Capítulo 8

7K 869 576
                                    




-¡Será divertido Yun-ge!-Se rió Wei Ying.

Wei Yun resopló divertido ante las reacciones de sus hermanos menores.

-Bien en ese caso a comer-dijo despegando los palillos y empezó a comer.

Sus hermanos asintieron felices y también empezaron a comer animados.



****************************




Wei Yun estaba sentando en la ventana de su habitación mirando de vez en cuando a sus hermanos menores dormidos en el suelo, ambos enredados en sus mantas con una suave sonrisa en sus labios. Suspirando ligeramente volvió su mirada al cielo, la luna iluminaba el firmamento mientras las estrellas le daban un gran atractivo.

Han pasado años desde que pudo ver las estrellas o la luna, en los túmulos no se podía ver nada, todo era tan oscuro y tenebroso, pero a la vez era un hogar al que se había acostumbrado.

Se sentía tan extraño estar en la secta Jiang de nuevo.

Estar en la secta Jiang le traía recuerdos, risas, competencias, alegrías, abrazos, discusiones... tantos recuerdos felices y dolorosos, pero eran tan solo eso... recuerdos... Wei Yun ya no era ese adolescente despreocupado, sonriente y arrogante que esconde su dolor detrás de sonrisas.

No, esas partes de él casi no existían, era completamente diferente a como solía ser... todo era diferente.

-Mn mañana tengo que empezar.... ¿pero con quién y cómo?-murmuró viendo el cielo.

-Tendré que hacer una lista de personas y de los eventos importantes que ocurrieron-suspiró con frustración.

Wei Yu Tian se bajó de la ventana y se sentó en su cama en posición de loto, cerrando los ojos se puso a meditar... odiaba hacerlo, pero era necesario, tenía demasiada energía resentida en sus meridianos.

Por lo menos al parecer no tenía que pelear con la energía resentida, un problema menos que de verdad agradece profundamente. No tenía nada más que hacer después de todo.

Al contrario la energía fluye tranquilamente por todo su cuerpo sanando y protegiéndolo, como una suave caricia... tan diferente a como era antes... su mente también estaba tan clara, porque al parecer podía controlar completamente la energía resentida.



Era maravilloso no tener pelear con la energía resentida; así podría concentrarse mejor.

Después de unas dos horas Wei Yun volvió a abrir sus ojos con una pequeña sonrisa en sus labios, estaba feliz de no haber tenido dificultades con su meditación. Odiaba meditar, pero se vio obligado a meditar por culpa de Wen Qing, que afirmaba que meditar lo ayudará a interactuar con la energía resentida y por lo tanto estabilizar la lo más posible.

Se quejó y pataleo, no quería sentarse en silencio por horas sin hacer nada, pero obviamente Wen Qing lo ignoró completamente y lo obligó a meditar en la mañana y en la noche todos los días. Así que sin más opciones tuvo que meditar o enfrentarse a las agujas de Wen Qing.

A pesar de todo aprendió algo, Wen Qing le enseñó medicina, como diagnosticar, preparar medicina, venenos, le enseñó a identificar cada planta e ingrediente para preparar remedios, además le enseñó a utilizar sus mortales agujas para curar y para atacar.

Las agujas se convirtieron en sus armas favoritas, discretas, rápidas y letales. Ahora entendía porque le gustaban tanto a Wen Qing. Por otro lado también lo obligó a aprender otras labores como: cocinar, lavar, tejer, administrar, comprar, agricultura, ganadería... etc.

Cambiemos el mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora