Un cuerpo de constelaciones.

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Llegó a la casa. Lleno de moretones. James había recibido una de esas palizas que no se olvidan fácilmente. James, en este instante, lo único que quería era llorar. No creía que por algo tan trivial como su sexualidad podían proporcionarle tal brutalidad en una golpiza. Sin duda, en ese momento se sintió odiado.

Su padre lo miró y se sorprendió, ¿Cómo no hacerlo? Ver a tu propio hijo así de golpeado, con un labio roto, un hilo de sangre en las comisuras de sus labios, un moretón en la mejilla, y sólo Dios sabe cuántos más.

-James, cariño, ¿¡Qué mierda te ha pasado!? –Dijo el padre de James horrorizado.- ¿De dónde has sacado esos moretones?

- Prefiero pensar que son constelaciones. –Dijo James sonriente.- Tengo un cuerpo de constelaciones. En mi pecho, brazos, espalda, torso, etc. Ellos me crearon. Soy una constelación a la cuál le faltan las estrellas. A veces quiero pensar que algún día lograré poder ser James. Solamente James, el chico al que le gusta la astronomía y relaciona todo con ella. James, el maldito estúpido que pasó al frente de la persona equivocada, en el momento equivocado y con la persona equivocada. James, el chico al cuál se le arruinaron todos los putos sueños. Tengo un cuerpo de constelaciones, pero no tengo una luna, papá. Yo tengo un sol. Amo a mi sol. Y mi sol se llama Jhon. Papá, él me defendió. Él evitó que me convirtiera aún más en una constelación. Tal vez no tenga sentido lo que diga, tal vez estarías mejor sabiendo que soy heterosexual. Sólo tal vez, tal vez, hubieses preferido que traiga a una hermosa mujer a la casa. Pero no es así. Mi universo completo gira en torno a Jhon. Y espero que sepas que te amo, papá. Papá...

Trás la confesión de su hijo, Jean encontró la compasión en su corazón. Su hijo era masoquista o la persona más optimista del universo al encontrar que era una constelación. Quería decírle que siempre lo supo, pero no era el momento. Tenía que partir al hospital en ese mismo instante.

Y es así, como la familia Grifith se volvió una de las más unidas luego de eso. 

A veces, James sueña con el día, en poder transformarse en una verdadera constelación, y no tener un cuerpo formado de ellas.

Mi vida apesta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora