Narra Charlotte.
Me la pase demasiado bien con Mila, a su lado era imposible no hacerlo. Luego de tomarnos unas copas quedamos viendo estrellas, bueno no exactamente así, pero estábamos algo borrachas, por lo que salimos del lugar apoyándonos mutuamente, Mila tenia su brazo en mi hombro, y yo tenía mi brazo en su cintura, de esta manera pensábamos que ninguna de las de las dos podría caerse en las condiciones en las que nos encontrábamos.
–¿Te has divertido bb? – era la voz de Mila, la cual había dejado de reírse a carcajadas para saber como me sentía.
–Si bb, gracias a ti. Eres mi solecito, siempre haces que vuelva a brillar – debo admitir que el alcohol me vuelve un poco cariñosa como habrán notado.
–Lo sé, ¿Que harías sin mi Charlotte Olivia? – dije Mila aguantándose las ganas de sonreírme, por lo que acababa de decir.
–¿De verdad? – mis ojos rodaron a blanco por un lapso corto, me disgustaba mi segundo nombre y mi mejor amiga lo sabia.
–Solo lo haces para molestarme estúpida, por lo que vas a tener que caminar sin mi ayuda – en ese preciso momento solté el agarre que le estaba haciendo a Mila de la cintura para que caminase sola, lo que fue una mala idea...
–NOOOO, Lottie eres una maldita – dijo Mila mandando un grito que se escucho hasta 4 calle mas allá.
De todas maneras, retiro lo anterior, Mila estaba completamente borracha, apenas podía sostenerse en pie.
–Adiós Camila, nos vemos en casa – le dije mientras me despedía irónicamente y me alejaba corriendo de ella.
–¿Harás que corra por ti estúpida?, esta bien, pero si me caigo será tu culpa – dijo Mila mientras se tambaleaba y se preparaba para correr, lo que hizo que saliera corriendo detrás de ella porque obviamente sabia lo que iba a ocurrir
–Estupidaaaa que haces – le grite mientras corría a ella.
Aunque fue tarde porque justo cuando llegue a ella se había tropezado con su propio pie, lo que hizo que callera sobre mi, en fin ESTUPID.
–Nunca me desafíes Olivia – me dijo Mila riéndose en el suelo de plena avenida con los ojos cerrados, mi gran pregunta era si se acordaría de todo esto por la mañana.
Narra Alba.
Estaba parada frente a uno de los edificios más grandes y lindos que he visto de la ciudad. Aún no podía creer que ella viviese sola y pues no vive sola en cualquier departamento, su departamento estaba ubicado en una de la zona más costosa de todo Madrid.
–Bueno es en el penúltimo piso, mas vale que vayamos por el elevador – Aida iba delate mío para mostrarme el paso.
–Vale – dije mientras la seguía.
Ya en el elevador me puse a pensar en la cantidad de escalones que debía tener el edificio, por lo que me alegraba que tuviese elevador, no creía posible subir por las escaleras en este estado. Sin darme cuenta ya habíamos llegado a penúltimo piso.
–¿Cuál de todas estas puertas es la tuya? – dije mientras caminábamos por el pasillo.
–El de allí, el que da con la ventana – dijo mientras buscaba las llaves en su mochila.
Entramos a el departamento de Aida y quede boquiabierta.
–Qué es esto Aida, tienes una vista espectacular desde aquí. – no bromeaba, su departamento no tenía muros (paredes), si no más bien eran ventanas que daban directo a las afuera de la ciudad. Demasiado bonito, me sentía en New York.
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regálame tu sonrisa
عاطفيةCreemos saber de nuestro alrededor lo sientes pero no, es el momento en el que te das cuenta que tu vida cambia con solo una mirada, una sonrisa, una caricia, al momento que tus ojos captan la historia de tu vida. Dos polos prohibidos donde nace un...