🏳️🌈Julio.
Domingo 7:30am, hora en la que la mayoría de jóvenes de mi edad seguramente llegan a sus casas después de una gran rumba la noche anterior, u otros, siguen dormidos por haber pasado la noche entera viendo películas o cualquier otra cosa, para mí, era la hora del desayuno especial, preparado por una de mis personas especiales.
Diez minutos antes, debería estar bañada, vestida y perfectamente "arreglada" para desayunar junto a mi familia, media hora antes de salir de casa con mi abuelita para acompañarla a misa, como cada domingo por la mañana.
Sonaron las campanas indicando que la hora se aproxima, no le tomo mucha importancia ya que de igual forma siempre llegamos diez minutos antes a que comience. Por lo tanto, me permito disfrutar de los deliciosos hot cakes con nutela, especialidad de mi abue.
—¿Llevas todo en tu mochila, mi amor? — Asentí tratando de no ahogarme con la porción que mantenía en mi boca.
—El misal junto al rosario permanecen en mi mochila desde ayer por la tarde, abue.
—¿Cuántas veces debo decirte que no hables con la boca llena, Maria José? — Mi abuela depositó un cálido beso sobre mi coronilla. Me gustaba hacerle pequeñas bromas con mi comportamiento, a veces hacia ruidos durante el almuerzo solo para llamar su atención y recibir sus pequeños reproches, solía dejar la ropa fuera del cesto para escuchar sus leves gritos llamándome por mi nombre completo para que recoja mi reguero.
—¡Buenos días por la mañana! —La voz de mi padre resonó dentro del pequeño comedor, los domingos siempre eran así, tranquilos y alegres, siempre, después de la eucaristía, nos recogía mi padre y abuelo junto a Ramón, mi pug, en la entrada de la iglesia para después dar una vuelta por el pueblo, nos gustaba pasear los cinco juntos y hacer las compras del mandado junto a muchas otras cosas innecesarias.
—¿Cómo amaneció la señorita gruñona el día de hoy? — "Señorita gruñona" sobre nombre favorito de mi papá para referirse a mí, lo ha usado desde que tengo uso de razón, más específicamente desde mi nacimiento, le encanta contar la historia del porqué comenzó a llamarme de esa manera, siempre dice que desde bebé me enojaba por todo, básicamente, y no dejaba que nadie me tomara en brazos si no era él o alguno de mis abuelitos. Y realmente esa parte de mí no ha mejorado, pues la únicas personas que logran ablandar mi corazón son ellos tres junto a Ramón.
La fama que se me ha dado en el pueblo suele ser muy confusa, con el solo hecho de mencionar "La nieta de Martita" es razón para que las vecinas rueden los ojos o alardeen de mi buen comportamiento. Quienes me conocen en verdad, saben que mi vestimenta es todo lo contrario a mi personalidad y quienes no, bueno, pues ellos solo juzgan.
—Buenos días, Señora Martita — Al ser un pueblo pequeño, y viejo, todos conocemos a todos, y todos andamos en boca de todos, y bueno, mi abue es una de las personas más queridas aquí. Caminaba con ella sosteniéndola de uno de sus arrugados brazos ayudándola a subir los cortos escalones que dan directo a las puertas de la iglesia. —María José, un gusto que nos estás acompañando un domingo más — Nos saludó el señor Carlos, un hombre alto y robusto de barba blanca, recuerdo que de pequeña solía confundirlo diariamente con Santa Claus, logrando hacer que una navidad se personificara y nos ayudara junto a mi padre a repartir regalos entre los niños que no podían recibir uno.
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Take Me To Church ❤️ Calle y Poché. [TERMINADA]
FanfictionUn pueblo pequeño, con gente de mente pequeña. Primer capítulo: 02-11-2020 Final: 06-11-2020 Mini Fanfic.