solo mía (joel pimentel y tu)

capitulo 20.

Pov Paola.

La vida puede ser difícil, si no tienes a tu lado a las personas correctas. En algún punto de mi vida pensé que no encontraría a esas personas, que mi vida seguiría siendo solitaria, pero me equivoqué; porque por más que la vida sea una mierda contigo y te arrastre a la oscuridad, siempre habrá alguien que te llegue hacia la luz.

Mis padres no son el mejor matrimonio que existe; papá es un adicto al trabajo, ya no vive con mi madre y yo por lo que cada mes nos ayuda pagando la renta de la casa, a pesar de no estar muy presente es buen padre. Todo lo contrario a mi madre; ella también es una adicta, solo que no al trabajo.

La mayoría del tiempo estoy deseando ser otra persona, tener otra vida o al menos otra madre, creía que mi vida era un infierno pero no sabía lo equivocada que estaba, esa vida era mil veces mejor de la que llevaba.

Cómo cualquier otro día, salí de clases y me dispuse a llegar a mi trabajo de medio tiempo, no alcance ni a salir de los dominios de la escuela cuando, uno de los clientes de mi madre aparco el carro justo frente a mi, retrocedí sabiendo lo que vendría luego.

— ¡Oye puta!

Me gire rápidamente para volver a entrar en la escuela, pero me tomo con fuerza del brazo.

— ¡¿Que?! ¡Que necesitas!

El me miró incrédulo por mi repentino gritó.

— ¿Dónde está tu madre? Me debe dinero y necesito que me pague... —hablo apretándome el brazo.

— ¡Pues pregúntale a ella! ¿Yo que tengo que ver con eso? —pregunte aguantando las ganas de gritar.

— oh... No lo sabes niña —su mirada asquerosa se poso en mis labios— tu mamá te dejo como pagaré, en lo que conseguía el dinero.

Mis ojos se abrieron a manos no poder, de la sorpresa al oír esas palabras. Mi madre no era capaz de hacerle eso a su hija, ni siquiera por droga.

—mientes.

El hombre rio espeluznante y me atrajo más hacia el.

— Pues no, no miento y tengo el permiso de tu madre para hacer contigo lo que me plazca. Y lo que quiero es cogerte —paso su asquerosa lengua por mis labios mientras sonría.

Mis ojos no resistieron más y soltaron las lágrimas que estaba reteniendo. Trate de alejarme y correr lejos de el, pero me tenía fuertemente agarrada, empezó a jalarme hacia su auto y cuando sentí que ya todo estaba perdido, entre la multitud de estudiante que pasaban a nuestro lado y se percataban de lo que sucedía y aún así no hacía nada, una chica caminaba hacia mi con convicción, en sus ojos podías ver la fuerza y determinación que tenía esa chica, y como si fuese nada le hablo.

—¡Ey! —grito dando zancadas hacia nosotros— ¡Suéltala!

—¿Perdona? —dijo Jack con notables molestia— ¿Quien carajos eres tú niña?

—Soy amiga de Paola. Es todo lo que necesita saber... —lo recorrió con la mirada, y con un toque altista agregó— señor...

—Mira niña, esto es entré Paola y yo... Usted no tiene nada que hacer aquí, así que de media vuelta y pierdase... —gruñó—

—¿Pao? —sus ojos me pedían a gritos una opinión, yo solo trate de pedirle que no me dejara sola con la mirada— creo que mi amiga no quiere que me valla... ¿Porque no mejor de va usted?

—¡Mira mocosa usted no sabe quién soy yo...!

—¡Me vale mierda quien sea usted, pero a mí no me grita y mucho menos viene a tratar así a Paola! ¡Sea inteligente y vallase, estamos en un colegio muy bien puedo gritar y pedir ayuda! —grito interrumpiendo.

Me asobre en el momento en que se fue, nunca creí que una chica común y corriente como ella, podría ser tan valiente y arriesgaría su vida solo por una conocida más, a mi mente llegó la palabra que había utilizado para dirigirse a mí "amiga" nunca había tenido una, por lo que no sabía cómo tenía que tratarla. Y simplemente le agradecí, hasta no poder más, de la nada Erick apareció a mi lado preguntándome cómo estaba, trate de mostrarme fuerte frente a él.

Al girarme para agradecer una vez más a ____ está ya no estaba.