Ambos chicos hicieron un sin fin de bromas en aquel tejado aquella fria noche, charlaron y reian sin preocupaciones, a ambos les gustaba pasar el tiempo juntos sin duda alguna.
Por un momento ambos comprendieron que la vida era larga, llena de subidas y bajadas, pero que definitivamente valía la pena vivirla plenamente, ambos deseaban vivir muchos años, la vida era hermosa.
O al menos Richie esa noche la había entendido así.
Pronto Richie vio que Eddie estaba con sus párpados cansados, tenía demasiado sueño, era lógico, habían estado mucho tiempo ahí, tal vez ya faltaba poco para que el sol saliese, asi que espero que Eddie entrara y durmiera y él se marcharía a hacer lo mismo.- ¿Podrias quedarte a dormir conmigo?, tus brazos son cálidos, creo que me acostumbre a ellos. - había dicho el menor somnoliento.
-No lo creo, peque, ¿qué diría tu mamá si al despertarte me encuentra contigo?, mejor no.
- Fue lindo, gracias Rich... - el menor depósito un beso en la mejilla del chico de lentes.
- Cuando quieras, Eddie Spaghetti.Richie bajo con cuidado, no quería torcerse un tobillo o algo, mientras iba camino a su casa, aquella sonrisa que traía no podía abandonar sus labios, no se podría borrar con nada.
*_ * _ *_ * _*
-Eddie bear, hora de despertar, pequeño. - había dicho su madre por la mañana mientras tocaba el cabello castaño de su hijo.
Eddie tenía demasiado sueño aquella mañana, quería seguir durmiendo, pero con todo el sueño del mundo se despertó y abrazo a su madre, había despertado feliz.
- Buenos días, mamá... aún quería dormir un poco más.
Su madre le sonrió cariñosamente, por ella no había problema.
- No te preocupes, puedes seguir durmiendo, hoy no iras a la escuela y Richie vendrá a cuidarte mas tarde.
Eddie volvió a dormir con una sonrisa en el rostro.
2020...
-Y bien Richie, ¿cómo estás hoy? - habia preguntado el nuevo doctor que se le había asignado a Richie.
- Mejor que nunca, doctor - dijo Richie con sarcasmo sin siquiera dirigirle la mirada al doctor.
- Richie, por favor respondeme una cosa, ¿qué pasó?, ¿por qué decidiste hacerte daño?, pensé que ya habíamos progresado...
-Nada, doctor.
-¿Nada?, ¿seguro?.
-Si, nada. - Dijo Richie mirando a Eddie frente suyo, sonriendole.
- ¿Qué miras? - preguntó el doctor un poco estresado, al parecer Richie no quería cooperar.
-Nada.
-Bien, ¿cómo amaneció Eddie hoy?.
-Bien, se lo ve contento y feliz.Lo sabía, ahora el doctor sabía que Richie no había tomado sus pastillas y eso lo llevó a hacerse daño.
Actualidad....
Richie se encontraba bebiendo café, por alguna extraña razón que no entendía, o bueno tampoco le interesaba entender solo le dejaban beber cafe una vez al mes.
Richie había dejado de contar los días, no sabía en qué fecha estaban, de que mes ni de que año.
Richie había tomado sus pastillas, Jack lo había hecho prometer que lo haría, sin importar lo mucho que Richie quisiese ver a Eddie, Jack quería que Richie se esforzara, que viviera, que volviera.
Claro que Richie si recordaba su vida pasada, en efecto lo hacía, los días que estaba completamente lúcido.
Hoy era un dia de esos y fue conveniente, porque oyó tocar el timbre y estaba tranquilo, asi que calmado fue a abrir aquella puerta.
Al abrir la puerta, no se esperaba encontrarse con aquel rostro.
Era aquel hombre al que el paso de los años no le habían dado tregua, tenia ya el rostro cansado, ¿quien no?, después de tantos desvelos el tiempo pasa su factura, o bueno al menos eso creía Richie.- Buenos días, Stanley, ¿gustas café?.
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Desde donde estés...
De TodoEddie era un niño de trece años cuando todo salio mal en su vida, toda su vida se creyó enfermo y todos lo creyeron un pequeño monstruo. Eddie era un pequeño monstruo que no debía tener amigos, no podía ser amado... Richie fumaba muchos cigarrillos...