Las islas solitarias.

1.3K 121 243
                                    

Narra Lucy:

Luego de la revelación que dio _____ a los Percy, me dirigí al mascarón de la proa en compañía de Leah, había estado escuchando un ligero cantar proveniente de ahí, quería averiguar de quién se trataba.

- ¡Agh... oye niña! - exclamó la oji-verde sin dejar de seguirme.

- Me llamo Lucy - respondí con calma parando un momento para voltear a verla de reojo.

- Como sea, ¿a dónde piensas llevarme? - cuestionó con molestia.

- Vamos al mascarón de la nave, la vista desde ahí seguramente será maravillosa - le contesté con una leve sonrisa, volviendo a caminar y empezando a subir.

- ¡De ninguna manera subiré ahí! no es digno de una dama escalar cosas - proclamó mirándome desde abajo.

- Pues entonces, puedes quedarte ahí esperando a que baje - seguí subiendo sin importarme lo que decidiera Leah. Al terminar de llegar a la cima, distinguí a Reepecheep al final de la escultura de dragón.

_Donde el cielo se une al mar, las olas han de endulzar, no dudes Reepecheep_

- ¡Niña! - el gritó de Leah me hizo voltear a donde la había dejado, llevándome una sorpresa al verla colgando de una de las escamas que había usado antes para llegar arriba.

<< ¡No te quedes ahí! ¡ayúdame!

Rodé los ojos y la ayudé a terminar de subir. Cuando ya estaba junto a mí, se aferró a mi brazo mientras que nos acercábamos a donde Reep seguía cantando.

_Tu viaje acabará, el este ahí estará, no du..._

- Que linda - dije sorprendiéndolo.

- Ah, gracias - suspiró con alivio al verme.

<< una dríade me la cantaba cuando era pequeño, no sé el significado, pero jamás olvidé la letra.

- ¿Qué crees que haya pasado las islas Reep? - pregunté sonriente.

- Pues, me han dicho que más allá en el este se encuentra el confín de la tierra, la nación de Aslan - respondió igual de sonriente.

- ¿De verdad crees en esas tonterías? - cuestionó Leah sin mucho ánimo, mientras seguía aferrándose con fuerza a cualquier cosa que hallara.

- Bueno, nada es más grande que un poco de fe - aclaró el ratón con serenidad, haciendo que Leah bajara su mirada.

- ¿Crees que algún día logres llegar allá? - pregunté.

- Solo hay un modo de averiguar eso, solo espero algún día ganarme el derecho de estar ahí - soltó una risita para luego dar una reverencia - majestad.

Sonreí con ternura mientras veía al pequeño marcharse, por más que Reep demuestre ser digno de temer, no dejaré de pensar en lo tierno que puede llegar a ser.

- Niña... esas son...?

Miré hacia el lugar que Leah veía con incredulidad, distinguiendo dos sirenas nadando junto al barco.

- Son sirenas - sonreí.

Las criaturas nadaban en círculos y saltaban sobre el agua cada tanto, como si bailaran, sabía lo mucho que a ellas les gustaba recibir atención, y hacían pequeños espectáculos para obtener tal recompensa, sin embargo, también sabía lo dulces y amigables que eran. Una de las sirenas nos saludó al vernos, le devolví el gesto con gusto mientras que Leah tenía una mirada que no pude distinguir. Poco después desaparecieron en las profundidades.

Las Crónicas de Narnia: La Travesía del Viajero del Alba ~ Edmund y tú ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora