Ch9: Eres parte de mi vida...

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1985

Estaba sentado en la barra de una cafetería, esperaba que las cosas fueran mejor que hace años, pero no podía. Las personas estaban charlando sobre alguno que otro suceso que podría sacar una carcajada o interesar a su acompañante de turno.

Ella terminaba su turno de oficina y, para relajarse, decidió ir a un bar cercano, necesitaba ir a un bar con sus compañeros para relajarse. Pensar bien era lo que quería desde hace años, saber tomar bien las decisiones. Ya no podía ser esa joven que solo pensaba en su conveniencia. Llegó y bebió algo.

Lincoln no terminaba lo que había pedido para cenar, pensaba en si las cosas pudieran ser distintas, él no hubiera desistido por volver a intentarlo... pero no sabía como se lo tomaría después de años. Ya no era ese niño tan temeroso, ahora era un tipo con algo de valor, solo un poco debido a sus traumas insuperables hasta esos momentos.

Los sesenta y los setenta ya habían pasado, ya no había lugar a tantas protestas; aquellos chicos que alguna vez marchaban por la paz... ahora lo hacían, pero para entrar a tiempo y salir rápido de sus empleos... sus familias se lo agradecerían mucho.

Lincoln entró después de eso a una tienda de música, empezó a escuchar viejas canciones, lo llevaban a hermosos momentos y también a los peores de su corta existencia. Aquello era un viaje en retrospectiva. Pero había algo en particular por esos momentos.

Recordó cuando Sam le presentó a Luna, tuvo que hacer un esfuerzo más allá del usual para aceptar la relación, no tanto por el tipo, sino porque su amiga estaba lejos de él. La distancia era extensa, casi inexistente. Pero aquella relación no duró más de tres años. No era una relación típica, porque Luna no podía estar en ese pueblito de Kentucky. Solo iba ciertos fines de semana y se escribían mucho.

Salió de allí con paciencia, por más que se sintiera frío, decidió llegar a su casa. No había prisa, Sam llegaba un poco más tarde que él.

Sam solo bebió algo ligero, no tenía ganas, se mantenía pensativa en todo lo sucedido y su pensamiento forjado por lo que le pasó. Si bien ella siempre pensó que tener la estabilidad era lo ideal fuera como fuera era lo correcto... por otro lado, ella tenía un sueño que consideró tonto por un tiempo y que la vida le dio indicios de que pudo lograrlo, al querer ello no tenía que estar conformista... sin embargo, había otra cosa también, por más que ella pensara para sí misma. Lincoln era parte de su vida, aunque, por mucho tiempo se la pasara tratando de negarlo, por su sueño lo dejaría... porque en realidad el sueño era lo que más deseaba o eso creía.

Se quedó para escuchar un momento más las canciones, necesitaba relajarse más, de todas maneras Lincoln estaría allí esperándola. El solo pensar en él, la hacía sonrojarse como una muchachita muy enamorada. Entre esas canciones, sonaban las de una cantante de pop llamada Lulu, no era que le gustaran, pero le servían para pasar el rato.

Lincoln llegó a la casa donde hace dos años vivía con Sam, era pequeña, de un piso y solo pagaba el alquiler junto a Sam. Le pertenecía a una familia de quintillizos apellidada Fox. La familia se mudó a Michigan al recibir de herencia una casa allí. Lo bueno era que estaba ubicada en un lugar agradable de esta nueva ciudad de Kentucky en donde vivían.

—Todo está en su lugar —expresó cuando abrió la puerta y revisaba la correspondencia.

Entre tanta carta, encontró una de su amiga Clare donde le decía que los visitaría el fin de semana. También le contó que el viejo Waterson había muerto no hace más de una semana.

Recordó que su amiga ahora estaba como ellos, sin familia, pero aún nada estaba perdido porque ellos eran como su familia, por más lejos que estuvieran.

Blanco y Turquesa (Reboot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora