❝一方通行❞
▭𝓔𝓼𝓽𝓪 𝓼𝓮𝓻á 𝓼𝓲𝓮𝓶𝓹𝓻𝓮 𝓼𝓾 𝓬𝓪𝓼𝓪, 𝓷𝓸 𝓲𝓶𝓹𝓸𝓻𝓽𝓪 𝓬𝓾𝓪𝓷𝓽𝓸 𝓽𝓲𝓮𝓶𝓹𝓸 𝓹𝓪𝓼𝓮.
Incluso por más que deseara no haber nacido, los dioses nunca le hicieron caso, y su peor terror se volverá realidad. Todo por el bien d...
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GraceField House es un lugar donde los niños son cuidados y esperan a ser adoptados por una linda familia que les siga cuidando y dándole amor en el futuro, o eso era antes de que cierto grupo de jóvenes se diera cuenta de que la realidad no era para nada a lo que creían.
Ese día se ha planeado para el escape de Norman ya que iba a ser entregado, todo estaba listo y cubierto para él, pero cuando subió el muro, lo que vio del otro lado era completamente diferente a lo que imaginaba. Después de horas finalmente volvió al orfanato, con sus hermanos que no esperaban para nada su regreso.
—¿Qué pasa?
—Él no está aquí. . . ¡Norman no está aquí! —expresa preocupada la de ojos violetas viendo su reloj, pero pronto cambia su expresión— Todos vuelvan adentro por ahora.
Les dice a los pequeños con una ligera sonrisa, luego se escuchó su reloj cerrarse, los presentes se voltearon a donde estaba el bosque para encontrarse a lo lejos la silueta del albino, quien se acercaba a paso lento hacia todos ellos con la cabeza agachada. El grupo estaba en estado de shock por la aparición de su hermano, el cual se suponía que no debía estar ahí.
—¡¡Norman!!
—. . . ¡¿Por qué?!
—No. . .
¡¿Por qué volviste?! . . . ¡Norman!
Pasaron los minutos, el trío se encuentra reunido en un cuarto vació donde todos los niños suelen dormir temprano por la noche, y se levantan alrededor de las siete, unas horas muy sanas para despertar.
—Bastardo. . . ¡¿En qué estabas pensando?!
—¡Morirás si te quedas aquí más tiempo! ¡Vete de aquí en este mismo instante!
—Me rehúso. No tengo intenciones de hacerlo. —refutó el contrario.
—¡¿Qué?!
—Más importante aún, escúchenme. No tenemos tiempo. Tengo que darles un rápido reporte de mi investigación. —la mano del albino se posó en el hombro del azabache— El muro era un acantilado.
—¿Qué?
—El otro lado del muro. . . Esa profundidad. . . Era definitivamente algo que no podamos averiguar cómo rodear.
—¡¿Qu– un acantilado?!
—Sí —responde a la pregunta de la chica, que aún está sorprendida al igual que el azabache— Hermana Krone no mentía. . . Pero los demonios tampoco nos tomaban a la ligera. Así que, en vez de cruzar el muro, corrí a través del muro para ver a dónde me llevaba. Cuando finalmente llegué a una esquina, lo que encontré fue otra pared que dividía la esquina. Cada lado tenía un ángulo de aproximadamente 60°. —les dijo mostrándole un dibujo— El otro lado de la esquina, por supuesto, seguía siendo un acantilado. Cuando llegué a un punto muerto en la mitad de la esquina, era una vista casi completamente simétrica. Gracias a Ray, eso realmente no me sacudió. Aquí hay una representación visual de cómo especulo que se ve esta área entera. Las granjas son adyacentes la una a la otra con un grueso muro en medio. —señaló una parte de aquel dibujo— Esta sección directamente al oeste de la tercera granja en la que nos encontramos es probablemente donde la central esté ubicada. La razón por lo que digo esto es porque a pesar de que cada borde está rodeado de un acantilado increíblemente abismal. . . Fui capaz de ubicar un puente conectando al otro lado del borde solamente en este segmento de estructura. Si planean escapar todos, háganlo a través de aquí. —indicó en una parte especifica de su dibujo.
