estacionó el auto fuera del colegio de los chicos, los cuales ya habían salido cuando ellos llegaron a buscarlos, por lo cual Val no tuvo que bajar a esperarlos. Los niños se subieron al asiento trasero y saludaron a la niñera con un beso en la mejilla. Valen no perdió tiempo para contarles la novedad, si hubiera sido posible lo hubiera publicado en el diario también.

Al llegar a la casa Di Tomaso se dio cuenta de que su jefe no estaba. Por alguna razón se había ido a trabajar más temprano de lo usual y sin despedirse de sus hijos, algo bastante extraño para tratarse de Fabio. Valentina, como cada día, mandó a los chicos a cambiarse el uniforme del colegio por ropa de calle y luego les pidió que bajen a almorzar.

Andrea le había permitido sentarse en la mesa del comedor para hacerles compañía a los niños, cosa que la tenía contenta porque demostraba que la señora cada vez le tenía más tolerancia a su presencia.

Los chicos almorzaron entre conversaciones de todo tipo. Le contaban a la niñera qué tal les había ido en el colegio y qué cosas nuevas habían aprendido. Felipe también comentó que el lunes en la tarde tendría una prueba en su clase de guitarra, por lo cual se encontraba nervioso y ansioso a la vez. Valentina intentó tranquilizarlo diciéndole que lo haría excelente, al fin y al cabo, ella lo había escuchado tocar la guitarra unas cuantas veces y creía que lo hacía genial.

Francesca no tenía ganas de volver a sus clases de inglés. No porque el idioma se le dificultase, sino porque se aburría muchísimo con su profesora. Las gemelas, por su parte, no tenían problema con asistir a sus clases de danza, de hecho estaban un poco ansiosas porque estaban aprendiendo una nueva coreografía y ya querían mostrársela a Valentina.

Después de almorzar, se lavaron los dientes y fueron a sus respectivas habitaciones para hacer la tarea. Val se dividió como usualmente hacía para ayudarlos a todos. Comenzó con las gemelas por ser las más pequeñas y a las que menos tarea le mandaban. Luego siguió con Felipe, que estaba intentando resolver un ejercicio de matemáticas sin éxito alguno. Valentina no era muy buena en las matemáticas, pero aun así tomó asiento a un lado del niño y lo ayudó lo más que pudo a hacer el ejercicio.