Mi única compañía es el canto del grillo, el cielo estrellado y la luna despejada en lo alto quien me ha hechizado desde hace días. No se si arrepentirme de la decisión de partir al campo, auto descubrimiento le dicen, pero lo cierto es que ante mis circunstancias se que no podre retornar jamas a mi vida normal. He oído historias de este tipo, desventurados perdidos en un bosque maldito que miran las estrellas embobados. Debí haberme dado cuenta al llegar a este paraje, debí saberlo al minuto que se puso el sol y las luces nocturnas me invitaron a sentarme y observar. He echado raíces en esta tierra, literalmente hablando, y no puedo desprenderme del suelo. Pronto seré un eterno vigía de estas tierras y con mis ramas daré la bienvenida a otros, a nuestro testimonio eterno de los aconteceres terrenales.
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Writober 2020 - Franco L. Fernández
Short StoryTengo unas ganas increíbles de arrancar este desafió. Mañana mismo empiezo a escribir... de todo... relato fantastico, ciencia ficción, terror, drama, fantasia epica... cualquier cosa. Vamos a hacer todo lo posible para llegar a cumplir e invito a...