H U N G E R 「Cannibal!Tododeku AU」

❁્᭄͜͡ H U N G E R L E S S

Cinco años han pasado desde la alborotada noche en la que Shoto e Izuku se reunieron por última vez para consumar su prohibido amor. Tras ser encontrado en un estado "deplorable" debido a la mutilación en su muslo interno, Midoriya se vio obligado a mantener vigente la mentira de su violación, pero se negó a testificar en contra de Todoroki e incluso —haciendo alusión al trauma sufrido— dejó su puesto en la Agencia Nacional de Policía para dedicarse plenamente a su profesión como médico psiquiatra en Kikai, una pequeña isla en la Prefectura de Kagoshima, en la cual se instaló para llevar a cabo su plan de búsqueda sin levantar sospechas. Fue así que, después de estudiar todos los pequeños rincones del mundo, Midoriya —de actualmente treinta años— finalmente ha encontrado el paisaje correspondiente a la pista proporcionada por su amado, misma que lo ha guiado a Zakopane, Polonia, ciudad que le permitirá dirigirse a las montañas del Parque Nacional de Tatras, donde anhela tener un reencuentro de película romántica con el hombre que robó su corazón en su primera visita.

Se encuentra agotado física y mentalmente ya que estuvo sentado en la misma posición por más de treinta horas en el transporte que comprende avión y tren, sin embargo, el cansancio pasa a segundo plano cuando recuerda el objetivo —y la recompensa— de su largo viaje, por ende, respira profundo para luego recoger la maleta que anteriormente dejó en el suelo y emprende un nuevo rumbo hacia el andén de la ruta que debe abordar para ir a su destino. Su reloj de muñeca marca las nueve de la mañana, por lo que supone que ha perdido el único bus que lleva al parque, no obstante, el vehículo continúa estacionado en su lugar, tal y como si estuviese esperándolo a él para cerrar sus puertas y ponerse en marcha.

Tras subir y acomodarse en un lugar vacío, el conductor del vehículo enciende el motor y abandona la estación, proporcionándole a Izuku una preciosa vista del paisaje que se abre frente a sus ojos; todos los árboles son frondosos y de un verde muy distinto a los típicos japoneses que ha visto toda su vida, los cuales le indican que cada vez se acerca más a la cordillera límite con Eslovaquia.
Antes de caer dormido contra la ventana del transporte, Siri le hace saber a través de los audífonos que se encuentra a pocos metros de su destino, por ende, él se levanta de su asiento para lograr presionar el timbre a tiempo y finalmente desciende del bus en Kuźnice, cerca del hotel en el que planea quedarse. Son principios de primavera, pero en esa zona específica el viento transita con tanta fiereza que el pecoso se ve obligado a sacar un abrigo de su maleta para no caer congelado a mitad de la calle.

-Hey- Izuku voltea, señalándose a sí mismo para confirmar que a él es a quién llaman. -Upuściłeś swoje dokumenty (Dejaste caer tus documentos)- el extraño extiende una libreta roja que el ex-agente reconoce como su pasaporte.
-¡Ah! Dokumentē- repite, pronunciando la palabra de forma equívoca. -Muchas gracias- responde en su natal japonés mientras se inclina, aunque pronto se da cuenta de que el otro hombre puede no entenderlo. -Thank you very much-
-Niczego nie zmieniłeś, Izuku (No has cambiado nada, Izuku)-

Un «¿Eh?» de confusión escapa de sus labios y crece la necesidad de buscar respuestas a su reciente duda, sin embargo, antes de que pueda formular una pregunta, el extraño realiza un movimiento que provoca un escalofrío en el rizado. Los dedos del hombre entran en contacto con su propio ojo derecho, retirando un lente de contacto que revela el color grisáceo real de su iris. Emoción y esperanza llenan su pecho al reconocer esa simple sonrisa y profunda mirada, no obstante, las lágrimas que comienzan a caer por sus mejillas no corresponden a esos sentimientos de felicidad por el reencuentro, sino que reflejan la gracia que le hace la nueva apariencia de su amado.