Envy 🧪 Reiji Sakamaki 🐍🔞

🧪 9

Tn y su madre entraron a una cafetería, cargando un par de bolsas. Habían salido a comprar algunas cosas, entre ellas la ropa y accesorios que usarían para la boda de Saraella. Tomaron asiento en una mesa junto a una de las ventanas y un camarero se acercó a ellas para tomar sus órdenes.

– Bienvenidas. ¿Qué van a tomar?

– ¿Hija?

– Té Earl Gray, y una porción de pastel de vainilla y chocolate.

El hombre anotó y miró a la mujer.

– ¿Señora?

– Un café y un muffin de vainilla.

– Entendido –dijo anotando.– Con permiso.

El camarero se alejó. La mujer suspiró y miró a su hija.

– El vestido te queda hermoso, hija.

– ¿Tú crees? ¿No estoy...demasiado gorda? Tal vez debería adelgazar un poco...

– Oh, cielo –rió.– Estás muy bien así. Además, ¿Por qué adelgazarías tú, si no eres la novia?

– ¿Estás segura?

– Muy segura, querida. Sólo cálmate, estás bien y eres bonita.

– Oh...Gracias, supongo...

El camarero se acercó con una bandeja y sirvió las órdenes a cada una, hizo una reverencia mientras ellas le agradecían, y se retiró.

– Entonces... ¿Invitarás a alguien a la boda de tu hermana? –tomó la taza y bebió.

– No lo sé, ¿Debería?

– Claro que sí, sería lindo que llegaras con algún chico...Lo siento, quiero decir, con Reiji-kun –rió.

– Mamá... –murmuró.

– Es un lindo chico, bastante educado y parece ser muy inteligente. Tú padre aún no lo ha conocido, pero estoy más que seguro de que quedará encantado con él. Puedes presentárselo en la boda, sería un buen momento.

– Bueno, si lo crees así –tomó su taza y bebió.

– Confía en mí, tu padre estará encantado –rió.

– De acuerdo, se lo comentaré –tomó un poco el pastel y comió.

– ¡Ah! Qué maravilla –rió.– Es un joven encantador, lo apruebo.

– Mamá, ya –rió, algo sonrojada.

[Día siguiente]

Tn y Reiji se reunieron a hacer tarea una vez más, ya era casi una costumbre, pero esta vez en casa de él.

– ¿Podemos empezar a estudiar directamente...o vas a verte de nuevo al espejo mientras piensas en tus inseguridades? –preguntó él. Ella rió.

– No tienes un espejo en tu cuarto, así que, aunque quisiera, no podría.

– Menos mal.

– Pero...

– ¿Hm?

– Antes de empezar, tengo algo para ti.

– ¿Ah, si?

– Sí, espera.

La joven abrió su bolso y sacó una caja, la cual entregó a su novio.

– Mi madre viajó a Alemania. Le comenté lo mucho que amas el té, así que te trajo una caja de té importado.

– Oh... –la tomó.– Muchas gracias, lo aprecio. Es un regalo excelente.