AkaFuri Por Doquier!

Del odio, al amor.

    — Solo digo que... Si él me odia, está bien, no pienso obligarlo a nada, ni mucho menos yo cambiar drásticamente para satisfacerlo, pero si él me odia tanto, me gustaría que simplemente no lo demostrará tanto...  

    Kouki soltó con un suspiró, Tetsuya escuchaba atentamente a las palabras del castañito. Si Tetsuya no conociera al pelirrojo del que Kouki estaba hablando, estaba seguro de que estaría de acuerdo con las palabras de él, es más, hasta le aconsejaría que se alejara del chico si lo trataba de aquel modo.

    Pero Tetsuya entendía al pelirrojo, no, mejor dicho, sabía la "razón" del porqué de aquellas acciones contra el tierno castañito, Tetsuya sabía que más que odio o desagrado por Kouki, Seijuro simplemente estaba perdidamente enamorado del tembloroso y amable chihuahua que tenía como compañero de habitación. La razón por la que lo trataba de aquella forma era por su absurdo nerviosismo por no saber que hacer con sus sentimientos.

    — ¡Ho, y ayer, cuando salí de tomarme una duche, le quería preguntar si él vió el respuesto del shampoo! ¡Porque se había acabado y era su turno de ducharse! ¡Pero me ignoró completamente, me miró, pero luego ni siquiera su rostro quiso mostrarme! ¡¿Acaso hasta le incómoda verme?!

    'Ha... Akashi-kun tuvo que haberla pasado muy mal... Seguramente se consoló en la ducha'

    Kouki suspiró y sostuvo las riendas de su mochila, sus pestañas se bateaban repetidas veces con molestia, el rostro de su compañero de cuarto seguía llegando a su mente una y otra vez.

    — Yo digo que deberías de hablarlo con él...

    — ¡¿Qué?! ¡Imposible, imposible! Mejor solamente lo ignorare, trataré de hablar lo menos posible con él, ni siquiera lo miraré, así los dos estaremos en paz

    *Tap*

    Kuroko detuvo su andar.

    '¿Qué...? ¿Cómo le explicaré esto a Akashi-kun...?'

 

 

 

 

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    — ...

    — Me odia...

    — Él cree que tú eres el que lo odia.

    — ¡P-pero yo-!

    — No tienes escusa, Akashi-kun. Cualquiera creería que es odiado si lo tratas así.

    — Mmm...

    Seijuro apartó la mirada enojado, puchereando inevitablemente, aunque también estaba triste.

    Pensar que la persona que te gusta te odia, no era muy bueno.

    Si miramos bien la situación, Seijuro tenía mucha suerte.

    No solo tenía la misma edad que su crush, sinó que también iban a la misma escuela, mismas clases, mismo club deportivo y compartían habitación, prácticamente lo veía todos los días, en las mañanas y en las noches, en el almuerzo, en el receso.

    Pero el universo estaba celoso de su buena fortuna y lo castigó con una rara condición llamada:

    "No sé cómo reaccionar ante la persona que me gusta"