Ⓔⓢⓣⓞ ⓢⓔⓡⓐ́ ⓓⓘⓕⓘ́ⓒⓘⓛ, ⓜⓤⓨ ⓓⓘⓕⓘ́ⓒⓘⓛ

861 60 14
                                    

¿Por que carajos me sentía así? Era horrible. Nos fuimos a dormir. No dormí nada. Absolutamente nada. No podía, se me hacía imposible. Me "desperté" luego de dormir unos treinta y cinco minutos por la luz del sol. Enola seguía durmiendo. Yo ya no podría. Tome mis cosas y me metí a bañar. Hice una nota que decía:

"No voy a ponerte en más peligro, vuelvo en unas horas con el vizconde. Te quiere, Niella"

Salí de ahí. Me dirigía al mercado de flores de Londres. Por primera vez en mi vida, estaba nerviosa. Pero eran nervios diferentes. Claro que había estado nerviosa antes. Cuando mi madre se enojaba, cuando rompía algo en la casa. Cuando venían las amigas de mamá, etcétera. Pero estos nervios eran diferentes. Eran... no se, simplemente diferentes. Llegue al mercado y me adentré.

Camine un rato hasta que lo vi. Lo vi de espaldas acomodando sus cajones con hermosas flores de muchos colores. Su cabello estaba retocado y vestía diferente. Se mostraba con seguridad. Parecía contento. Emocionado. No se. Se lo veía bien y ya. Me alegre por eso.

-Quiero tres azules, dos anaranjados, una roja y tres rosadas- Dije al verlo de espaldas- El tipo no importa.
-¿Que haces aquí?- Pregunto con una media sonrisa. Sonrisa que derretiría a cualquiera.
-¿Por que viniste a Londres si querías vender flores?- Conteste con otra pregunta e igual que el con una ladeada sonrisa.
-Porque, aquí, puedo esconderme- Dijo señalando el lugar con sus manos.
-Y aún así te encontré- Dije yo y él sonrió más.
-¿Y por que lo hiciste?.... ¿Es por la recompensa no? Te ofrecieron dinero- Parecía ¿Decepcionado? No, no lo creo.
-una recompensa.... pues debería atarte y entregarte- Dije tomándolo del cuello, el se asusto y se movió para atrás. Adorable- No pensé que serías tan ridículo- Dije riendo. Te busque, porque en tu ausencia me has ido agradando un poco más. Además de eso, descubrimos que tu vida sigue en peligro- Dije yo un poco más bajo en el final.
-¿A si? ¿Y que hizo que te agradara más?- Enserio, su vida corría peligro y cuestionaba esto.
-¿Enserio? ¿Esa es tu pregunta? ¿No "quien quiere matarme"?- Dije yo, el me entrego una rosa blanca y me hizo un ademán como si estuviera hablando enserio.
-Ya dime.... ¿Que hizo que te agradara mas?
-Mejor vamos, hay mucho de que hablar- Dicho esto empezamos a caminar por el mercado de Londres- Por cierto, encontré tus flores cecas, aunque las flores no me importan.
-Es porque eres ignorante.
-¿Ignorante? Que grosero- Dije yo golpeando su hombro.
-Ignorante por elección- Dijo altanero.
-¿Sabes? Cambie de opinión sobre ti Niño- Dije yo en tono de juego y en tono de enojo a la vez.
-¿Niño? ¡Ja! Soy un hombre- Dijo moviendo su saco orgulloso.
-¡Ja! Serás un hombre cuando diga que eres un hombre- Dije y el me miro "ofendido".
-Te veías mejor con pantalones, debo admitirlo- Volví a golpear su hombro- Te extrañe Niella Holmes, te extrañe mucho- Yo lo miré con ternura. Rápidamente volví a mi estado natural.
-Quería extrañarte también. Pero me veo atada a ti ya que se muchas cosas- Dije y seguí caminando.

[•••]

-¿Aquí es donde vives?- Pregunto donde sería "la recepción" de mi hospedaje.
-¿Acaso tú rentaste en Ritz?- Dije yo algo altanera.
-Conseguí algo mucho mejor la verdad.

Llegamos a nuestro cuarto y Enola caminaba de un lado al otro desesperada hasta que entramos y se abalanzó sobre mi. Aiñ. Ni que me hubiese ido por meses. Me pregunto millonada de veces como estaba, donde, si me habían hecho algo.

-Bueno, ya- Dije harta- Vine con Tewkesbury- Le dije y ella lo miro.
-Hola- Saludo cortante.
-Buenas tardes Enola Holmes- Dijo el sonriendo.
-Bueno, ahora si debemos de decirte que es lo que ocurre.
-Bien, en primera, solo hay dos camas así que Tewkesbury, dormirás en el piso.
-¿Y esto?- Preguntó observando los periódicos.
-Voy a preparar te- Dijo Enola y yo me senté junto a Tewkesbury en mi cama.
-¿Para que juntan periódicos viejos?- Dijo tomando uno.
-No lo toques, aún no termino de revisarlo- Dije arrebatándole de las manos el periódico.
-Pero... ¿de que te sirven?- Cuestiono mirándome.
-Mi madre. Estoy esperando que... me deje un mensaje. Aún no lo hace- Dije yo y el me miro confundido.
-¿Mensaje? ¿Que mensaje?- Dijo observando más el periódico.
-Le gustan los códigos. Mensajes en clave que debo descifrar.
-¿Y por que te dejaría un mensaje?- Pregunto.
-Porque me abandonó, nos abandonó, a mi y a Enola. Creímos que ella pretendía que la encontráramos pero ya no estamos seguras- Dije mirando los papeles.
-Lo siento Niella Holmes- Dijo mirándome con lastima.
-No me veas así, no quiero tu lastima Tewkesbury-Dije cortante.
-Perdón- Volvió a mirar al suelo y yo fije mi vista en los periódicos. Me volvió a mirar con lastima.
-Si sigues mirándome así, Vizconde Irritación, Marqués de las molestias te juro que voy a asesinarte yo misma- Dije molesta.
-Pa-parece que los demás no nos quieren ¿Verdad?- Dijo suspirando y con un notable nudo en la garganta.
-No...- Suspire yo.
-Pe-pero nos tenemos... el-el uno al otro- Dijo mirándome. Dirijo mi vista a sus bellos ojos café. Demostraban temor y nerviosismo. Estaba asustado.
-Si... y estaremos bien- Me levante- Vamos, ayudemos a Enola- Dije sonriendo y el asintió.

No siempre debes estar sola (Tewkesbury y tu)[TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora