Me desperté asustada, de nuevo había soñado que estábamos en cuarentena.
Busqué mi celular con la mano, y lo prendí.
7:05 am
34 notificaciones nuevas.Me levanté de un solo salto, acomode rápidamente las sábanas y dejé el celular sobre la cama.
Fui al baño y me sonreí al espejo, era increíble como habían desaparecido las ojeras que tenía hace unos meses, cepillé mis dientes y lavé mi rostro.
Agarré una toalla y me sequé, sujeté mi cabello en una coleta.
Tomé mi celular y salí de mi habitación en dirección a la cocina, busqué un termo con agua fría.
Corrí a la sala y prendí la TV, estaban pasando Two and a half men, que serie tan buena señorrr.
Sonó mi celular, avisandome de un nuevo mensaje.
Mejor Amigo ❣:
Heeeey, ¿Cómo estás mi amor?Muy bien nene, ¿Y tu como amaneces?
De maravilla, sabes que hoy tengo muchas ganas de verte, ¿Tienes algo que hacer ahorita?
Nope, tenía planeado ver series o películas todo el día kajskajsk.
Pues hoy te has ganado la lotería, porque podrás ver películas conmigo 😎.
Corrección, tú te ganaste la lotería, rídiculo.
Sisisi, en un rato estoy allá, ¿Quieres que lleve algo?
Con tu presencia basta y sobra mi amor.
Aycomosinoteconocieraboba.
Reí y lo dejé en visto.
Le subí volumen al TV y fui al cuarto de limpieza por la escoba, ya que la casa está un poquititito sucia y dar malas impresiones no es lo mío.
****
Estábamos sentados en mi cama, comiendo un trozo de una torta de chocolate que Michael trajo, estaba demasiado buena, era como probar la gloria, definitivamente no la quería compartir pero era lo mínimo que podía hacer por mi amix.
Veíamos Your Name, estaba severamente confundida con eso de que se olvidaron el uno del otro:').
En un momento voltee a mirar a mi mejor amigo, me di cuenta que tenía una manchita de chocolate sobre la comisura de sus labios y me tomé el atrevimiento de limpiarlo con mi dedo.
Para luego limpiar mi dedo con mi boca.
Por alguna absurda razón, sentí la necesidad de estamparle un pequeño beso sobre sus labios.
Lo cual hice.
Él me miró a los ojos y luego recayó en mis labios, le sonreí de manera despreocupada y miré hacia la TV.
De vez en cuando este tipo de cosas ocurrían pero nunca pasabamos de ahí por respeto al otro.
No somos amigos con beneficios, solo tontos que de vez en cuando se dan besos pequeños e insignificantes.
Luego de unos minutos, acabó la película. Me levanté de un solo salto, quería estirar las piernas.
Michael copió mi acción.
-¿Ahora que quieres hacer?-preguntó estirandose.
-La verdad no lo sé, mientras no incluya salir, todo perfecto-le sonreí.
Poco a poco me fui acercando a él, teníamos unos cuantos centímetros que nos separaban, porque en efecto mi altura no ayuda mucho.
Parezco un duende.
Y él un maldito rascacielos.
Dejé un casto beso sobre sus labios, y sonreí como si hubiese hecho una travesura.
-Tenemos que dejar de hacer eso-dijo intentando autoconvencerse.
-¿Por qué?-dije moviendome de lado a lado, sin quitar la vista de sus labios.
-Recuerda que me gusta Lily.
-Y a mi me gusta Jayden, así que deja el miedo-dije viendolo a los ojos.
Michael no aguantó más y me besó, sus brazos abrazaban mi cintura y mi mano acariciaba su nuca, por mi tamaño me mantenía de puntillas.
Él se dio cuenta y me impulsó para cargarme, me pegó a la pared y comenzamos a besarnos con mucha intensidad.
Mis manos acariciaban su cabello, mientras que las de él apretaban mis muslos.
Nuestras respiraciones agitadas eran todo lo que se escuchaba.
Apricioné entre mis piernas su cadera, mientras sus manos subían poco a poco, desde mis muslos, tocando mi trasero hasta el aro de lo que era mi brasier.
Sus dedos punteaban el aro, pidiendo permiso para subir.
Me separé un momento de sus labios los cuales estaban rojos e hinchados, me miró dudoso, miré detrás de él y pareció entender la seña.
Por lo que volvimos a besarnos, pero ahora caminaba en dirección a mi cama, en la cual me depositó suavemente, acostandose sobre mi mientras mantenía su peso en sus brazos.
Me estaba molestando estar debajo de él y en un movimiento rápido, quedé sentada sobre su cadera.
Mis manos reposaban sobre su pecho, mientras que las suyas se escabullían debajo de mi camiseta.
Comencé a sentir como mi zona se calentaba, e inevitablemente su... cosa me rozaba.
Alguien como que se despertó jiji.
Ambos nos quitamos las camisetas porque estorbaban, y su mirada permanecía llena de lujuria mientras repasaba las curvas de mis pechos.
-¿Disfrutando de la vista?-bromeé, él sonrió y seguimos la ronda de besos.
Comenzó a depositar besos sobre mi cuello, cosa que me hacía morderme los labios.
Sin querer recordé a Jayden, pero en definitiva no me sentía culpable.
Besó la parte visible de mis pechos y me puso debajo de él.
Bajo a mi abdomen y comenzó a acariciar uno de mis pechos.Sentí como dejó un último beso cerca de mi ombligo, me pidió permiso con la mirada para saludar a la niña y asentí.
Levanté un poco mis caderas para que pudiera quitar de una vez por todas el mono deportivo que traía.
Pero antes de que pudiera hacerlo, comenzaron a sonar nuestros móviles.
Ambos nos vimos extrañados y procedimos a tomarlos.
Era una llamada de Jayden.
No le hice mucho caso a Michael porque salí a la sala a contestar la llamada.
Tranquilicé un poco mi respiración y contesté.
__________________________________-¿Alo?
Heeeeey, ¿Estás ocupada?-
-Ah, no ¿Por qué cariño?
Es que quería darte una noticia, y quería saber si podía dartela en persona-
-Ahm, claro pero ¿Que ocurrió?
Te lo cuento en veinte minutos, bye-
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Lo Que Siempre Quise.
Teen FictionVerónica Laurens una joven rebelde e impulsiva, que vive sin límites, sin miedo, sin un pasado que la destruya o al menos eso cree. Verónica se ve afectada por ciertas cosas de su día a día que la hacen superarse y crecer. -Mucho blabla, poca acción...