Xiao Zhan se encontró en un extraño estado de ánimo el miércoles por la mañana. Ya que el día anterior Ayanga había estado actuando extraño con él y se había ido ridículamente temprano para otro turno en el hospital. Y no estaba con humor de hablarle tampoco, en su lugar, había permanecido en la cama hasta que su alarma lo forzara a despertar y comenzara su rutina diaria. Cuando el momento de vestirse llegó, tuvo que detenerse, Yibo le había dicho que no había necesidad para vestirse como otros días, así que ¿por qué torturarse en elegir un traje para oficina? No, hoy iría como le gustaba estar: jeans vaqueros, una camiseta con algún estampado, una chaqueta de cuero, botas y su cabello al natural y con todos los accesorias que indicaban que podía ser perfecto.
Desafortunadamente, el ritual de Xiao Zhan le tomó más de lo esperado después de limitarse tanto por un mes, haciéndolo imposible para él tener un desayuno antes de que el intercomunicador de su departamento lo dejara saber que Yubin lo estaba esperando. Gruñendo, el pelinegro practicante corrió por su bolso antes de apresurarse por la puerta, ignorando la luz parpadeante del contestador desde el día anterior y el mensaje que estaba ahí, esperando a que lo oyera.
— ¡Buenos días, Yubin! —Xiao Zhan saludó a la vez que se ponía sus lentes de sol, antes de subir al gran vehículo de lujo. Para ser honesto, ya se estaba acostumbrando al trato por estar tanto alrededor de Yibo. Deseaba que siempre fuera así; al menos en esta parte.
—Hey, Luces bien hoy, ese estilo te encaja —Yubin le sonrió al pelinegro. Había sido difícil, pero después de una larga discusión con Xuan Lu había llegado a términos con la extraña situación de su jefe con este chico, y tenía que admitir que en realidad le agradaba Xiao Zhan, pensaba que era bueno para Yibo, lo que más importaba. Su amigo ya se merecía felicidad, y Xiao Zhan podría dársela, y así era.
—Gracias —Fue la simple palabra, pero suficiente para ambos. Xiao Zhan miró alrededor mientras Yubin conducía, curioso —Entonces, ¿A dónde estamos yendo? Yibo no lo dijo ayer —Preguntó. Sabía que estaban yendo más lejos de dónde vivía, pero nada más. Frunció el ceño un poco al ver que Yubin sonrió. De pronto tuvo una sensación extraña.
—Primero, estamos yendo aun Starbucks porque necesito cafeína, luego iremos a la casa de Yibo —El hombre respondió despreocupado, como si no fuera un gran lío. Vio la expresión facial de Xiao Zhan y tuvo que aguantarse para no reír. Esto era demasiado, en serio.
Xiao Zhan juró que su corazón detuvo sus latidos y se tornó pálido como un fantasma. Todo por la segunda parte de la respuesta a una inocente pregunta — ¿A la casa de Yibo? C-Como... ¿en el lugar dónde vive? —Tuvo que preguntar para asegurarse. Ni siquiera sabía cómo logró hablar.
—Sí, ¿Qué más podría significar? —Yubin molestó, entrando al restaurante de comida rápida — ¿Quieres un café o algo? Yo pago —Ofreció con una sonrisa, ignorando completamente el asombro aun presente en el rostro del Xiao Zhan, Ya que era su turno de pedir, el pelinegro ordenó lo mismo que el día anterior.—Probablemente tendremos desayuno en casa de Yibo.
Cuando Xiao Zhan finalmente regresó a sus sentidos y se dio cuenta que debía salir del maldito auto, Yubin ya estaba en la carretera. No era lo suficiente estúpido para saltar del auto en movimiento, su esperanza ahora sería correr una vez que el auto estacione, pero, No había forma, era una locura.
No hubo más palabras intercambiadas entre ambos hombres en el vehículo, pero Yubin no estuvo preocupado. Ya había visto lo mismo que Xuan Lu, A Yibo le gustaba Xiao Zhan como una persona, como una cita, no como un polvo. En realidad, se preocupaba por él. Pensó que nunca sucedería, considerando el doloroso pasado del abogado.
Le tomó veinte minutos más antes de que Yubin se estacionara en frente del moderno edificio en lo que Xiao Zhan supo que era uno de los más hermosos, en la lujosa área de la ciudad. Por supuesto, Wang Yibo viviría en un lugar así.—Bueno, aquí estamos, vamos. —Dijo, antes de salir del auto. Con un nervioso Xiao Zhan a su lado, lo guio de camino al elevador, listo para ir al último piso del edificio.
Justo ahora Xiao Zhan se dio cuenta que Yubin estaba vestido bastante casual, con jeans y una camiseta regular, que combinaba con sus zapatillas y una chaqueta Nike. Era un buen cambio y no pudo evitar preguntarse si lo había visto así, supuso que era lo más probable.
Minutos más tarde, ambos estaban saliendo del ascensor espejado hacia una sala principal elegante, encarándoles un par de puertas blancas, las únicas en el pasillo. No había duda que ese era su destino, especialmente cuando Yubin camino hacia ahí y tocó el timbre. Xiao Zhan se movió nerviosamente de un pie a otro.
Cuando oyó la voz familiar al otro lado a la vez que la puerta se abrió. Dejó de respirar.
Probablemente Yibo acababa de tomar una ducha, al ver las gotas de agua brillando en la piel de sus brazos, hombros y cuello. No estaba ayudando que usara unos pantalones de buzo, una sudadera dejando ver sus fuertes brazos. Incluso estaba descalzo. El corazón de Xiao Zhan dejó de latir por la vista.
—Bienvenidos chicos. Acabo de tomar una ducha, pero vengan, entren. El servicio acaba de traer el desayuno para todos nosotros. Eso te incluye, Yubin —Yibo recibió una gentil sonrisa a la vez que se hizo un lado para que entraran — ¡Hey, tranquilo, amigo! Ya conoces a Yubin—Yibo llamó detrás de él, haciendo que Xiao Zhan se girara a tiempo para ver a Yibo sostener a un perro, gentil pero firme. Se derritió en su lugar.
— ¿Tienes un perro? Eso es asombroso ¿Cuál es su nombre? —Xiao Zhan preguntó inmediatamente con una sonrisa en su rostro, olvidando sus nervios iniciales al ponerse de rodillas para acariciar al animal con gentileza. Recibió una juguetona lamida en el rostro que lo hizo reír. No notó que ambos, Yubin y Yibo, estaban cerca mirando la escena con interés y una sonrisa en sus rostros — ¡Es tan adorable!
—Parece que le agradas a Scotty —Yibo comentó suavemente, acariciando la cabeza del perro afectuosamente y rascándole la oreja —Yubin y Xuan Lu podrían estar celosos, pero tengo que admitir que este chico es mi mejor amigo o tan cerca como puede ser sin ser humano —Dijo, con cierta calidez en su voz —Vamos, avancemos antes de que Yubin se coma todo sin nosotros —Bromeó un poco al levantarse y ofrecerle la mano a Xiao Zhan como apoyo.
Le tomó un momento antes de que el pelinegro reaccionara y alcanzara la mano de ayuda, pero no fue su culpa. El hecho de que Yibo amaba a los perros solo era otro punto a favor para él, considerando cuánto él también amaba a los perros, mientras que viviendo con Ayanga no podía estar cerca de uno. Aún con una sonrisa en su rostro, Xiao Zhan caminó con Yibo hacia la cocina, sin notar que aún estaban sostenidos de la mano. Pero Yubin lo notó; solo que eligió no decir nada al respecto.
—Tienes que decirme dónde conseguiste estos bagels, son asombrosos —Comentó, dándole una mordida a la pieza de alimento. Justo como Yibo predijo, Yubin ya estaba comenzando a comer sin ellos. Encogiéndose de hombros, Yibo guio a Xiao Zhan para que se sentara, convenientemente en frente de un gran tazón lleno de fresas, uvas y algunas frutas más de su tipo. Le dio a Xiao Zhan una sonrisa conocedora antes de tomar su asiento en su propio lugar.
—Entonces, ¿qué vas hacer en tu día libre hoy, Yubin? —Yibo preguntó en su lugar, cambiando el tema mientras alcanzaba una tostada y algo de mermelada. Rio entre dientes por el rostro de Xiao Zhan al decir su comentario —Ya que me estoy quedando aquí todo el día, no tienes que estar alrededor, tengo a Scotty. Puedes ir con Xuan Lu y finalmente invitarla a salir —Molestó, riendo al ver a su amigo atorarse con el jugo de naranja.
—Y-Yo no...solo somos amigos. No sé a qué te refieres —Yubin intentó salvarse, aun así evadiendo los pares de ojos en la habitación. Sospechaba que incluso el perro los estaba mirando con esa mirada de "No te creo ni una palabra de lo que dices".
Xiao Zhan resopló — ¡Solo porque no estás haciendo nada! Ella está toda soñadora esperando a que hagas algo y ¡nunca haces nada! —Dijo esta vez, llevándose otra cereza a la boca y sintiéndose más cómodo ahí —Ustedes dos se mueren por el otro, pero a menos de que hagan algo, alguien más va a venir y se la llevará primero. No quieres eso ¿verdad? —Intentó esta vez. También consideraba a Yubin y Xuan Lu buenos amigos, así que los quería felices. Notó que Yubin se quedó callado ante sus palabras en realidad.
—Xiao Zhan tiene razón, tienes que tomar la oportunidad, hombre. Quizá la próxima vez que vayamos al club, si es hoy ¿es muy pronto para ti? —Yibo intentó animarlo, sirviéndose un poco de comida en frente de ellos. Conocía la forma de pensar de su amigo, pero esperó que empujaría esos pensamientos a un lado para su propia felicidad.
—Como sea, chicos. Miren, lo pensaré ¿de acuerdo? —Yubin habló al menos, terminando el tema al dar otra mordida de su bocado. Nadie lo tomó como grosero, así era él, lo conocían a estas alturas. En su lugar, comenzaron a hablar de cosas al azar como películas, hasta que estuvieron muy llenos para comer más. Todo fue muy delicioso, así que en realidad era una pena.
—No tengo idea cómo lograran trabajar después de todo esto, pero buena suerte. Tengo que hacer algunos de mis propios encargos. No es algo que suceda todos los días que el nazi de mi jefe me da un día libre. Estaría perdido sin mí —Yubin tomó la oportunidad para molestar, siendo lo suficiente rápido para no ser golpeado juguetonamente por Yibo. Aunque era más fuerte que Yibo de todos modos. Riendo un poco, salió de la habitación y de la casa, sintiéndose mucho como en su propio departamento, que no necesitaba ser guiado a la salida o la mierda de amabilidad. Ellos eran como hermanos.
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Objetion!!! Mi juicio eres tú...
RandomXiao Zhan un estudiante con necesidad de graduarse, uno de los mejores en su universidad y con una relación perfecta, con su novio perfecto. Ayanga medico apasionado por su carrera, y con una vida feliz junto a su novio Xiao Zhan. Wang Yibo a su cor...