FLOWER DREAMS

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La señora Wang observó a su hijo sentado en el mismo lugar desde ase tres días. Miraba por la ventana como si esperara a alguien, pero esa persona no estaba interesada en ir en su búsqueda.

El día de su baile, lo vieron llegar dos horas después de que salió. Entro en su habitación y ya no se volvió a escuchar ningún ruido. Su mamá se acercó al día siguiente y escucho con cuidado detrás de la puerta, pero nada. Así que la abrió e ingreso, solo para verlo sentado a un lado de la ventana, mirándo de forma melancólica hacia afuera, con una caja en sus manos.

Trato de hablar con él, pero la evadió prometiéndo que le contaría todo cuando tome una decisión. Pero al parecer ese día no había llegado todavía y era desesperante para ella.

Intento hablar con Zhan para que hable con su hijo, pero este se negó a hacerlo. No le dijo el porqué a nadie y al parecer, estaba en las mismas que Yibo.

-- hijo, no crees que ya es momento de que enfrentes lo que sea que estés esperando?? Ve a buscarlo y arreglalo, no tienes nada que pensar, estas dejando pasar mucho tiempo no crees?? - se paró a su lado y acaricio su cabello de forma tierna para darle apoyo.

Yibo soltó un suspiro, y por primera vez en mucho tiempo, fijo su mirada en otra cosa... la caja en sus manos - mamá, si te cuento esto es porque quiero que me ayudes a arreglarlo y tengo muy claro que hice todo mal desde un inicio - sacudió un poco la caja para luego levantarse y caminar hasta una silla cerca de su escritorio.

Arrastró una silla a su frente y le hizo una señal con la mano para se sentará. Empezó a contar todo lo que pasó en la fiesta, las cosas que dijo, las que Zhan escucho, lo que dijo Zi Yi y que pasó con Hai Kuan. Sacó todo lo que tenía atorado y observó a su mamá esperando el mayor grito del mundo; el cual tenía muy merecido - bueno... en el baile de Zhan nos besamos y no le dije nada... - hay entraba la explicación de lo sucedido en el anterior baile.

Su mamá lo observó con una mirada tranquila en todo momento, no interrumpió su monólogo, escucho hasta el último detalle y pensó con la mente abierta para poder entender ambas partes - vamos a empezar por lo primero - su mamá le quitó la caja que tenía y lo observó - que sentiste con el beso que le diste??

Yibo se puso a pensar en eso, volviendo a sentir el beso otra vez, pero... que era eso???? - no sé - fue su única respuesta - lo que ahora quiero es hablar con él, pero no sé qué es exactamente lo que quiero decirle.

La señora Wang dio un suspiro - sigue tus instintos, aveces ellos nos dan las mejores reacciones - le dio un abrazo para poder alentarlo en lo que iba a hacer - pero tiene que ser ahora, no dejes que pase más tiempo - Yibo asintio mientras agarraba la caja con más fuerza para tomar valor e ir a buscar un buen resultado.
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En otro lado, Zhan estaba tirado en su cama. El no esperaba nada hasta el tercer o cuarto día, porque sabía; aunque no quisiera admitirlo, que Yibo tardaría ese tiempo en esperar una solución del cielo; osea su madre. Así que ese día ya tenía listo todo un discurso para decirle y hacerle entender sus errores; porque lo conocía y sabía que todo lo que dijo fue influenciado por su dichosa novia, además de los malos entendidos que se generaron.

Él ya no estaba tan molestó; solo estaba dolido y quería una disculpa por el mal rato que lo hizo pasar con Hai Kuan, porque tuvo que explicarle; con toda la pena del mundo, que lo que dijo en ese momento fue por impulso. Tuvo que ver su expresión de decepción mal disimulado y amarrarse la lengua para no aceptar nada.

Así que sí, él estaba esperando que apareciera en su puerta a más tardar mañana...

Pero eso no pasó, porque llevaba mirando su puerta por una semana y nada apareció.

-- Zhan, se que tú y Yibo todavía tienen algo que arreglar y... sería bueno que vengas al aeropuerto - fue la llamada número quien sabe de Hai Kuan, pero fue la única donde no le preguntaba cómo estaba o si quería salir.

Y ese fue el momento en el que se dio cuenta de que el orgullo no siempre debe de mantenerse. Porque en ese avión se iba toda la vida que tuvo hasta ese momento.

Salió corriendo de su casa; sus padres de tras de él. Subió al primer taxi que encontró sin dinero en ningún bolsillo; lo bueno fue que sus padres llegaron junto con él en su carro. Entro echo un desastre para ver los horarios de vuelo; los cuales no entendía por qué era la primera vez que estuvo en ese lugar, y le dio ganas de vomitar.

Lo que si agradeció fue tener buena vista, porque a lo lejos logro verlo, abrazando a sus padres con maletas a un lado. Camino hacia él; o puede que haya volado porque llegó muy rápido. Ambos se observaron en silencio y olvidaron a las personas que los rodeaban - Zhan, siempre me pareciste lo mejor que pasó en la vida - Yibo agarro su mano y le dio un ligero apretón.

-- pero ahora me dejas para olvidar lo que vivimos y descubrir nuevas cosas - Zhan lo dijo tan rápido, que parecía que nadie podía entenderlo.

Excepto por alguien - no me voy por eso, lo hago por ti. Quiero que seas tú quien descubra nuevas cosas, sin sentir que yo te estoy presionando. En este tiempo todo ha quedado claro para mí, por eso hago ésto. Cuando vuelva quiero ser mejor para poder cuidarte - agarro una bolsa de la mano de su mamá y se la dio - cuando lo veas, entenderás - de acercó a él y se abrazaron muy fuerte.

Zhan ya no tenía palabras, solo pudo despedirse para continuar con su vida, esperando todas las sorpresas de esta.

Llegó a su casa y se encerró en su cuarto, no lloro más; todas las lágrimas las dejo cuando el avión se fue y se secaron en el abrigo de Hai Kuan, así que ahora era momento de ver lo que le dejo. Abrió la caja y dentro encontró muchas flores idénticas a las que tenía en un cofre, volteó todas sobre su cama y las miro detenidamente. Eran la misma cantidad que las que guardaba y tenían una fecha escrita en sus pétalos. Todas tenían el mismo día y mes, pero variaba en el año. Así que las ordenó por fecha y agarro la más antigua " está es la primera " cogió la otra flor que seguía " suaves pétalos fueron ", dejo las dos juntas y busco las que guardaba para juntarlas.

Las miro y vio las fechas también, así que las ordenó y de nuevo agarro la más antigua "flor que te regalo", agarro la siguiente "las que vimos jugar con el viento". Así desdobló todas las flores y junto sus frases para darse cuenta que contaban las partes más importantes de sus aventuras.

Hasta que llegó al último, pero este era diferente, no tenía un par y no tenía fecha, "tú eres la rosa que protejo, solo espera hasta que termine el invierno".

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