regálame tu sonrisa

10.

Narra Alba:

Para mi suerte, Aida había elegido la misma película que habían elegido los amigos de Charlotte, lo que me hizo imposible no pensar en ella y aquella salida, en donde nuestras manos se buscaban bajo la oscuridad que provenía de la misma sala en la cual ahora estaba junto a Aida, lo bueno es que esa era una saga increíble por lo que no me molestaba ver la película otra vez.

–Y, ¿Que te pareció la película? – dice Aida mientras juntas sus manos, su rostro demostraba emoción en espera de mi respuesta.

Yo no sabia como decirle que ya la había visto, por lo que los nervios se apoderaron de mi.

–Em... – fue lo único que logro salir de mi boca

–Que pasa linda, ¿No te ha gustado? – dijo Aida mirándome fijamente, mientras que con su mano se toca la cabeza. Podía ver la confusión que sentía a través de sus ojos.

–NOO, nada de eso, es más esta saga la adoro, el problema es que ya la había visto – le dije cerrando mis ojos para evitar ver cual seria su reacción, pues pensé que se podía enojar. Pero fue todo lo contrarios, Aida solo se rio de mi.

–Eres demasiado dulce, tus expresiones me derriten linda.

ya me habías asustado, pensé que te habías aburrido y pues ¿Nadie quiere eso en su primera cita no? – Aida seguía con su mirada centrada en mi y sus ojos eran tan dulces que no me molestaba en absoluto que me mirase.

–Bueno, nos queda algo pendiente – me dijo con voz seductora, la cual debo admitir que me gustaba bastante.

–Cierto –dije. ¿Se te ocurre algún lugar? – mi voz sonaba tentadora.

No tenia idea era esta chica, pero me agradaba bastante y era demasiado atractiva y nada mejor que conocernos con unos tragos.

–¿Conoces la calle Brooklyn? – Aida me pregunto mientras me abría la puerta del cine para darme el paso. "después de ti" agregó, esperando para que pudiese pasar antes que ella.

–Gracias, claro es una calle demasiado conocida en la ciudad – le dije mientras caminábamos por la calle.

–Pues no me creerás, pero vivo muy cerca de ahí, además mi auto esta estacionado a la vuelta, te gustaría ir y pues si no te gusta el lugar podemos pasar a mi casa, vivo sola y tengo un pequeño bar. ¿Que me dices?

–Bueno por lo que me dice obviamente es mayor que yo, que tonta eres Alba, ni siquiera le has preguntado su edad, pero what a fuck ¿Casa sola?... Me quede en silencio un buen rato por lo que estaba pensando, hasta que Aida me hizo volver de mis pensamientos.

–¿Alba?, todo bien...

–Cuantos años tienes - le solté muy directamente, la verdad no lo pensé, fue como si mi boca simplemente hubiese hablado con respecto a lo que estaba pensando mi mente.

Aida solto una risa muy dulce

–21, por que?, ¿te sorprende que tenga casa sola?, bueno más bien un departamento. Ya creíste que tenia unos 30 años – su voz y su risa ya no eran dulces si no más bien chistosa.

No pude evitar reírme de la reacción de Aida a mi pregunta, era como si leyera mi mente.

– Claro que no – le dije, es solo que te ves de mi edad y que me digas tu casa me dejo algo... olvídalo – me reí de mi misma lo cual ocasiono una risa en Aida también.

habíamos llegado a la calle Brooklyn, nos pasamos el camino entero hablando de lo asombrosa que era la película y comentando las escenas que más nos habían gustado. Debo admitir que sentí una conexión con ella, pues pensábamos lo mismo de vez en cuando, además era demasiado dulce, se había preocupado de salir antes que yo del coche tan solo para poder abrirme la puerta lo cual hizo que me derritiera de amor.