Sumisa

Castigo

****** Casa megan **********

Llegamos a mi casa y Mateo ni siquiera me dirigió la palabra en todo el camino, en verdad se enojó por lo de Dylan, no tenía por qué, sus cambios de humor me dan tortícolis.

-Tengo que irme a mi casa, necesito estar checando todo desde mi computadora
-Mateo necesito hablar contigo
-Bueno chicos los dejo, chao
Con eso Claudia se fue directo a su casa y nos dejó solo a mateo y a mi
-¿Que es lo que quieres hablar?
Se ve un poco enojado o triste aún no puedo descifrarlo
-De lo que pasó hoy con Dylan
-No hay nada de que hablar
-Mateo por favor no te comportes así.
-¡Así! ¿Así cómo ?
-Asi como un novio celoso
Mateo se acercó y me agarró de la nuca, su agarre fue fuerte y me acerco a sus labios.
-No estoy celoso Megan, lo que quiero ahora y en este precioso momento es follarte tanduro que no puedas ni levantarte.
-Ese, ¿será mi castigo señor ?
Mateo sonrió y me besó, fue un beso salvaje y apasionado pero con un poco de ira.
Escuchamos a lo lejos una puerta abrir y con eso tubimos para separarnos.
-Ven, ven conmigo
Jale a Mateo a la parte de trás de su casa y nos escondimos, nos asomamos y vimos a sus papás salir se su casa, me miró y sonrió como el gatito de Alicia en el país de las maravillas, algo planea y yo estoy dispuesta a someterme.
-ven meg, vamos
Mateo me llevó de la mano hacia adentro de su casa, subimos las escaleras directo a su cuarto el abrió la puerta y entramos.

Mateo con voz dominante me dijo -¡Quitate la ropa!
Yo como buena niña le ovedecí, me desnude frente a él.
El se acercó me agarró y me puso en cuatro, se fue al armario y en menos de lo que pude sentir mateo me tapó los ojos con una corbata o venda que se yo,
Con voz ronca me susurro al oído
-Te has portado muy mal y por eso te tendré que castigar
En cuanto se enderezó comenzó a azotarme con su mano en mis nalgas
-a hora vas a contar con migo hasta 5
-Si, mi señor
Plas...plas.. sonó en cuanto me empezó a azotar y comenzó a contar
-1
-2
-3
-4
-5
Mi trasero me dolía pero yo estaba excitanda mis jugos comenzaba a ser notorios, mateo ágil mente bajo su mano hasta mi clitoris y comenzó con movimientos circulares, de repente dejo de tocarme.
-Mi señor
-de rodillas princesa, frente a mi

Con mucho cuidado ya que no veía nada por la venda en los ojos,logré llegar hasta mateo

-Quiero que me chupes la verga

Y acto seguido Mateo deslizo sus poderosos dedos entre mi cabello y de un jalón brusco me obligo a arrodillarme frente a él.

"A...ay.....d.duele.." Dije con una mueca, pero entonces su imponente verga de mateo entró en mi boca

"Ahora princesa-- Dijo Mateo mientras me apretaba el pelo-- debes de tragar. "

Mi rostro estaba descansando entre sus vellos, y me dio una picazón en la nariz muy divertida. Entonces Mateo acelero su masaje en mi garganta y sus caderas comenzaron a moverse de atrás para adelante.

Oh Dios. Se sentía riquísimo.

Mis labios se deslizaban de atrás para adelante a lo largo de todo su miembro. Tenía la boca abierta de par en par, y el sentir cada vena y rugosidad moviéndose contra mis labios enviaba señales eléctricas que calentaban violentamente todo mi cuerpo. El poderoso falo se metía y salía descaradamente por mi garganta, sin que yo pudiera hacer algo.

"Ugh...uh...ugh..." Gemí guturalmente.

"Así, princesa...así.." Me decía Mi Amo

Era su esclava. Mi boca un juguete al servicio de mi señor, que había decidido usarla para sus sucios planes. Y me fascinaba sentirme así. Tan sucia, sumisa... usada.

Baje mis manos hasta mi sexo, y ya con una actitud desvergonzada comencé a masturbarme furiosamente. Mateo soltó una risita perversa al ver esto, y entre mis quejiditos y gemidos sujeto aún más con más fuerza mis cabeza entre sus poderosas manos. Mi delicado cuerpo ahora se mecía violentamente de atrás para adelante, igualando las poderosas embestidas que Mateo le daba a mi boca.