Capítulo 5

8 2 0
                                    

 Ian

Martes  30/03/20 a las 21:03

 - ¡Si boludo! Estábamos con Martín, ¿No te acordas? - La risa explosiva de Marcos siempre fue muy contagiosa, por eso Hernán y yo entramos a ahogarnos a carcajadas mientras tratamos de acordarnos la fiesta en el bar "Clementina". Estábamos muy en pedo*  - ¡Que tipo pelotudo ese eh! ¿Cómo le vas a decir al patova que tenes el carnet de la obra social? - Aplaudimos y nos lagrimean los ojos de tanto reírnos. A mí me duele el estómago y Hernán ya nos avisó más de una vez que se iba a mear si no parábamos de hacerlo tentar.

 - Encima Martín después va y vomita en esa esquina cerca del flaco*. ¡Era obvio que no lo iban a dejar pasar! - Hernán aporta otro dato para reconstruir la noche de hace dos semanas.

 - ¡Ahh! ¡Con razón! - Grito y los miro a los ojos - Es por eso que yo le preguntaba a Dani dónde mierda estaba el enfermo* este, yo flashee * que tenía los "vale" de los tragos. Que tarado soy - Me agarro la cabeza. Pobre Martín. Igual, se merece un poco que nos mofemos así de él, no es el mejor tipo que digamos. A diferencia de su hermana, Micaela, Martín es un pibe muy arrogante. Con los chicos nos cagamos de risa de las boludeces que dice, pero en un momento ya harta. Justo esa noche se hacía el magnate y con que iba a comprar no sé cuántas botellas de vodka, fue muy satisfactorio que no lo dejaran entrar al bar. Quedó como un estúpido, vamos a ver si se tranquiliza un poco ahora.

 Nos quedamos hablando una media hora más, pero yo ya tenía que irme a mi casa, si me quedo mucho más tiempo en lo de Hernán mañana no voy a poder despertarme temprano y tengo una cátedra a la que no puedo faltar. Y eso mismo le digo a los chicos. Nos despedimos chocando los puños, cuando me encuentro en la cocina a los padres de Herni  los saludo con un beso en el cachete y salgo por la puerta que está abierta.

 Lo bueno es que vivo a cinco cuadras pero por el contrario de ponerse auriculares como hago siempre, me quedo silbando I don't wanna live forever.

 Abro la puerta de mi casa y sé que están cenando en efecto que las voces vienen del comedor. De vista o nos quieren imitar a mí ya mis amigos o están viendo un stand up porque las risas que estoy escuchando son igual o más escandalosas que las de un grupo de borrachos. Se mezclan las carcajadas graves de mis padres, la fina de Alicia que los quiere imitar y las de Alan y Carla. Entro con el ceño fruncido y con curiosidad al comedor, a lo que ellos se sorprenden, me miran callados solo uno o dos segundos y vuelven a explotar en risas. ¿Qué carajo metió Alan en la comida? ¿No habrá usado mi ...?

 -  ¡Hijo! - Me anunció mi padre - Dale, vení sentate, se te va a enfriar. - Que cuidadoso, tapó mi plato de comida con la tapa de una cacerola, seguro que fue mi papá el que lo hizo.

 - Ian, sos más tonto vos - Me dirigió con tono exasperado y se mordió el labio inferior y me apuntó con la cabeza, haciendo la típica seña de "hambre". Pero qué pasa que los ataques son para mí.

¿Eh? ¿Qué hice yo? - Me senté y la mire, me soltó una risilla. Estaba jugando nada más.

 - De lo que te perdiste ... - Agrega Alan mientras mete un bocado de puré de zapallo, niega un poco la cabeza. Lo miro confundido y se me sale una risa sin gracia.

 Mi papá se decidió a aclararme con una pequeña reprimenda: - Si hubieras estado desde que empezamos a comer, mhhh, sabrías que tus hermanos nos están contando del teatro de los abuelos y la chica que estuvo hoy. - Me arponeo un poco con la mirada, pero sé que me está jodiendo. Le doy una sonrisa con todos los dientes al igual que hacía cuando era un niño.

OVERGGER ~ PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora