08 | Tras las rejas

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08 | Tras las rejas

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08 | Tras las rejas

Valentina se despertó gracias a la alarma de su celular a las seis y media de la mañana. Se removió incómoda entre las sábanas mientras se desperezaba y luchaba por no volver a cerrar los ojos, dar media vuelta y seguir durmiendo.

Finalmente se quitó las sábanas de encima y se sentó en el borde de la cama tomándose un momento para observar un punto fijo del suelo. No recordaba cuándo fue la última vez que se había levantado tan temprano, más no se arrepentía. Estaba en una casa ajena y no quería causar mala impresión levantándose tarde, además moría por volver a su apartamento y darse una ducha.

Se levantó, tendió la cama y buscó la ropa que había dejado doblada sobre la parte de la cama que no había utilizado. Se quitó el pantalón de jogging y la remera que su jefe le había prestado la noche anterior y se vistió con su ropa. Se peinó el cabello con los dedos, rezando por parecer decente y salió de la habitación.

El trayecto por el pasillo hacia la escalera fue silencioso, no escuchó ni una voz hasta que estuvo cerca del comedor. Ingresó al lugar encontrándose con los chicos y Fabio sentados alrededor de la mesa esperando el desayuno.

—Buen día. —Murmuró sonriendo levemente.

—Buen día, Val. —Saludaron las gemelas al unísono.

Valentina se acercó a cada uno de los Di Tomaso y les dio un beso en la mejilla. Fabio le hizo una seña para que se sentara con ellos a desayunar por lo que tomó asiento en el mismo lugar que había ocupado en la cena de anoche.

Chiara ingresó con un carrito que contenía jarras de chocolatada, de leche y café para servirle a sus patrones. No se molestó en dirigirle si quiera una mirada a su compañera, ni siquiera en el momento en que le preguntó qué quería para desayunar.

El desayuno pasó rápido y tranquilo. Los niños estaban un poco dormidos y para nada eufóricos como solían estar en las tardes, Val los entendía totalmente e incluso soltó alguna que otra broma al ver como Felipe cerraba los ojos y se apoyaba en el hombro de su hermana mayor. Los cuatros hermanos subieron a la planta alta nuevamente, esta vez para lavarse los dientes y buscar sus mochilas, mientras que su padre y la niñera los esperaban en la sala.

— ¿Cómo dormiste? —Preguntó Fabio intentando sacar un tema de conversación.

Valentina, que estaba recargada en el sofá totalmente distraída, le dio una mirada curiosa sin entender muy bien de qué estaba hablando. No había escuchado la pregunta que su jefe le había hecho así que le pidió que se la repitiera. Fabio sonrió, además de sus hijos, Val era la única persona en la casa que no prestaba mucha atención y se distraía fácilmente.

—Bien, bien... —Respondió la mujer luego de que Fabio volviera a preguntarle cómo había dormido—. Muy cómoda, la verdad. Muchas gracias por prestarme la ropa.

No fue mi intención amarte [FDT]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora