VI. Revelaciones

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El dolor físico es similar al dolor mental. Algunas personas desean aliviar ese dolor con ayuda psicológica o con píldoras. Cualquiera sea el caso, las dos opciones costaban caro. Aun más en estas condiciones. Donde solo me consideraba un pedazo de carne de la que no tenia derechos a obtener ningún tipo de ayuda medica. Mi situación actual por ejemplo es el de aliviar mi dolor degollandome a mi misma con la navaja. He tolerado bastantes palizas y algo como esto.. no me hará menos fuerte. Tengo que sobrevivir.. tengo un motivo para hacerlo aunque no tengo idea como. Mientras mas cerca este de aaron sentía que mas cerca estaba de la muerte. Extraño a jenny..

Desde que ella se ha ido de mi vida ya no se que hacer conmigo misma. He intentado todo.. observe la llave con el jazmín que reposaba en mi mesilla con una mirada triste. He pasado tantas semanas en las drogas afrontando todo esto que no me he detenido en pensar donde ira esa llave. Sabia que tenia que ver con su hijo. Después de todo lo ultimo que había dicho jenny antes de morir.. fue referido a el. « Encuentra a mi hijo, Andrew.» No tenia idea como hacerlo. Solo soy una simple prostituta, jenny. Como haré eso?. Mi cabeza estaba repleta de preguntas que jamas serian contestadas evidentemente. Suspire. Era difícil movilizarme en la cama. Las heridas de la noche anterior aun dolían bastante. Nunca comprenderé como sobrevivía a las palizas de aaron. Suerte, supongo. Estaba cansada de permanecer sola en este lugar vació. Sin mi compañera.. sin jenny. Dicen que cuando una persona se muere, la que se queda es la que mas sufre y eso es completamente cierto. Me siento desamparada en este mundo. Donde solo sobrevive el mas fuerte. Aparte esos pensamientos melancólicos de mi cabeza e intente levantarme de la cama con mis sabanas para cubrir mi cuerpo desnudo y delgado. Pensaba lavar aquellas sabanas en la ducha ya que no resistía el maldito olor que aaron había dejado en ellas. Al levantarme de la cama lentamente, alguien golpeo la puerta sin entusiasmo. Reconocería esos golpes en cualquier parte. No conteste ante ese llamado.

 - Hanna. El jefe ha dicho que te desasgas de las cosas de Jennifer. Tendrás una nueva compañera!!- anuncio la voz de lisa. Odiaba a esa chica, siempre era la chismosa favorita de aaron. Por su culpa me he ganado palizas interminables.

 - Me niego!!!. Escuchas?! Jenny se ha ido hace 6 meses . Me niego a tener a alguien aquí!!. Ahora vete de aquí y púdrete, lisa!!!- grite furiosa.

 -Hanna!! Vamos .. Anoche escuchamos tus gritos... y .. sabemos que aaron ha ido demasiado lejos. - ella quizás intento ser amable o solamente estaba fingiendo. No podía comprender sus intenciones pero suponía que no eran buenas.

 - Si. Por ello no quiero que nadie me moleste. Largo de aquí, lisa. Ve a masturbar a aaron que para eso si tienes talento!- grite tomando una de mis botas y la arroje hacia la puerta donde el objeto impacto con la puerta ocasionando un ruido sonoro. No escuche a lisa después de aquello. Ella seguramente Corrió a chismorrear lo que dije a aaron. Volvería a golpearme si no obedecía. Odiaba esto, prefería quedarme sola en esta habitación que obtener alguna compañera indeseada. Comprendía que todas estábamos en la misma situación pero no tenia amigas aquí. Solo compañeras.. la única amiga que tenia era jenny y ahora tenia que desechar sus cosas para que otra duerma aquí. Así que antes de que aaron otra vuelva a golpearme decidí darme un baño. Aunque primero lave mis sabanas en la ducha con lentitud ya que mis brazos dolían. En el momento en que termine de lavarlas, subí mi vestido hasta mi abdomen y divise las marcas moradas de los golpes que me había propinado aaron. Ignore ese hecho y una vez dentro de la ducha comencé a fregar mi cuerpo con cuidado. En el agua se podía detectar la sangre que brotaba de mi nariz y mis labios. Cerré mis ojos con esperanzas de solo sentir el agua corriendo por mi cuerpo para aliviar el dolor que sentía. Me asustaba verme al espejo por lo que al salir evite observar mi rostro destrozado. No quería verlo, seguramente era una imagen desopilante y aterradora. Coloque una bata rosa pálido sobre mi cuerpo y salí del baño .Tome una bolsa de hielo de la pequeña heladera que había en un extremo y destine la bolsa en uno de mis ojos. El frió de la bolsa se sentía bien y se podría decir que la hinchazón disminuyo lentamente. Estaba preparada para organizar las cosas de jenny. Todo había quedado como ella lo dejo. No me atreví a tocar nada desde que ella murió. Así podría imaginarme que aun seguía con vida y solo se estaba tardando. Sentí el impulso de ingerir heroína cuando comencé a recordar su muerte. Pero me contuve. Debía de hace esto bien y drogada no era una buena forma de hacerlo. Ella no tenia nada preciado, la ropa y los accesorios solo eran un mecanismo para llegar a las billeteras de los cerdos. Jenny tenia un gran bolso vació en su armario de madera, allí comencé a colocar su ropa con delicadeza. Sus zapatos los coloque en mi cama para organizar los pares correctos. Aaron seguramente tomaría esos zapatos y esa ropa para compartirla con las demás chicas. Aunque esto era un recuerdo de jenny, sabia que ella odiaba esta ropa y no me ocasionaba ningún tipo de lastima sacarla de aquí. En el armario había un estante y sobre el un objeto extraño. Coloque una silla para subirme en ella y así tomar aquel objeto. Mi mirada se impacto al ver aquel cofre dorado y limpio que reposaba en aquel estante. Era evidente que con toda la ropa que cubría este objeto nadie podía encontrarlo. Con ambas manos me ocupe en llevar el preciado objeto hacia mi cama. Me deje caer en ella y comencé a acariciar el cofre. Era de un material metálico y robusto de una complexión mediana. En el centro divise unas preciosas gemas rojas , verdes y azules. El cofre era cubierto por dibujos de flores y de pajarillos tallados a mano. En general el precioso objeto parecía valioso. Nunca había visto que jenny sacara esto o quizás lo había ignorado ya que no parecía importante. El cofre tenia una cerradura pequeña de la que solo una llave con el mismo material podía encajar. Observe la llave que reposaba en mi mesilla y la tome. Esto es quizás algo importante. Si jenny me había confiado esta llave es porque debía de ver algo que ella no pudo contarme. Odiaba meter la nariz en algo que no me incumbía pero la curiosidad me mato. La llave encajo perfectamente y me propuse a abrir el cofre. En un instante una melodía preciosa de cuna se escucho por toda la habitación. Aunque aquella pieza era un tanto triste. Al escucharla mi vista se nublo por algunas lagrimas que se aventuraron por mis ojos. Limpie mis lagrimas con el dorso de mi mano y divise los objetos que reposaban dentro del cofre. Nunca he visto que jenny use estos objetos. Un cepillo para cabello con dientes finos decorado con gemas de colores detrás era uno de esos objetos. Algunos botes vacíos de perfumes de mujer caros, flores secas con un aroma exquisito y algunos sobres vacíos con una dirección desconocida. Todos esos objetos me desconcertaban. Pero algo mas me llamo mucho mas la atención. Una prenda en realidad. Era una especie de bota pequeña hecha al crochet. Levante la pequeña bota y la coloque sobre mi cama con delicadeza. Esto... quizás le pertenezca a su hijo. Aquel quien jenny me encargo de encontrarlo. 

Lejos de míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora