🅰🅳🆅🅴🆁🆃🅴🅽🅲🅸🅰
Primera versión de "Plushophilia"
NO esta terminada y NUNCA será terminada.
Veanlo como la versión Beta con ortografía y narrativa mal hecha.
Temática sobre comportamientos, pensamientos, ideologías y relaciones no sanas. (...
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«Música para este capítulo: Animals - Maroon 5»
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—Finalmente nos vemos cara a cara -hablo cínicamente y me miró.
Intente sacar un grito de mi garganta, pero no salió nada, solo un hilillo de voz.
—No quiero que grites -me ordenó y como un cachorro obedecí.
Me quede petrificada. Estaba ahí, mirándome, de una manera lunática y maliciosa. Inmóvil y con el miedo a punto de estallar, el cual rogaba por salir de mi cuerpo, pero este no reaccionó. Con una mano bien sostenida en la toalla que cubría mi cuerpo, me quedaba ahí, intentando ser firme.
Demonios, esto no me favorecía. Me miró y mi miedo se intensificó más, si es que eso se podía. Lo mire recorrerme con la mirada, una mirada salvaje y con locura. Me comía con la mirada.
—Ven aquí -dijo con voz demandante-. Acércate a mi.
Su voz, fue maravillosa, cautivadora, venérea; me sentía pirata atraído por el canto de una sirena. Con los ojos cerrados y un montón de miedo que juraría él notaba. Me acerque a él, camine con paso lento, torpe y tímido hacia él. Me sorprende que no se haya desesperado, siendo un asesino, siendo el, no se debe jugar.
Me incline al filo de la cama, donde estaba él. Tensa y llena de pavor baje la mirada, pues aunque estaba inclinada vi sus pequeñas piernas, eso me dio una sensación horrible en mi cuerpo y baje más la mirada.
De repente, con una mano, grande y fuerte, digna de un humano, me tomó del mentón y me obligó a verlo.
—Levántate -me ordenó.
Alcé la mirada hacia él, y aquel sentimiento que pensé había sido enterrado junto con mi pubertad, volvió. Se había vuelto un humano, un chico, un hombre, había conservado todo de él; sus cicatrices, su cabello e incluso sus ojos. Su ropa incluso había cambiado a una camiseta a rayas, que mostraba parte de su pecho, y unos jeans azules reemplazaron su overol.
Era belleza maligna, traída de lo más oscuro del averno, que me incitaba a volver a mis más oscuros deseos. A dejarme ser manchada por sus manos, y drogarme con sus labios y su esencia. Venéreo, atractivo y tentador. Estaba viendo a la maldad en sí, y era muy atractivo.