OVERGGER ~ PAUSADA

Capítulo 16

Ian

Viernes 01/05/20 a las 21:30

 Estoy flasheando ¿No? Osea, ¿Zaia y yo estamos coqueteando? ¿Nos estamos tirando palos? Juro no aguantar más, necesito lavarme la cara con agua fría ya. Eso me hace pensar en el baño, y que ahí dentro está mi amiga desnuda bañándose. Si no me tranquilizo hoy la cago, arruino la relación.

 Hoy en el parque tenía ganas de levantarla a upa, ponerla contra un árbol y darle un beso de la concha de la lora. Tiene la piel tan suave, no quería dejar de tocarla, mi mente me gritaba "¡Saca la mano de ahí carajo!" Al estilo Ricky Fort, pero yo no hacía caso.

 Me miraba con esa expresión sensual que me estaba dejando sin aire. Todo en mi estaba tenso. Todo. Pero cuando entreabrió sus labios me vendí, le dí mi alma al diablo y me deje llevar que remojé mis labios. El corazón me iba a mil por hora y estaba dudando "Lo hago o no lo hago. Lo hago o no lo hago".

 Llevo mis manos a la cara y termino apoyando mis manos entrelazadas por detrás de mi cabeza. Tengo que calmarme antes de que vuelva. Menos mal que se fue a bañar. Se está bañando. Sacudo la cabeza para aclarar las ideas, busco algo para hacer, les voy a mandar un mensaje a mis viejos que hoy no como en casa. Me chupa un huevo si se enojan, ni a palos le cancelo a Zaia.

 No quiero arruinar la amistad ¡Pero por favor! Esta chica me va a matar. Nunca le tuve tantas ganas a alguien. ¿Y qué carajo fue eso que pasó en la mesa? ¿Soy pelotudo? Mis nervios y ansiedad van en aumento cuando escucho que se cierra el grifo del agua.

 Dios, por favor, que no salga en toalla. Quede dónde quede su habitación, que yo no la vea cruzar en toalla, por nada del mundo.

  - Ian! ¡Bancame* que me cambio! - Me grita desde otra parte de la casa. Veo que prende la luz de su habitación y se adivina su sombra. Está en toalla, pero no me la crucé. Necesito agua fría.

 - ¿Puedo pasar al baño?

 - ¡Sí sí! ¡Pasa!

 Aproximadamente corro hasta encerrarme en esas cuatro paredes. El vaho sigue en el ambiente y el calor no me está ayudando para nada. Me siento enfermo. Enfermo de ganas. Cierro los ojos y me masajeo el entrecejo. Me lavo la cara, una y otra vez. Me miro al espejo y me ordeno tranquilizarme, parezco un pendejo precoz que no sabe controlar impulsos, pero tengo la chota que me explota desde las seis de la tarde más o menos.

 Acá hace calor, tanto que quiero sacarme la remera aunque es obvio que no puedo hacer eso. A la que le queres sacar la remera es a... Disipo el pensamiento volviéndome a poner agua fría sobre el rostro. No puedo arruinar esta amistad, ella no va a querer nada. Ya vimos cómo se puso cuando sin querer inferí una cita, imaginate si lo hago queriendo.

 Respiro profundo y alentandome mentalmente salgo del baño, no sé cuánto tiempo estuve ahí dentro.

 Una vez en el living la música que sale de la televisión me ayuda a distraerme. Lo que veo a continuación no: Con el volumen que está la tele ella no me escucha llegar, así que sigue bailando como si nada mientras revuelve lo que supongo es salsa de crema. El short deportivo me da una vista de sus piernas contorneadas y bien definidas, y aunque el short no es ajustado puedo jurar que tiene un excelente culo. Me recuesto sobre el marco de la puerta para más comodidad. Al bailar de un lado a otro la remera de algodón, aunque también holgada y algo desteñida, se le pega a la cintura. Me estoy divirtiendo. El combo se completa con el cantito que sale de su boca, tarareando con una perfecta vocalización una canción tan simple.