Capitulo 3 "El nuevo"

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-¿Quien eres?

Un chico estaba parado justo en la entrada de la azotea. No sabia quien era, ni si me había visto fumando o no. Creo que era nuevo, porque de verdad  su cara no se me hacia para nada conocida.

-¡Hola! Soy el nuevo, me dijieron que mi salon estaba en el cuarto piso, pero ya veo que no. Esta es la azotea. ¡Ah si! Por cierto, lo siento mucho por haberte asustado, te notabas muy ocupada.

Era muy amable, y sonriente. Su pelo estaba peinado con gelatina hacía un lado, era castaño. Y no estaba teñido. Era natural. Tenia un papel blanco en sus manos, supuse que era el número de piso donde se suponía que está su salón.

-¿Viste lo que estaba haciendo?

No importa si era nuevo, si el me vio, cualquiera lo podrá saber.

-¿Que? ¡No! Yo, como te dije buscaba mi salón y-

Le arrebate el papel que estaba en sus manos, y lo mire con desagrado.

-No hay un cuarto piso. ¿Estas seguro de que te mandaron a este salón? No creo que se hayan equivocado.

-No me han dicho nada. Solo me dieron ese papel.

Mire su rostro y se notaba que era nuevo. Nadie podía tener esa sonrisa y haber estado aquí por años, meses o días. No era inocente, era muy, ¿agradable? Se mira como ese tipo de persona que no podrías odiarla sin importar lo que haga.

-Bien. Este salón está en el segundo piso.

Le devolví el papel.

-Largo.

Y el extrañamente me dio una sonrisa de agradecimiento.

-¡Gracias! Y de nuevo lo siento mucho por haberte interrumpido.

-Ya vete.

Y se fue. Siempre con una sonrisa en la cara. No creo que haya visto algo y si lo hizo no creo que lo repita por ahí. Tome mi mochila, espere a que ...¿Cual era su nombre?.
No importa. Espere a que el se fuera para regresar a clase. Mi mañana en la azotea se había arruinado aunque extrañamente no podía culpar al culpable. Estaba perdido.

Regrese a mi salón y me senté. Todo seguía igual. Hice mi vista panorámica de lado a lado, y mientras examinaba cada cubículo de la imagen que llevaba en mi mente por años, mis ojos se detuvieron.
Una silla. Vacía, igual que el resto, pero sin nadie en ella. Ni mochila, ni libros, nada.

Nunca había estado ahí, estoy segura de que lo habría notado.

-Queridos alumnos permítanme presentarles a su nuevo compañero.

El chico de la azotea. No puede ser, su salón quedaba en el segundo piso y el mío en el primero, es imposible.

-Por favor, presentante.

Otra vez su cabello castaño peinado hacia un lado. Era alto, y de nuevo, tenia esa sonrisa agradable. La verdad es que no me daba curiosidad ni en lo más mínimo, era mas como una sensación de querer decirle que se quite esa sonrisa porque muy pronto alguien se la joderá.

-Buenos días a todos, mi nombre es Daniel.

Era de tez morena clara y ojos café miel. Tenía hoyuelos los cuales eran la razón por la cual su sonrisa era tan amable. Los chicos lo miraron con fastidio, son groseros, por supuesto que odiaran a alguien tan gentil y sencillo. Y las chicas... bueno ellas eran ciegas, es como si solo tuvieran ojos para la rata y Erick, quien seguramente ha de ser brujo y ha escuchado como resonaba su nombre en mi cabeza porque volteo justo cuando lo mencioné.

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