Era natural que Kageyama mejorara la relación que tenía con sus compañeros debido a la convivencia constante gracias a las prácticas y sesiones de estudio.
También era normal que entre las personas que conocía se le hiciera más fácil hablar con algunos que con otras, para ser exactos se sentía más cómodo hablando con Yamaguchi.Fue un poco una sorpresa para él, no se lo esperaba; esperaba que fuera sumamente torpe o muy molesto, pero en realidad era amable. Sabía mantener la conversación, haciendo comentarios acertados a la situación, y sabía cómo terminarla sin que sea incómodo; era atento y no insistía en temas o preguntas que Kageyama no quería responder. Y era observador, supuso que era gracias a los años que pasó con Tsukishima.
Solo era eso, un amigo con quién podía hablar con facilidad. Hasta que se encontraba de vez en cuando pensando en él, algo así, la imagen de Yamaguchi llegaba a su mente de forma inesperada en cualquier momento del día o a veces era porque algo le recordaba a él; pensó que tal vez era normal, ¿No es normal ver algo lindo y decirte "quizá a cierta persona le guste esto"? Así que no le dio importancia a los pensamientos intrusivos que tenía de su compañero pecoso.
Obviamente con el tiempo solo empeoró. Cuando estaba sentado junto a Yamaguchi para estudiar se sentía nervioso y ansioso, sus manos sudaban, pareciese que perdía la fuerza para sujetar correctamente el lápiz, tenía miedo de voltear a verle, de hablarle, tenía la sensación de que se trabaría con su propia saliva; y si Tadashi le hablaba para explicarle o se acercaba para señalarle algo en el cuaderno su estómago se sentía gracioso.
En las prácticas cuando escuchaba que alguien pronunciaba el nombre de Yamaguchi, volteaba a mirar y se quedaba mirándolo todo lo que pudiese, hasta que regresaba en sí para recordarse que tenía que entrenar.
Al final del día, ya acostado en su cama, dejaba que su cerebro recordara toda interacción que tubo con él, Yamaguchi consumía todos sus pensamientos antes de dormir; y todas las emociones que le daban un cosquilleo en el estómago, de alguna forma le hacían feliz. Le gustaba sentirse de esa forma incluso si no sabía qué era.
•••
- Entonces, estás diciendo que te gusta Yamaguchi. - Lo dijo como medio pregunta, medio afirmación, para luego continuar con su comida.
Kageyama puso una cara molesta y volteó a ver a Hinata.
- No entiendo. - Nada que no tuviera que ver con Volleyball tenía sentido para él.
- Aunque me siento un poco ofendido, Kageyama. Pasas más tiempo conmigo pero dices que te agrada más conversar con él. - Apretó un poco los labios cuando terminó de hablar.
- Es porque él no es estúpido ni irritante.- Dijo para después seguir comiendo.
- ¿A quién le dices estúpido? Tú y yo sacamos casi las mismas notas. - Giró la cabeza para gritarle con la boca llena.
- Qué asco, no hagas eso. - Kageyama tapó la cara de Hinata con toda su mano.
Hinata quito de un golpe la mano del pendejo y le sacó la lengua.
- Como sea, te gusta Yamaguchi pero eres un tonto así que en unos días te darás cuenta.
"¿Por qué no tengo a nadie más a quien pedir ayuda?" Pensó, ni se iba a molestar en responderle, solo terminaría de comer.
•••
Como era obvio que pasaría, Kageyama empezó a considerar que lo que sentía por Yamaguchi en verdad era un enamoramiento.
"Me gusta Yamaguchi" Sí, cuando se lo decía a sí mismo sonaba correcto.
Lo repitió unas cuantas veces más hasta que estaba seguro de que era cierto.
Jamás le había gustado alguien antes, así que quedó un poco asombrado, ¿De verdad así se sentía gustar de alguien más?
Luego tuvo miedo, no sabía exactamente de qué; no era por ser ambos chicos, no le dio importancia a eso, tal vez era porque todo eso era nuevo para él.
Tampoco sabía que se supone que debía hacer con esta nueva información ¿Debería hacer algo? Eso solo hizo que sintiera más miedo. No, solo seguiría con su vida normal como si nada pasara, sí.Esa fue la decisión que tomó, de forma apresurada, pero no quería pensar más en eso, así que optó por el camino más fácil.
•••
En realidad no era tan fácil, bueno, al principio sí lo era, pero ahora ya después de unas semanas, no podía controlar su tonto comportamiento.
Se le quedaba viendo fijamente sin darse cuenta, ignorando a las personas que le hablaban.
Caminaba hacia él sin razón, como si sus pies se movieran solos y terminaba en conversaciones torpes por su propia culpa.
En las caminatas siempre iba a su lado, inclinando un poco la cabeza para ver su rostro lo mejor que pudiera.
Cuando estudiaban, procuraba sentarse lo más cerca que podía sin que se vea raro y no prestaba atención a lo que decía sino a como el rostro de Yamaguchi se movía.-No entendí, ¿Podrías explicarlo de nuevo?
Él era consciente de lo tonto de sus acciones y le aterraba la idea de que los demás se dieran cuenta.
Pero era obvio ¿Verdad? Solo era cuestión de tiempo para que alguien lo notara.
Y tenía que ser el maldito de Tsukishima.
Fue en una de las tantas ocasiones en las que estaba observando desde lejos a Yamaguchi, estaba hablando con Tsukishima, de alguna forma el rubio notó a Kageyama mirando en su dirección, luego volteó a ver a Yamaguchi que seguía hablando sin mirarle, y de nuevo miró a Kageyama y fue ahí en dónde le sonrió de una forma tan burlesca y maquiavélica...
Kageyama se asustó un poco, su reacción fue solo darse vuelta y seguir con lo suyo pero podía sentir la mirada del imbécil rubio en la nuca.
Estaba tan jodido, solo esperaba que Tsukishima decidiera dejarlo en paz y no hacer ni decir nada al respecto.
Ah... Pero era Apestoshima, claro que no lo va a dejar vivir tranquilo.
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Algo inesperado
RomansaKageyama se da cuenta de que está enamorado de la persona que menos imaginó. Tenía que escribir esto, hice la portada rápido perdón xd. Inicio: 8 de Octubre 2020 Finalización: 1 de Septiembre 2021