El tiempo transcurrió con velocidad, y ya nos encontrábamos frente a la Hokage, informando nuestra misión. __ aguardaba allí cuando nosotros entramos, y no supe justificar como había logrado realizar el camino en un tiempo límite. A Tsunade no pareción incomodarle su presencia, por lo que procedimos a informarle. Tenten fue quien habló:
— El ejército ha sido neutralizado, lady Tsunade—explicó, radiante de admiración—. Ha sido entregado a los guardias, para su interrogación.
— Felicidades por completar su misión, pueden retirarse—dijo.
Todos cruzamos la puerta, mas a __ se la prohibió salir, al igual que a nuestro maestro. Mi curiosidad no fue suficiente como para arremolinarme contra la puerta, a urtadillas, a escuchar su conversación, pero la de Rock Lee sí. Al parecer, lucía claramente interesado en la muchacha, y mi brazo, al igual que el de Tenten, fue arrastrado hasta su posición. Nos miró con desvelo.
— ¿No les da curiosidad el aire misterioso qué tiene?—preguntó, sonriendo—. ¡Está claro que oculta algo, y nosotros sabemos el qué!
— No me interesa saberlo—enfrenté.
Tenten y Rock Lee se dedicaron una mirada despectiva.
— Eso no te lo crees ni tú—afirmó, descarada, la castaña, quien golpeó mis costillas—. A todos nos causa expectación, no de mala forma, sólo un perpetua curiosidad. Hasta cuando veníamos oí murmurar a las personas sobre ella. Está claro que oculta algo muy gordo, Neji, y en la misión pudimos comprobarlo.
— Es verdad. ¿No lo viste? Nos descuidamos unos segundos y...¡pam! Soldados derrotados. ¿Cómo explicas eso?
— Una enfermedad.
— ¡Claro que no!—negó Rocke Lee—. ¡Hasta el más tonto lo sabría! Esta claro que __ tiene algo que ver, y nosotros, como su fiel equipo, para resguardar su privacidad, nos vemos obligados a saberlo.
— No me interesa saberlo—repetí, cansado.
— Seguro que cuando escuchemos la conversación tu idea cambiará.
Las voces contra la puerta nos alertaron, obligándonos a tomar silencio. Conversaban con naturalidad, sin conseguir percibir la voz suave de __, quien no escuché en ningún momento. Con consternación, los vocablos confusos de nuestro maestro me atemorizaron. La palabra muerte resonó en mi cabeza, repitiendo sus palabras. "Sólo espero que este equipo se libre de la muerte". ¿A qué se referia?
Tenten y Rocke Lee lucían tan estupefactos como yo, acercando sus oreja, con intención de escuchar con mayor profundidas, las palabras de los adultos. Al ver su insistencia, repetí su acción, y por fin la voz de la joven hizo eco en mi memoria.
— Sé mis palabras—concretó—. Sé que debo ausentarme, sé que debo reprimirme, pero eso no es mi naturaleza. Yo no los mataría, no tengo intención de hacerlo.
— Lo sé, __, y eso es lo más preocupante. Tu descontrol podría...
Las palbras de nuestro maestro quedaron en al aire, ya que la puerta fue abierta y nuestros cuerpos interceptados. Por primera vez, detecté una expresión en el rostro de __: sorpresa. Sus pupilas se contrajeron y su rostro destelló en pena, sus labios se fruncieron y sus puños colisionaron.
Tsunade nos dedicó una mirada de desaprovación, decepcionada, y desapareció entre los pasillos. De la misma forma, el entusiasmo cotidiano de Guy-sensei se había esfumado, se limitó a despedirse, sin ánimos, abandonando el edifico. Nosotros nos incorporamos con rapidez, y Tenten, quien más deseaba tener una relación cercana con la chica, fue la primera en comentar sus disculpas. Entre sollozos de pena, los labios de mi compañera profirieron una disculpa, creiblemente sincera, y __ ausentó su mirada.
— Está bien—comentó—. No pasa nada por que lo escucharaís, al fin y al cabo, somos amigos, ¿no?
La oración sonó tan pesada que no me permití negar, y el odio que mantenía por la chica expiró en esa ocasión. Aunque yo fuese el único en interceptarlo, sus ojos se vieron corruptos y misericordioso, no vacíos como la primera vez que nos la encontramos, aunque fue hace tan sólo una horas. Rock Lee se lanzó a sus brazos, exprimiendo lágrimas con dramatismo, y se acurrucó entre sus brazos, cohibido. __ recibió su acción, mas no la correspondió. Sus ojos se expandieron, regresando a su estado de seriedad.
— ¿Esto hacen los amigos?
— Sí.
— No me gusta. No me gusta el contacto físico, pero lo aceptaré. ¿Con eso es suficiente?
— Sí—repondió de nuevo, Rocke Lee, frotando con intensidad su mejilla contra la de la fémina.
No tenía la intención de residir allí, por lo que mis pasos crearon eco en el pasillo. Sus abrazos emotivos, sus repulsivas emociones, volvieron a desgradarme. Era increíble como mis pensamientos podían variar con esas facilidad respecto a esa chica, a esa nueva integrante, que tendría que soportar innumerables veces en mi vida. ¿Acaso yo estaba destinado a este? ¿Yo estaba destinado a soportar personas estúpidas? ¿Estaba destinado a sucumbir ante la curiosidad y cometer tal ultraje como el espionaje lo era? ¿O sólo era arrastrado a cada una de las situaciones?
Esa idea, por más irreal que resultará, enterneció mi mente y me provocó un desafino mental, que me hizo regresar mi mirada a mis espaldas. Los ojos ingenuos de __ chocaron con los míos, provocádome retroceder.
— No vengo a comunicar nada malo, sólo que, por privacidad, preferiría que no crearaís especulaciones ni compartieses la información que has escuchado.
Tarde, toda al aldea sabría tus pecados, y la muertes, que, distintivas, causaste.
— Descuida, no lo haré.
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Genios ( Neji Hyuga y tú)
FanfictionSiempre fui firme a mi destino, siendo tratado como escoria en mi clan, la desgracia al no ser el heredero. Sólo era yo, un ninja asqueado que jamás pudo entender las razones del mundo, dejándose guiar por la corriente. Hasta que un día, ante mis oj...